Narra Cameron
Despierto al día siguiente y el solo recuerdo de lo que paso con Aaron me hace pegar un grito que es ahogado con la almohada mientras ruedo por la cama.
Me detengo justo en el borde, y suspiro aliviado de no haberle dicho buenos días al suelo.
Me aseo y me visto rápido, solo quiero llegar a la escuela y verlo.
Enserio debo estar mal, estoy cayendo muy rápido por él.
Bajo la escalera de dos en dos y veo a mi padre sentado en el sofá.
– Buenos días Cam.
– Hola papá.
– ¿Pasó algo bueno?
– ¿Eh? ¿Por qué lo preguntas?
– Tienes una sonrisa de oreja a oreja, hijo.
- Yo... Solo...
Inconcientemente llevo mis manos a mis labios, pero al percatarme de que mi padre me ve asombrado rompo el contacto de inmediato.
– Cam...
– Si papá, es lo que piensas.
– ¿Es algo serio?
– ¡Papá!
– ¿Qué? Eres mi hijo y te amo, pero si alguien tiene así a mi pequeño debo saber sus intenciones.
– Nos estamos conociendo solamente. Aún no sé a que nos llevará.
– Esta bien Cameron, recuerda que estoy aquí. Soy tu padre y quiero tu felicidad.
Mis ojos se cristalizan al escucharlo. Me lanzo contra él y lo abrazo con todas mis fuerzas mientras susurro un "gracias".
Me levanto para evitar llorar y solo tomo un jugo de la cocina con una tostada.
Me voy a la escuela por el camino corto, quiero llegar lo antes posible.
Supongo que parezco quinciañera enamorada, pero eso no está lejos de la realidad. Aaron es el primer chico que llama tanto mi atención, sin contar que es el primer chico que se interesa en mi.
Sin saberlo llego a la escuela donde Leti me esperaba. Nos saludamos y nos ponemos al día con materias y eso.
Omito la información que estoy seguro que la haría tener un paro cardíaco.
Pocos minutos después vemos llegar a Aaron junto con unos chicos con los que lo he visto algunas veces.
– ¡Leti! Que bueno que viniste.
– Lo sé, me extrañaron.
- Obvio amiga- dice Aaron riendo, luego me voltea a ver, acerca y deposita un beso en mi mejilla– Hola Cam.
–Hola- susurro avergonzado
Nos miramos un poco y sonríe como a mi me gusta. Hablamos un poco, Leti nos cuenta de su resfriado y como la pasó en cama casi todo el día. Luego dice que tiene cosas que hacer pero que nos vemos después.
Me volteo para hablar con Leti pero ella se me adelanta.
– ¡KYAAA! Oh por dios... No puedo creerlo.
¿De que me perdí ayer? Y no me digas que de nada, eso no te lo cree ni tu hermana... aunque no tienes hermana.
– Bueno...- incapaz de decirle tal cual lo que ocurrió, junto mis dos dedos índices tratando de demostrarle que fue un beso. Ella capta y parece bastarle esa respuesta, abre su boca sorprendida.
– Oh por... ¿Aún eres virgen?
– ¡Leticia!
– Ya, ya. Pero es que desaparezco un día y ustedes ya son pareja, ¿Para cuándo la boda?
– No somos...
Me golpeo la frente con la palma de mi mano. Lo sabía, sabía que reaccionaria así por eso no quería contarle nada aún.
No, pero tenia que llegar Aaron con su perfecta sonrisa, su perfecto cuerpo, luciendo tan guapo como siempre y besa... ¡Ya Cameron, detente!
Estoy mal, estoy muy mal.
– Me contarás todo con lujo de detalles si no quieres que sea una patada en la espinilla, Cameron
– Esta bien, solo... No ahora, vamos a clases.
A pesar de sus protestas logro convencerla de que me dejara en paz por un rato. Ni yo me creo del todo la cantidad de cosas que han pasado en tan poco tiempo.
¿Cuánto lleva Aaron aquí? ¿Días, semanas?
Intento poner atención en la materia, pero mi mente me juega una mala pasada y me sigue repitiendo el beso de ayer.
¿Lo quiero volver a besar? Oh si, claro que si.
Puede que no tenga experiencia pero tan tonto no soy, no puedo negar que me gustó, demasiado para mi buena salud.
– Cameron... Cameron...
– ¿Ah? ¿Me habló, profesor?
– Pon atención en mi clase, por favor.
Yo asiento algo avergonzado al escuchar las risas de mis compañeros. Pero bueno, a mi se me ocurre irme al mundo del guapo de Aaron mientras estoy en clas...
Estoy mal, estoy muy mal.
El timbre suena antes de lo esperado y en un parpadeo tengo a Leti acosándome para que le cuente todo y con detalles.
Como sé que no puedo escapar esta vez, le empiezo a contar desde que saludé a Aaron el día de ayer.
Casi puedo ver los engranajes de su cabeza creando mi boda, cuántos hijos tendremos y como se llamará mi perro.
–Cam, ¿No crees que todo va muy rápido?
– ¿Y me lo dices a mi? ¡Esto es una locura! Hace una semana tu eras la única que me notaba, sin mencionar a Clant que me odiaba, odia y odiará. Y ahora no solo aparece un chico guapo que dice que le gusto, ¡también di mi primer beso! Aahg... Ya matenme.
– Tienes razón, tu debes ser el más confundido en todo esto. Pero no puedes negar que es algo de otro mundo. Genial pero extraño.