Son las 2 de la madrugada. No he podido dormir, no paro de pensar en los sucesos de la noche anterior, me muevo de un lado a otro en la cama, hasta que me aburro aún más y decido quedarme tumbada boca arriba, mirando el techo.
«No he vuelto hablar con Chris»
Pienso en enviarle un mensaje, o llamarlo pero ¿es muy tarde o muy temprano para eso?. Antes de tomar una decisión me encuentro de pie y con el teléfono en la mano, marcando el número de Chris.
«Pinches dedos locos».
Tono 1...
Tono 2...
Tono 3...
Ton...
—¿Hola? – dice con sexy voz ronca.
— Eh. Hola — me quedo en silencio y me siento lentamente en el borde de la cama.
En primer lugar «¿Para qué lo llamé?»
—¿Isa? ¿Estás bien? — pregunta luego de un minuto de silencio por mi parte y suena preocupado.
— Sí...
— Deja de hacer eso — dice.
— ¿Hacer qué?
— Fingir que estás bien — me quedo boquiabierta — no tienes que fingir conmigo, loquita.
— No estoy fingiendo — respondo mientras me muerdo las uñas.
—¿Segura? —inquiere.
— A ver, ¿Por qué no lo estaría? — digo.
— Porque no llamas a alguien a las 2 de la madrugada, solo para decirle que estás bien ¿O sí? — dice completamente seguro y su voz.. su voz, es como música para mis oidos.
— Ehmm, ten... Tengo que colgar —tartamudeo en un susurro.
— Nos vemos luego, loca — asiento con una estúpida sonrisita en mi cara, como si él pudiera verme.
— Adiós, idiota — no tienes porque decirme justo lo que pienso — disculpa por hacerte perder el tiempo hablando conmigo.
—No estoy perdiendo el tiempo hablando contigo — dice con voz grave y pesada— Te quiero — balbucea y cuelga la llamada.
«¿Acaso... Acaso él dijo: "te quiero"?»
💀💀💀💀💀
— Hola! Isabella! — dice la voz de una pelinegra conocida, está acercándose.
— Holaaa Roxanne ¿Cómo estás? — sonrió.
— Yo muy bien ¿ y tú? — susurra inclinandose a mi oído y me parece gracioso.
— Jajaja ¿Por qué susurras? — le digo en el oído también.
— Te tengo un chismeee — chilla y se calla de golpe cuando ve venir a Chris.
— Pero.... Jumm.
— ¡Hola!, Señorita — saluda a Roxie y hace una reverencia — Hola loquita — me saluda y me engancha una mirada que no logro descifrar, me sonrojo al recordar nuestro beso y la llamada en la madrugada.
— Hola, idiota — sonrió. Roxanne nos está viendo por el rabito del ojo y empieza a toser dramáticamente.
— Hay tensión en el ambiente — tose de nuevo Roxie y aparato la mirada de la de Chris.
— No sigas Roxie — decimos Chris y yo en coro. Me sonrojo y nos vemos nuevamente, ignorando a Roxanne por completo.
— Chicoooos — canturrea Roxanne y chasquea los dedos frente a nosostros.
— ¿Qué? — la miro riéndome.
— Nada, nada — levanta las manos en el aire y finge inocencia — tenemos clase y justo va entrando el profesor Gutiérrez al salón.
— ¡Mierda!
Corremos hacia el salón y logramos entrar antes que el profesor de física, el profesor Gutiérrez, cierre la puerta y no permita el ingreso de más estudiantes a su clase.
Nos sentamos en nuestros sitios, Roxanne y Chris a ambos lados, y yo en el medio, pos supuesto.
La clase transcurre con normalidad y dejo pasar las miradas furtivas de Chris y su sonrisa distractora.
— Bueno, eso es todo por hoy, pueden ir a la cafetería o a la biblioteca mientras se preparan para la segunda clase — anuncia el profesor Gutiérrez — y prepárense para un examen la próxima semana, jóvenes.
El profesor es de piel bronceada, ojos negros y cabello oscuro. Es mayor que nosostros los estudiantes, pero es el más joven de los maestros de la secundaria.
— Ptss— llamo a Roxie — y este donde anda? — señaló con el dedo gordo de la mano en dirección a la silla vacía de Chris.
— Pos me imagino que en el baño — se encoge de hombros — yo que sé — me río.
—Ok — pongo los ojos en blanco.
— Oye, ptss — me silva Roxanne — te tengo chismeeee — chilla.
— Vamos a la biblioteca.
Nos levantamos de nuestros puestos y nos dirigimos a la biblioteca.
— Cuéntamelo todo — digo a la par que nos ubicamos en una de las mesas.
— ¿Adivina?... — pongo los ojos en blanco.
— No lo sé tú dime, primero me dices que tienes un chisme y luego me pones adivinar — me río fuerte y la bibliotecaria nos regaña.
Nos reímos por lo bajo.
— Bueno, te contaré... Creo que Chris está enamorado o algo así — suelta y yo me quedo alucinando.
— Ya — consigo articular.
— ¿Ya? ¿Eso es todo lo que dirás? — dice con sarcasmo.
— Espera, ¿Qué se supone debo decir? — frunzo el ceño.
— No sé, creí que tú y él, ya sabes... ¿Tenían un... Rollo? — dice con timidez mientras se da un manotazo en la frente — que tonta soy.
— No vuelvas a decir eso.
— ¿El qué?
— Que eres tonta, solo te equivocaste, tonta jajajaja — digo a son de broma.
— Ja ja — pone los ojos en blanco — que contradictoria.
— ¿Y.. que más sabes? — indago — ¿Él te ha comentado algo? — asiente.
— Sí — frunce el ceño — me dijo que la chica misteriosa, bueno, así la llamo yo, porque, vamos, ¡ni siquiera la conozco!.
— Shh, bajen la voz, están en una biblioteca — nos dice la mujer de unos 50 años.
— Dice que ella lo llamó — dice ignorando completamente a la mujer encargada de la biblioteca.
Suena la campanilla, anunciando la segunda clase del día y nos dirigimos al salón. Chris está ubicado en su sitio y cuando hacemos contacto visual me sonríe.
Las palabra de Roxie se quedan grabadas en mi mente:
"Crhis está enamorado o algo así"
"Ella lo llamó"
«¿Entonces lo de "te quiero" no era para mí?»
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Editado: 22.04.2022