«×3×» Estas Muerto

Estaba comiendo un delicioso helado de chocolate, cuando decidí revisar mi teléfono, y allí estaba un mensaje ignorado de...¡ROSSI! "¿Estás en casa?
Y la gran respuesta mía era un rotundo no, eran las seis treinta, hace ya tres horas que debería estar en casa.

Y lo peor aún no he comprado el jarrón. Me sentí abrumada y...

—¿Que pasa, Matt?

—Hanna, tengo que irme. Es tarde

—¿Enserio? Son las seis treinta aun no oscurece, amiga, termina tu helado y después te vas.

—No, Hanna no entiendes. Me matan si no llego a las siete.

Inmediatamente tomé todas mis cosas para ponerme en marcha.

—Matt, si quieres le digo a mi hermano que te lle...

—¡LO SIENTO Y GRACIAS¡ 

Fue lo último que dije a la vez que corría por mi vida.

Después de ir con las chicas fui a la casa de Hanna, y olvidé comprar el jarrón. Así que tomé un taxi y pare en la primera tienda que encontré, la verdad tome el primer jarrón color jade que vi. Me sentía más tranquila pues estaba a solo unas casas de la mía y probablemente Rossi no ha regreso.

Llevaba el jarrón abrazado y envuelto en papel periódico, tranquilamente caminaba con la vista en el suelo, si "en el suelo". Un grave error, porque inmediatamente me invadió un dolor en la cabeza y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba tirada en el suelo.

—¡Mira por donde andas, niña! 

Solto enojado.

Inmediatamente subí la vista. Y me tope con unos ojos cafés, era un chico muy alto y la única afectada aqui era yo. Desvíe la vista aún confundida y allí estaban por todos lados residuos de color jade.

-¡QUE HICISTE? ES TU CULPA, TU CULPA 

Me levante del suelo inmediatamente y enfrente al chico

—¡Dame dinero! 

Solte de la nada

—¡Que!? Chica estas mal, tu vas con la vista abajo. No te pagaré nada. 

Trataba de guardar la cordura.

—¡Mis ahorros! -Solte entre sollozos

—Deja de llorar, la gente nos ve 

Susurro un tanto molesto.

—¡Bua! ¡Es tu... Tu culpa! 
Limpiaba mis lágrimas a la vez que lo señale.

—Me voy 

Esquivo a la chica y continuó su camino.

Claro que yo no lo dejaría ir, ese jarrón me costó una fortuna. Eran todos mis ahorros, no comi ni gaste nada por mucho tiempo, al final compré un jarrón que ni siquiera era para mi y ahora esta totalmente perdido. ¡No, claro que no! Tome aire y corrí tras ese chico una vez estando a una distancia considerable di una gran salto. Si, asi es, me subí a su espalda. ¡No voy a bajar hasta que me pague mi jarrón!

... 
 

Hay por lo menos Mattia es una chica tranquila, alguien que no causa problemas. Si, eso... Porque sería fatal lidiar con la araña de Hwang y a la vez con una adolescente rebelde. ¿Que si pelee con Hwang? Pues claro, es un pésimo compañero de pupitre, maleducado y lo peor que todas las mujeres babeban por él. 

Solo ha sido un día, pero ya estoy arta. Ahora entiendo porque pagan tanto, creo que sería mejor que el dueño de la cafetería despidiera a su propio hijo, él es el verdadero problema no los empleados. En fin, mejor dejaré de pensar en el trabajo y pasaré a comprar helado. No hay nada más satisfactorio que comer algo dulce, después de comprar caminaba hacia casa y preguntaba ¿cómo le habra ido a Matti en la academia?
 

Estaba por entrar a la casa cuando una voz grave me dio un gran susto...
 

—Eres... ¿Rosi Taylor?
 

Quizá era sorprendente que sepa mi nombre pero lo que en realidad cruzó por mí cabeza una y otra vez era ¿¡como un chico tan tierno e inocente tiene esa voz de trailero!?