Amor Eterno

Cap 16.

Entro a mi casa y veo a mi papá quien me da un abrazo y se disculpa por todos estos años que me ha ido alejando poco a poco de él, que ha deteriorado muestra relación luego de la muerte de Nick y me brinda una disculpa sincera y me jura que cambiará para bien su trato conmigo.

Pero eso no sucede...

— ¿A dónde vas? — le pregunto a mi papá que está arrastrando dos maletas negras.

—¿A dónde crees? — dice con tono frío.

Me está jodiendo ¿verdad? — ¿Respondiendo una pregunta con otra, eh? ¿Acaso soy adivina o qué? — refuto.

—Cierto, olvidaba tu verdadera rol.

Vaya, y yo que creí que la más afectada por la muerte de Nick era yo, pero veo que me equivoqué.

— Claro, olvidaba que soy una criminal, culpada por asesinar a tú hijo perfecto ¿No?.

— No dije eso — se defiende.

— ¿Qué más da? Que lo insinues es lo mismo Dr. Dereck — volteo los ojos.

— Como sea.

Entonces hago la pregunta que siempre quise — ¿Por qué, papá? — sube sus ojos a mi rostro.

— ¿Por qué qué?

— ¿Porque cambiaste tanto? — la rabia y decepción palpable en mi tono.

— No lo hice.

— Claro, olvidaba que eras tú quien me leía historias cuando llegaba cansado de haber trabajado todo el día, el que nos inventaba alguna excusa para compartir en familia y hablaba con Nick — digo irritada.

— No recuerdo nada de eso — Auch.

— Esperaba más de tí papá, de verdad lo hacía, pero ya veo que mi mamá siempre tiene razón ¿No?

— ¿Respecto a qué? — su voz no muestra ninguna expresión y su gesto es glacial.

— A todo, a que.... — no puedo ni siquiera decir lo que tengo en mente, las palabras se atoran en mi garganta — ¿Para qué sigo hablando contigo? ¿Te vas no? — asiente — adiós — mi tono suena más frío de lo que esperaba, sorprendiendonos a ambos.

—Adiós, hija — me da una sonrisa de boca cerrada la cuál no devuelvo.

Pasa por mi lado con la vista fija en el piso — Espero que cambies de actitud papá, nunca es tarde para cambiar — hablo desde lo más profundo de mi corazón, con la esperanza de que mis palabras causen un efecto positivo en él — ¿Lo sabes, no? — asiente.

Abre la puerta y me mira sobre su hombro — Gracias, espero que así sea — y con eso se va, dejándome ahí, de pie.

Te esperaré papá, lo haré.

Sigo mi camino dentro de la casa y me encuentro con mi mamá sentada en la isla de la cocina de espaldas a mí.

Gira su cara en mi dirección, sus ojos rojos y semblante triste —Hola mami.

— Mi niña — su voz ronca — hola.

Me acerco y la abrazo por detrás, mientras ambas lloramos en silencio, porque mi padre por mucho tiempo fue un exelente padre y esposo, a pesar de siempre querer controlar el ámbito educativo de Nick y el mío, pero eso no le quita lo bueno que fue por mucho tiempo.

— Sé que ahora es duro mamá, pero va pasar — levanta su cara y sus ojos buscan los míos — tiene qué..., él necesita tiempo —le doy una sonrisa sincera.

— Eso espero, eso espero.

— ¿Mami...?

— ¿Sí?

Jugueteo con mis dedos sobre mi estómago, nerviosa — Podemos... Hemm... Hablar.

— ¿De?

De chicos, ¿no es obvio?

Me pongo roja como un tomate — De Chris — digo dudosa.

— Vale, ¿vamos al sofá? — asiento.

Nos encaminamos al sofá ya más calmadas y nos ubicamos una al lado de la otra, pero yo pongo un corta distancia entre nosotras recostando mi espalda en el brazo de este.

— ¿Y de qué quieres hablar exactamente?

Bueno, luego de la discusión de la perfect family, pues bueno, no pude dormir y llamé a Chris, que por cierto me besé con él y no sé, exactamente como sentirme al respecto, pero bueno, ah y hoy le hablé sobre Nick y lloré en su hombro, ah y también su mejor amigo me besó y lo abofeteé, pero luego discutieron y no me dijeron la causa, pero lo dejé pasar, ah y tampoco hablamos ese día de la fiesta, estás desactualizada.

Casual ¿No?.

No, no puedes decirle eso.

Gracias consciencia entrometida.

— ¡Ya te dije mamá! — digo divertida.

— Te escucho — me da una sonrisa y me invita a hablar, sus ojos un poco hinchados por el llanto.

— Bueno, ya les hablé de Chris ¿Recuerdas?

Asiente — Sí — hace una pausa mientras trata de recordar algo — Chris Evans, dijiste que se llama ¿No?

— No, es Chris Woods — siento como sube el calor a mis mejillas — ¡Chris Evans es el actor, mamá!

— Ajá... — me guiña un ojo — tuve que dejarlo para que siguiera su carrera de actuación — dice suspirando.

— ¡Mamá! — nos reímos tanto que me duele la barriga.

— Ya lo dejo, bueno dime qué me ibas a decir — por lo menos se rió, papá y mamá, ambos necesitaran tiempo para muchas cosas.

— Adivina.

— No lo soy — dice como si fuera obvio.

— Hablé sobre Nick hoy — su sonrisa de desace un poco.

— ¿Y...? — dice preocupada.

— Se sintió bien ¿Sabes? — vuelve a sonreír, mientras meneo las manos en el aire — no sentí presión de hacerlo, solo quise decirlo y lo hice.

— Estoy orgullosa hija — se le aguan los ojos nuevamente.

— Shh, me vas hacer llorar de nuevo — le digo, tratando de respirar bien por mi nariz congestionada.

Nos reímos mientras sonamos como motor de camión viejo, por culpa de nuestras narices tapadas.

*****

— Entonces le dijo: que haces imbécil! — dice Roxie — pero luego el chico la empotró en la pared del callejón y le dió un beso... Hemm... Tú sabes — sonrió inocentemente.

Me estaba relatando una pelea de una pareja que iba por la calle y no pudo evitar mirar la escena y ahora está relatandola sin cansarse.

— Ujum...

—  Luego ella lo cacheteó y ¡wow se armó la tercera guerra mundial, pero candente!, ¿me entiendes?— se calla de golpe y me mira — ¡¿Me estás escuchando?!  — me sobresalto y casi se me cae el teléfono del susto por el grito que pegó cerca de mi oído.




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