Amor Eterno

Cap 22.

¡Pero que estúpida soy!
¿Cómo voy a responder "sí", sin haber escuchado la pinche pregunta?
Seré pendeja.

De camino a mi casa me encuentro con el chico de ojos verdes y pelo oscuro.

—Hey...—¿Cómo sigue tú mamá?

— Hola Ferman, está mejor, gracias por preguntar —caminamos a la par.

¿Qué ropa me pondré?

¿Será que me pongo el vestido negro, ajustado al cuerpo, con una sola manga en el brazo derecho y espalda afuera...mmmm..¡Ah sí! Y lo combinó con unos tacones rojos o negros?

¡Negros!

—Estaba pensando en ir a visitarla —habla Ferman, sacándome de mi duda existencial en este momento. se rasca la nuca.

—Claro, voy para allá ahora —una idea ronda por mi cabeza— ¿De dónde conoces a mi madre? —se encoge de hombros y no responde.

Tendré que averiguarlo yo misma.

—¿Irás hoy a la fiesta?— me pregunta.

—Sí... ¿Tú vas?

— No lo sé —nos acercamos al bus y nos subimos.

—¿Por qué? —pregunto.

—Porque me voy a ocupar, papá tiene hoy una reunión en el hospital o algo así —papá..

No he hablado más con él ¿Cómo puede irse así como así? ¿Cómo pudo ser capaz de no asomarse en la habitación del hospital y preguntar por mi madre?

¿Realmente le importamos? O ¿Simplemente fue una farsa bien actuada?

¿Tú padre es doctor también? —aparta de inmediato la mirada.

— Sí.. ¿Y el tuyo?

— Sí, trabaja en el hospital central —informo— ese en dónde estaba mamá hace poco.

—Ahh sí —rasca nuevamente su nuca.

El resto del camino lo pasamos en silencio, un silencio incómodo para él.

🤸‍♂️🤸‍♂️🤸‍♂️🤸‍♂️🤸‍♂️
 


 

— ¿Cómo estás mamá? 
 


 

Digo entrando a la casa en compañía de Ferman.
 


 

— Hola hija, hola Ferman — saluda mamá.
 


 

—¿Cocinaste mamá? —la miro incrédula— debes estar en RE-PO-SO —pongo mis brazos en jarra.
 


 

—Solo hice un poco de pasta —rueda los ojos— no es para tanto, dramática.
 


—Entiendo que sepas y que te guste cocinar, pero no puedes estar en la cocina, debes estar en tu cama —la regaño.

— Ya está bien, ¿En serio me veo como tú cuando te regaño?— pregunta indignada.

— Obvio —exagero— pero peor.

Ferman a mi lado se ríe por lo bajo.

—Oye tú—deja de reír— no me has dicho de dónde se conocen....no se me olvidará tan fácil —advierto.

Él intercambia rápidas miradas con mamá.

— Luego te cuento —responde mamá suspirando con pesar.

No olvides que viene Roxie alistarse contigo para la fiesta.

No.

Y pídele permiso a tú mamá.

Sí.

— ¡Ah! Mamá me invitaron a una fiesta hoy ¿Puedo ir?

— Claro, pero ¿Quien viene por ti?

Me sonrojó antes de responder —Ch... Chris —mamá me mira divertida— ¡Pero también viene una amiga! —suelto apenada — viene arreglarse conmigo y obvio te la presentaré.

— Mmmm ¿eso es lasagna sra Barros? —pregunta Ferman, olfateando el aire.

— Así es.

—¿Cómo olvidar el olor de su comida?

Un momento. ¡¿Cómo así?! ¿Que quiso decir con eso?

— Isa —relajo mi ceño fruncido — que vengas a la mesa.

— Sigan ustedes, ya yo voy.

( ꈍᴗꈍ) (。•̀ᴗ-) ✧(≧▽≦)
 


 

— ¡AHHHHH! —grita la chica junto a mi.
 


 

— ¡AHHHHH! ¡NO PUEDE SER! ¡NO LO ENCUENTRO!!
 


 

— ¿BUSCASTE BIEN?
 


 

—¡SÍ Y QUÉ CREES, NO LO ENCUENTRO, NO ESTÁ! —me jalo el cabello frustrada.
 


 

— Respira, cálmate, respira, respira — me dice Roxie.
 


 

— Está bien, está bien, todo está bien, todo está en orden, el vestido aparecerá, debe aparecer —digo para calmarme.
 


 

El maldito vestido no aparece por ningún lado, estoy segura de que la semana pasada lo ví allí, en el pinche closet.
 


 

Aarghhhhh
 


 

Respira...
Calma...
1...
2...
 


 

— Isa —mamá entra despreocupadamente en mi habitación, con el vestido en la mano— Lavé tu vestido y aquí está —me da un beso en la frente mientras que lo tira en la cama.
 


 

—Pero yo lo vi en el closet —digo enfurruñada.
 


 

—Pero viste otro, porque este no lo has estrenado, recuerda que cuando lo ibas a usar, todo se canceló.
 


 

Oh, claro, lo había comprado para usarlo en la prestigiosa cena de papá, la cuál nunca hubo oportunidad de ir, porque justo ese día, mamá decidió echarlo de la casa.
 


 

No es que la esté culpando a ella, no. Solo que aún no sé que carajos hizo mi padre para que mamá reaccionara así, y en parte me alegro que ya no esté tan triste y desanimada por su ruptura.
 


 

Además debe estar en reposo por unas semanas...
 


 

—Oh, sí. Gracias ma.
 


 

—De nada cariño —mira a Roxie— Hola.
 


 

— Ah...ese pequeño detalle, mamá —que vergüenza— olvidé presentarlas —sonrio inocente— mamá, ella es Roxie. Roxie, ella es mamá —las presento de rapidez.
 


 

— Mucho gusto señora...
 


 

—Malia, me llamo Malia, no me digas señora, querida, me hace sentir vieja —mamá la abraza dulcemente— y el placer es mío. Bueno las dejo para que se arreglen rápido, ya casi es hora.
 


 

¡Mierda, mierda, mierda!
 


 

Apúrate Roxie —la empujo frente al espejo para que comience a maquillarnos.
 


 

— Cálmate —se burla— no es como te fueras a casar —rueda sus pozos sin fondo.
 


 

Me sienta en la cama, en el escritorio que está junto a la ventana coloca todos sus maquillajes y comienza hacer su trabajo.
 




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