Amor Eterno #1 - Todos los caminos me llevan a ti - Editando

PRÓLOGO

 

 

PRÓLOGO

 

Muchas veces nos preguntamos que nos deparará el futuro, quienes seremos en unos años. Pero la verdad es que todo aquello que nos ocurre cuando somos más pequeños nos cambia, nos deja huella y nos transforma. Todo lo que vivimos, todo lo que sentimos, sufrimos, reímos… Todo aquello que nos pasó, nos hace ser quienes somos ahora. Y lo que nos suceda en este mismo momento, nos hará ser en un futuro.

La vida nos cambia, las personas nos cambian, sobre todo aquellas que dejan huella en nuestras vidas. Unas llegan para quedarse, pero en cambio otras… Otras se marchan cuando menos nos lo esperamos. Y esas son las más duras, ¡Joder que sí lo son! Son esas personas que desaparecen de tu vida después de hacerte daño, después de ver cómo pasan de ser alguien importante en tu vida, a terminar no siendo nada.

Nadie me aviso de que la vida podía cambiarme tanto, que iba a vivir y a sentir todo aquello, pero así fue, así transcurrió todo, de una manera que nunca decidí que fuera así.

Suele decirse que todos los caminos llevan a Roma, que si tenemos un destino lo acabaremos por cumplir. Aunque lo cierto es que no sé si mi destino es volver a cruzarme contigo, solo sé que escoja el camino que escoja, el fantasma de aquel día me va a acompañar siempre. Tú recuerdo me acompañará a cada paso que dé en este camino que es la vida. Así que sí, creo que todos los caminos llevan a Roma, todos mis caminos me llevan hasta a ti. De una manera u otra, lo hacen.

 

A veces me pregunto porque soy tan masoquista, porque en vez de alejarme de ti, lo único que hago es acercarme aun más. En vez de alejarme de ti, sólo soy capaz de estar junto a ti. Porque en vez de olvidar y seguir adelante, lo único que sigo haciendo es estar completa y perdidamente enamorada de ti.

¿Por qué?

La respuesta es muy simple. Siempre supe que eras tú, que eras esa persona especial para mí. Pero lo que nunca llegué a imaginar es que todo se torcería, de que todo se volvería negro y acabarías por desaparecer de mi vida.

Sé que huir nunca es la solución, pero esta vez sí lo fue. Pero ahora todo está volviendo, tu recuerdo me está volviendo débil, débil a ti y a tus caricias.

 

Solo espero poder sobrevivir a lo que viene, porque si recibo un solo golpe más por tu parte, solo uno, me acabaré por hundir más, me destrozarás.

¿Dónde quedaron los días de antaño? ¿Esos días en los que fuimos el salvavidas del otro? Tú te encargaste de que ya no fuese así. Y sí, los culpables fuimos los dos, yo por dejar que ocurriera y tú por no ser sincero contigo mismo, ni siquiera conmigo, pero sobre todo por dejar que decidieran por ti.

 

Dicen que a lo largo de nuestra vida, tenemos dos grandes amores. Uno con el que te casas y vives para siempre, y un segundo amor que perderás. Al menos eso decía mi madre, aunque yo todavía no he encontrado esos grandes amores. Bueno… el último sí. Alguien con quien naciste tan conectado que las fuerzas de la química escapan siempre de la razón.

Y es que de amor ya no se muere. Pero te juro que una parte de mí se rompió el día en el que tuve que renunciar a ti y dejarte volar.

 

Hay millones de tipos de adiós, pero el peor de todos es aquel que genera una guerra contigo mismo, ese que nadas a contracorriente con tu corazón. Pero es que a veces es necesario alejarse para que la otra persona aprenda cosas que nunca aprendería si me quedase a su lado.

A veces imagino el día en el que ya no estés lo suficientemente ciego como para no ver más allá de ti mismo. Pero el día en el que te des cuenta, ese día hará ya mucho tiempo que me habré alejado de ti. Porque es necesario, era necesario que lo hiciera. Porque a fin de cuentas, uno no es consciente de las cosas que tienen hasta que ya son “pasado”.

Y aunque supiera la verdad tras tus ojos, aunque supiera perfectamente porqué el destino te ha vuelto a cruzar en mi camino, tú todavía tienes que aprender algunas cosas de la vida. Y yo… Yo ya no puedo enseñártelas. Tú solo tendrás que dar con las respuestas. Al fin y al cabo, estamos vivos para eso, para aprender lecciones. ¿Qué sería de nosotros si no pudiéramos evolucionar? Estoy segura de que un día lo entenderás y verás todo esto con otros ojos, lo verás muy distinto y necesario. Hasta entonces, me guardarás en un rincón de tu mente, esa parte en la que soy digna ahora, donde quemas a la peor calaña que te has cruzado, y seré una más de tu lista de personas indeseables. Solo que con una diferencia, pues en el fondo sabrás que ese nunca fue ni será mi lugar.

 

Estaba tan segura de que aunque sabía que tenías el poder de destruirme, nunca lo harías, pero cuán equivocada estaba. En el fondo sé que nunca quisiste hacerme daño porque eras lo que quedaba cuando no quedaba nada. De lo bueno siempre me dabas lo mejor, de los polvos, los orgasmos… Hasta que acabaste por follarme el alma por no desnudarme el cuerpo. Y que es fácil no ver, lo que uno no busca. Porque al final todos tenemos alguien que nos deja una huella tan grande que ni el paso del tiempo puede borrarla.




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