Narra Cameron
Un nuevo día de escuela comienza y estoy emocionado. Ya se acercan las vacaciones de invierno y podré descansar unos días.
Claro, siempre y cuando mi mamá no traiga a sus amigas y sus hijas diciendo que es "casualidad".
Desde pequeño supe que era diferente, y estaba aterrado. Yo miraba a las chicas y no sentía nada, pero cuando miraba los chicos los encontraba... Lindos.
Mi mamá puso el grito en el cielo hace unos años cuando le conté que era gay. Me llevó al psicólogo varias veces, incluso a la iglesia diciendo que no era normal mi atracción por los chicos, que era cosa del diablo.
Pero mi padre siempre ha sido mi mejor amigo. Él me entendió y me apoyo, controlaba a mi madre en esos arranques de locura.
–Cam, el desayuno está servido- dice mamá desde la cocina
Me levanto del sofá y camino hacia ella. En la mesa está papá leyendo el periódico y comiendo unas tostadas.
Comienzo a comer y de inmediato mi mamá habla de la vecina que tiene mi edad. Mi papá al ver donde quería llegar la interrumpe logrando que empiecen a discutir.
Me levantó para irme a la escuela pero nadie lo nota, tampoco cuando me despido.
Con mis fieles audífonos camino a la escuela que queda a unas cuadras de casa. Como tengo tiempo decido ir por el camino un poco más largo.
Disfruto de ver a la gente mayor regar sus plantas a esta hora, además, se despliega un olor a tierra húmeda que me encanta.
Si quisiera ser inventor, inventaria la manera de enfrascar este olor.
A lo lejos veo a mi mejor amiga, Leticia, haciéndome señas por lo que me acerco a ella.
- Buenos días Leti
- ¡CAM! No te imaginas de lo que me enteré, hoy llegará un chico nuevo.
- ¿Y eso es importante?
- Claro que si, no seas pendejo. Quizás esta es tu oportunidad.
Leti sabía que me gustaban los chicos, y le gustaba emparejarme con los que ella decía que eran perfectos para mi.
Yo solo rodeé los ojos por sus palabras y entramos al salón.
Me dejé un audífono puesto y bien escondido para que el profesor no lo notara. No quería sacarmelos e interrumpir a mi banda favorita, Radiohead.
Justo cuando logro ocultarlo entra el profesor dando instrucciones para comenzar la clase.
- Chicos hoy tendrán un nuevo compañero- un chico alto, fuerte , de cabello castaño oscuro y ojos verdes entró por la puerta- Él es Aaron Frish.
Todas las miradas estaban puestas en el chico nuevo. Las mujeres se arreglaban el cabello y los chicos lo miraban de pies a cabeza.
- Bueno Aron, siéntate junto al chico de cabello castaño claro que esta casi al final.
¿Cabello castaño claro? ¿Casi al final? Mierda, soy yo.
Miro a Leti y me da una mirada pervertida mientras levanta su pulgar .
- Hola, soy Aaron- me sobresalta la voz del chico, quien se sienta a mi lado y me mira sonriente. Ahora que lo veo bien si es muy guapo... dios, dime que no acabo de pensar eso.
- Soy Cameron- solo le asiento con la cabeza y vuelvo mi mirada al frente
Él parece confundido por mi actitud distante ¡Pero es que acabo de pensar que es guapo! Ya me dio nervios.
La clase continuó y yo solo podía sentir su mirada sobre mi, lo que creo que me hizo sonrojar porque siento mi rostro arder.
Solo quería salir de ese lugar y escaparme al patio con Leti.
Justo sonaba High & Dry, cuando me estiré en mi asiento al acabar de hacer los ejercicios.
Miré disimuladamente la hora en mi teléfono y solo quedaban nos diez minutos.
De pronto, Aron levantó la cabeza de su mesa, ya que estaba recostado en ella, y miro hacía todos lados. Fijó su mirada en mi y acerco su rostro al mío.
Se me congeló el cuerpo al sentirlo tan cerca. Si antes me sonroje ahora explotaría.
- Oh dios, amo esa canción- dice emocionado
Yo me sorprendo y me le quejo mirando cuando empieza a tararear. Hasta que la canción termina.
- ¿Te gusta ese grupo?- pregunta
- B-bueno... yo...- asiento con la cabeza ya que no puedo hablar de lo avergonzado
¡Caramba! Casi tengo apariencia de chica y ahora me tartamudeo como una frente a un chico lindo.
Él me cuenta que también le gustan varias canciones y que una vez fue a uno de sus conciertos.
- Creo que te estoy molestando, mejor me callo- dice algo triste
- No, n-o es e-eso...- niego con mi cabeza y manos- Es s-olo que me pones nervioso.
Me tapo la boca rápidamente al terminar de decir eso.
¡Ya tierra, tragame!
Afortunadamente tocan el timbre y guardo mis cosas en un parpadeo.
– Hey espera, yo...– no lo dejo terminar cuando voy donde Leti y la tomo para correr al patio.
Ella se queja pero seguimos corriendo hasta que siento el césped bajo mis pies. Respiro agitado y me siento bajo la sombra de un árbol cercano, Leti se sienta a mi lado mirándome raro.
– ¿Qué fue eso Cam? Casi me quedo sin pulmones donde hechar aire con esa maratón.
–Es que... yo... b-bueno... el chico nuevo...
– ¿No me digas que te gustó? Oh por dios, sabía que mis ojos no me engañaban, él es el indicado.