—¡Hey, Matt! No vayas a romp...
Inmediatamente se escucho un ruido en la cocina, ¡demaciado obvio! Rompió el jarrón que compre hace un par de semanas.
—Upps! ¡LO SIENTO MUCHO ROSSI! —Grito la menor desde la cocina.
—¡MATTI! JURO QUE ESTA VEZ ME LA PAGAS — Grito a la vez que corría hacia la cocina. Y de nuevo allí el noveno jarrón hecho trizas por mi mejor amiga Matti.
Nos conocemos desde que tengo memoria, si, nuestras familias son muy unidas. Las cosas son así: "Si va Rossi, puedes ir" y viceversa "Si va Matti puedes ir" . Así que por ende estamos aquí en Sidney, juntas, somos de Darwin a unos cuarenta minutos. He conseguído un trabajo y también voy a terminar la universidad, mi amiga Matti ha venido también por estudios. Ahora estamos con el problema de la mudanza.
—Rossi, juro que mañana te compro un jarrón mas grande y mas hermoso que ese —Dijo haciendo puchero
—Quiero que sea color jade —Dijo desviando la vista.
—Cómo usted mande, jefa —Dijo firme— Rossi, este barrio es increíble.
—Pues claro mujer estamos en Sidney, y este barrio se llama Glebe, "Glebe".— Glebe esta muy bien ubicado. Solo espero que los vecinos no sean muy engreídos, quiero una vida tranquila en esta bulliciosa ciudad. Matti cómo siempre muy curiosa salió al patio y...
—¡Ahhhh!
¿Que fue ese grito? Corrí asustada al patio tracero. —Matti, ¿que pasó?
—Shhhh!!! Baja la voz
Y allí me tenía mi amiga en cuclillas. Espiando a los vecinos. —¿Que es lo que tengo que ver? —Dije con fastidio
—El vecino —Susurro al oído de su amiga — Apuesto a que vive solo, es joven y además esta...
—Matti —Me puse de pie— juro que si te centras en los chicos y no en los estudios, hoy mismo te envío de vuelta a Darwin. —Dije seria, a lo cual mi amiga no dijo ni pío y entró a la casa. Sabe que ella vino a Sidney con una única condición "Obecer a Rossi" si rompe la regla regresa a casa. Por supuesto ella es joven no seré dura con ella, pero debe obecerme.
Al cabo de unas horas o más bien toda la tarde, acabamos de arreglar nuestro nuevo hogar. Matti se reuso a cenar dice que la cena engorda, así que tampoco me dejó cenar. Pero ya hace una hora que se fue a dormir y claro yo puedo comer fuera.
Así que tomé mis llaves, salí de casa. Voy por algo rápido quisa golosinas, las calles están bien iluminadas.
Al día siguiente...
Matti no es una niña así que ira sola a a su academia. Si esta mujer se despertó debió salir hace unos quince minutos, yo voy a mi primer reunión de trabajo. Trabajaré en una cafetería pero la paga es buena. Tome el metro y llegue de forma rápida.
—Usted debe ser la nueva empleada. —La observo de pies a cabeza— Sigame la llevaré a la cocina y le daré algunas instrucciones.
Mi trabajo es simple, solo tengo que recibir los pedidos, nada complicado.
—Trabajará junto a alguien de su misma edad. Su nombre es Hwang Hyunjin —Dijo a la vez que señaló al chico con la mirada.
¿La primera impresión? Bueno alguien algo, de buen aspecto. Aún así, parece el tipo de persona que es problemática.
—Mi nombre es "Rossi", será un gusto trabajar juntos. —Dije amablemente
—Pará mi no —Dijo rápidamente con un tono serio, a la vez que se adentro a la cocina.
El dueño me miró un poco apenado por aquella situación. —Perdona a mi hijo, es alguien reservado.
Yo no lo llamaría "Recervado" más bien "maleducado" quizá "rebelde".
—No hay problema
—Hyunjin es alguien de pocas palabras, pero trabaja duro. Si logras aguantarlo una semana te daré un ascenso. —El Señor habló apenado al parecer su hijo es la razón por la cual el sueldo es alto... Será realmente "malo".