Despierto lentamente mientras escucho el latido de un corazón. Me revuelvo en la cama y noto que estoy sobre alguien. Una sonrisa aparece en mi cara cuando recuerdo el día de ayer. Fue tan especial, tan mágico, tan nuestro… Y a la vez me muero de vergüenza por todos los sitios en los que hicimos el amor.
Me incorporo un poco y miro como Marco duerme mientras sus manos me retienen contra su cuerpo. Miro hacia debajo y veo que ambos seguimos desnudos, desnudos y enredados en las sábanas. Acaricio lentamente el pecho de Marco y dejo pequeños besos hasta que le siento moverse bajo mí.
Sus ojos se abren lentamente mientras me aprieta más fuerte contra él. Su sonrisa ilumina toda la habitación y se inclina hacia mí para besarme.
Marco asiente y se mete en el baño. Al cabo de unos minutos escucho el sonido del agua caer y me estiro en la cama mientras pienso en todo lo que paso ayer y antes de ayer. Ahora soy su novia y parece que todo nos va a ir bien, que todo está en su sitio y no puedo sentirme feliz por ello.
Marco sale del baño enrollado en una toalla sobre su cintura y se apoya en el marco de la puerta y me mira, mordiéndose el labio inferior.
Entro al baño y voy directa a la ducha. Dejo mi mente en blanco mientras el agua cae sobre mi piel. Imágenes de los días vuelan a mi mente y no puede evitar sonréir. Al salir de baño me seco con la toalla y voy hasta la habitación a buscar algo para ponerme. Cuando termino, me miro en el espejo dándome el visto bueno. Voy hasta la cocina y me encuentro con Marco terminando el desayuno. Me acerco hasta él y paso mis manos sobre su cintura, pegando mi cuerpo a su espalda.
Dejo un beso en su mejilla y espero paciente en la mesa a que coloque el desayuno. Desayunamos tranquilamente mientras hablamos de todo un poco. Finalmente recogemos todo y espero a que Marco coja la bolsa del entrenamiento para dirigirnos a Valdebebas. Durante el camino vamos escuchando música, mientras una de sus manos se posa en mi pierna. Al llegar muchos fans se agolpan en la entrada pero Marco no para ya que llega tarde.
Me río porque sé que llega tarde y voy en camino al campo para sentarme en las gradas. Allí se encuentran Sara y Pilar, por lo que camino hasta ellas. Al llegar me saludan sonrientes y nos ponemos al día. Vemos a los chicos entrenar y más de una vez Marco me pilla mirándole fijamente a lo que me responde guiñándome el ojo.
El entrenamiento termina y se acercan los chicos a nosotras. Marco llega hasta a mí y me coge de la cintura, me atrae a él y me besa con pasión. Ahí delante de todo el mundo, pero a pesar de mi vergüenza le correspondo, dejo que su lengua traviese entre mi boca. Al separarnos por falta de aire oímos silbidos y risas de los compañeros de equipo.
Marco me da otro beso pero más corto y camina al vestuario para cambiarse. Mientras le espero en la salida con las chicas. Cuando termina se acerca a mí y rodea mi cintura con su brazo para después depositar un beso en mi sien. Nos despedimos de todos y nos subimos en el coche.