Amor Eterno #2 - Resurgir

Capítulo 5 - TE DEJO... SI...

Los nervios se apoderan de mí pero intento mantenerme relajada. Suelto un suspiro y salgo del autobús para comenzar a caminar a la entrada de Valdebebas. El chico de seguridad se sorprende al verme pero me deja pasar. Llego hasta la entrada y la cruzo para después dirigirme a los vestuarios para esperarle allí.

Unos segundos más tarde comienzan a aparecer los jugadores que se quedan sorprendidos al verme. Opto por cruzar los brazos y cuando lo veo a lo lejos caminar hacia dónde me encuentro, la rabia me invade. La imagen que tengo ante mí de él hace que mi cabreo aumente a pasos agigantados.

Todos se quedan mirándome mientras cuchichean, aún no me ha visto. Su mirada está perdida en algún punto del suelo hasta que alza la mirada para encontrarse de lleno con mi mirada. Se queda estático mientras en su cabeza busca el motivo por el que estoy aquí. Veo confusión e indecisión pero también veo un pequeño atisbo de lo que era mirarle a los ojos, pues el brillo de sus ojos ya no está.

  • ¿María? – me dice como puede.
  • ¿De qué vas? – le digo enfadada sin poder contenerme.

Me mira incrédulo, sin entender mi enfado. Me acerco hasta él despacio.

  • ¿De qué vas? – vuelvo a realizarle la misma pregunta.
  • ¿Qué? – me dice confuso.
  • ¿Qué crees que estás haciendo con tu vida? – le digo - ¿Tú te estás viendo? – vuelvo a decirle – No te creía capaz de hacer lo que estás haciendo – le reprocho.
  • ¿María qué dices? No te entiendo – me dice mientras se rasca la nuca nervioso.
  • ¿Tú te crees que esta es la vida que tienes que tener? – le sigo diciendo – Por mí puedes hacer lo que te dé la gana pero no vayas por ahí. ¿No ves lo que te estás haciendo? – vuelvo a preguntar sin recibir una respuesta por su parte – No puedo creerme en la persona en la que te has convertido – digo decepcionada – Y tus amigos siguiéndote el juego, vaya amigos que tienes – le sigo diciendo.

Me doy la vuelta para no decir algo con lo que después pueda arrepentirme.

  • ¿De qué vas tú? – me pregunta ahora él enfadado - ¿quién te crees que eres para que después de un año vengas indignada y luego me hables así? – vuelve a decirme.
  • Eres de lo que no hay – respondo mientras me doy la vuelta – no estoy aquí por ti Marco – le digo mientras me acerco a él – estoy aquí por tu padre – sus ojos se abren de la sorpresa al mencionar a Gilberto – tu padre me ha llamado preocupado por lo que estás haciendo con tu vida, suplicando que viniera a hablar contigo para que reacciones – digo sincera - ¿pero sabes qué? – le pregunto – creo que no merece la pena hablar con alguien que se pasa la vida de discoteca en discoteca, de fiesta en fiesta. ¿Qué hay del chico que luchaba por sus sueños? – le digo mientras pongo mi dedo sobre su pecho – Porque yo no lo veo. Este Marco no es el que yo conocí, este no es el Marco de verdad – digo ya triste mientras le miro a los ojos – Yo no quiero este Marco, nunca pensé que tendría que decir esto pero… Si te viera ahora tu madre… - tras oír esas palabras sus ojos se aguan y le veo tragar saliva con fuerza – lo que sí que sé de seguro es que me has decepcionado Marco, mucho – le digo mirándole a los ojos diciéndole toda la verdad.

Veo como una lagrima traviesa cruza su cara y después me doy la vuelta separándome de él. Tras dar unos cuantos pasos me giro para poder mirarle.

  • Date prisa en cambiarte – le digo con tono suave – tú y yo tenemos muchas cosas de las que hablar. No me hagas esperar o te juro que me voy y te dejo solo a tu suerte – le digo con la intención de que espabile y se dé cuenta de lo que está haciendo con su vida.

Le veo asentir y sale casi corriendo hacia el vestuario para cambiarse. Mientras salgo del edificio y me apoyo en su coche para esperarle. Veo como poco a poco comienzan a salir los jugadores, algunos me saludan a lo lejos pero Sergio, Nacho, Lucas e Isco se acercan a mí.

  • Madre mía niña, sí que has vuelto pisado fuerte – me dice Isco mientras se ríe – me alegro de verte de nuevo – me dice mientras se acerca a mí para abrazarme.
  • Yo también me alegro de verte – respondo cuando nos separamos.
  • Le hacías falta – me dice Sergio mientras me saluda.
  • Sí – dice ahora Lucas – te echaba de menos – termina de decir mientras pasa uno de sus brazos por mis hombros.
  • A ver si consigues sacarle del pozo en el que se ha  metido – me dice Nacho – creo que necesitaba que alguien importante para él le dijera qué está haciendo las cosas mal y que tiene que cambiar – termina de decir para después abrazarme.

Justo en ese momento aparece Marco por la puerta del edificio, buscando con la mirada alguien hasta que se posa sobre mí. Camina con rapidez hasta llegar donde nos encontramos.

  • Bueno… - dice Nacho – nosotros ya nos vamos – sigue diciendo mientras se despide con la mano.
  • Nos ha alegrado verte de nuevo María – me dice Sergio con una sonrisa.



#7986 en Fanfic
#45500 en Novela romántica

En el texto hay: marco asensio, marcoasensio, asensio

Editado: 25.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.