Amor entre un Cuásar

El trabajo o el romance ¿Cuál es el más importante?

Mis ojos querían cerrarse por completo, no lo podía permitir ya que estaba dentro del la micro. Empece a recordar que si deje todo listo en casa, creo que todo esta correcto. La micro paro enfrente de un edificio no tan grande, con un diseño rústico y moderno, mis manos temblaban hasta que me baje de la micro, al oler el aire helado de la mañana me despertó. Sujete bien mi mochila para recobrar valor.

Entonces decidi entrar al edificio, la primera sala parecia un lobby con unos sofás de cuero a los lados del lugar, arriba de ello estaban unos cuadros que retrataban plantas. Al frente de la puerta estaba una mesa donde estaba una muchacha, ordenada, su pelo estaba peinado peinado y lo tenía largo, con unas gafas, me acerque a ella.

- Disculpa, ¿Me podría decir donde queda la oficina del señor Francisco Moldavia?

- Claro, ¿Quién es usted?

- Eh... Soy Enrique Cárdenas.

La muchacha empezo a taclear el teclado, en unos segundos me miro de nuevo.

- Esta en la tercer piso, oficina 70 en el pasillo izquierdo.

Le dí mis gracias y me aparte del lugar, me fui a mi derecha que había un pasillo donde estaba el ascensor el cual tome. Cuando ya estuve en el ascensor puse al tercer piso y sin demora llegue. Cuando estuve en el tercer piso parecia un laberinto, pero, dijo en el pasillo izquierdo por lo cual tan solo me dirigí en ese lugar. Viendo los numeros pude encontrar facilmente la oficina.

Al entrar vi al hombre que me escribio el correo, tenía un traje formal, sentado. Me indico que me sentara. Al estar sentado me hablo sobre el trabajo.

- Supongo que ya sabes lo que tienes que hacer.

- Por supuesto.

- Que bien, espero mucho de tí, por algo la doctora Fernanda te recomendo y hablo bien de tí.

Al escuchar su nombre, mi cuerpo reacciono, hace tiempo que no la veo, me gustaría verla.

- Espero estar a las espectativas en el trabajo.

Me ordenaron que me diriga al segundo piso y que empezara a trabajar de inmediato. Cuando llegue a la segunda planta, el lugar era espacioso, había muchos lugares, pero, divididas, recuerdo que debía ir al sector dos, pero no sabía diferenciar los lugares hasta que levante mi cabeza y podía ver unos números en grande, ahora me doy cuenta que fui un poco tonto...

Cuando ingrese al lugar logre ver unas cinco mesas, con unos computadores que se veian avanzados en la tecnología actual. En ello algunas personas se levantan de sus lugares, tres se levantaron y caminaron donde yo estaba parado y ahi es donde... Pude verla de nuevo... A Fernanda... Lo único que pense en verla fue que se veía hermosa, para algunas irresponsable por su pelo desordenado y lleno de rulos, tan solo en mencionar eso, mi corazón me apretaba. Había una mujer alta y de pelo largo, castallo, donde tenía un gran cuerpo para mostrar a los hombres, me puse nervioso porque me miraba de alguna forma extraña, a su lado se encontraba un hombre un poco más alto que la muchacha, con el pelo rubio, ¿sera un extranjero?

La mujer se acerca a decirme algo.

- Hola. Supongo que eres el nuevo, dejame presentarme, Soy Karina, tu compañera de trabajo.

Desde atrás alguien alza la voz.

- Hey. Yo soy Juan, un placer.

- G-Gracias, Soy Enrique, un gusto - Respondía un poco nervioso.

Había notado que Fernanda no había dicho nada, ahora no podía ver su rostro, por alguna razón quería verla de nuevo, capaz esta decepcionada de mí, por no hablarle... ¡Que se yo! No quiero pensar en eso... Debería decirle algo...

- Hola Fernanda... ¿Comó estas? - Me dolía el pecho por la presión en que estaba.

Ella no hacía nada en especifíco, sus compañeros estaban por decirle algo hasta que ella misma interrumpío el silencio íncomodo.

- Hola Enrique, tanto tiempo sin vernos...

Esa voz que quería escuchar, no era como yo lo recordaba... Es como si estuviera enamorado de ella... No lo creo...

- ¿Se conocen? - Pregunto Karina.

- Si... Por algunas razones.

Karina mostró una cara de interesada.

- Bueno es cosa suya, hay que volver al trabajo.

Todos fueron a trabajar en sus computadores, mientras que yo fui a mi escritorio. Me sentía íncomodo, estando en una oficina, trabajo nuevo, todos esperan mucho de mí y más por la recomendación de Fernanda, tendre que no defraudarlos. Estaba por terminar de analizar unos datos sobre un experimento que estaban haciendo en este laboratorio, es super interesante lo que tratan de descubrir, aunque es más sorprendente porque son propuestas de Fernanda, ya entiendo porque tomaron enserio la recomendación de ella hacía mi.

A mi lado tenía una taza de té, la mañana estaba siendo helada, necesitaba algo para calentarme mientras trabajaba, tome un sorbo y de la nada sale Fernanda mostrando su pequeño cuerpos.

- Eh... Hola, otra vez je - Mostraba cierta timidez que podía notar en su rostro.

Me sorprendío el que me hablara lo cual me puso un poco nervioso.

- Hola - rascaba mi nuca de incomodidad.

- Jeje, Si no tienes planes para la hora de colación, te gustaría i....

La interrumpó de forma brusca.

- Si, estoy muy entretenido con esto, disculpa.

Sus ojos se tornarón más oscuros, me miraba de una forma fría y arrogante,




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