Amor Eterno

Cap 19.

Isa.

Le conté a la chica azabache los sucesos con Chris, dijo que era muy mal amiga por ocultarle, según ella; "los jugosos detalles".

¿Puedes creerlo? Me indigné, pero no sé lo dije, pues Roxanne tenía razón ....o no?

†*†*†*†*†
 


- Hey, espera- me llamó un rubio a mis espaldas.

- Hey - me detengo a esperarlo.

-¿Hacemos el trabajo en equipo de física? - propuso.

Mi cara se iluminó.

- ¿¡Bromeas!? - me lanzó hacia él, dándole un abrazo en agradecimiento-, Es lo mejor que me ha pasado en semanas - no tenía idea de cómo iba a realizar el dichoso trabajo de esa materia, particularmente odiosa -. Créeme que lo es.

- Ok, ok - sonrió pícaramente- sabes que también podrías darme las gracias con ¿Un beso en la mejilla?

Me sonrojé.

- Si gustas... - asintió frenéticamente, sin dejar de sonreír.

Me acerque más a Woods y cuando mis labios estaban a punto de impactar en su mejilla, alguien carraspeó.

Seguro es el hastioso de Jones. Pensé.

Pero no era él, era Ferman. Chris cambio su semblante juguetón a uno extremadamente serio. Me reí para mis adentros. Era realmente divertido ver cómo Chris se ponía a la defensiva con un chico como Ferman.

Ferman es bisexual, o eso tengo entendido.

Tienes competencia.

Cállate.

Ok, te lo dije.

- Hasta mañana, chicos - miró a Chris y sus mejillas adquirieron un tono carmesí - Hola Chris. Adiós Chris - dicho eso se dió media vuelta y se marchó rápidamente.

- Qué sujeto tan raro - comentó Chris a mi lado.

- Debo irme, nos vemos en mi casa a las 2:15 pm ¿Ok? - asintió. Le di un beso en el cachete a la velocidad de un rayo.

- Nos vemos, hermosa - sonrió, haciendo que se marcará un sexy y provocador hoyuelo en la parte derecha de su mejilla

Qué socarrona.

(●♡∀♡)(●♡∀♡)(●♡∀♡)(●♡∀♡)
 


 

- ¡Hola mamá, ya llegué! - grito mientras ingreso a mi casa, luego de la jornada escolar.
 


 

Silencio.
 


 

- ¿Mamá? - de nuevo un silencio ensordesedor - ¿Hola?.
 


 

Nada.
 


 

Una sensación desagradable se instala en mi pecho, haciendo que mi corazón bombee velozmente.
 


 

No, no, no. Pensé.
 


 

De nuevo el miedo recorriendo mi cuerpo. Recordándome el accidente junto a mi hermano. 
 


 

Mi respiración comenzaba a fallar.
 


 

No tengas un ataque de pánico Isabella, no ahora.
 


 

Respira. Todo estará bien.
 


 

Dejé caer mi mochila al piso y corrí escaleras arriba. Mi mamá estaba tendida en el piso con un golpe sangrando en la frente.
 


 

Me acerco a ella rápidamente, angustiada, a punto de hiperventilar.
Mis pulmones arden, exigiendo la falta de oxígeno, pero no puedo calmarme.
 


 

- Mamá - sollozo - despierta mamá.
 


 

«- ¿Por qué no ha venido a verme, mami?
 


 

Ella sollozó con fuerza. También yo, sin comprender la situación del todo. No me gustaba verla llorar.
 


 

- Porque.. él se fué al cielo ¿Lo entiendes verdad? - me explicó. Me acariciaba el cabello como un cachorrito.
 


 

- ¿Y va a regresar del cielo algún día, mami? - pregunté de nuevo.
 


 

Estábamos en el hospital, yo estaba en una camilla, con una destroza en uno de mis brazos, mi mami está sentada a mi lado.
 


 

- No cariño. Ahora es un ángel -. Sonrió con los ojos acuosos.
 


 

Mi papá no quería verme. Lo sentí.
 


 

-¿Dónde está papá, mami? - me miró con duda de que respónderme en sus ojos azules.
 


 

- Tú papá está... Fuera, está vigilando que tú hermanito suba al cielo, mi amor - respondió. »
 


 

Mi teléfono suena, sacándome de mi ensimismamiento, es Chris Woods quien llama. Respondo.
 


 

- Chris llama una ambulancia.... ¡Llámala! - me escocian los ojos por el llanto - por favor ¡Llámala!.... - solloce, estaba comenzando a temblar, tengo miedo de perder a mi mamá, y mi papá, cómo siempre; no estaba en casa - m-mi mamá... Es-está en el p-piso. Por fa-favor llama.
 


Estaba sudando, temblando y mi corazón bombeaba más fuerte.

- ¿Nena estás bien? ¿Qué pasó? - preguntó preocupado - ya voy a llamar a la ambulancia, espérame en la línea ¿Sí?
 


 

No pude responder, lo único que hacía era repetir mi mantra:
 


 

Respira...
 


 

Estará todo bien...
 


 

Tú estás bien...
 


 

Ella también lo estará...
 


 

Respira...
 


 

Logré controlar mi respiración, cuando tocaron a la puerta, me levanté un poco entumecida, bajé velozmente las escaleras y abrí la puerta. De inmediato ingresaron paramédicos.
 


 

-Esta arriba, primer puerta a la izquierda - subieron, perdiendose de mi campo de visión.
 


 

- ¿Estás bien? Hey, mírame - su voz sonaba calmada.
 


 

Lo miré, me miró, y, de nuevo, empecé a llorar frente a él.
 


 

Se acercó a mí. Me abrazó, consolandome.
 


 

Sentí una calidez agradable, reconfortante, tranquilizadora y muy abrasadora.
 


 

- Ella.. yo... Estaba... - tenía la nariz tapada de moco y no articulaba nada coherente. Me dedique solo a llorar.
 


 

- Shhh. Ya, está bien, estará bien -. Me acariciaba el cabello como un cachorro.
 




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