Amor Eterno

Capitulo 2º Destino incierto

Sofí invitó a Estefan a conocer la Toscana; él aceptó encantado. Le gustaba mucho Italia y no conocía esa parte del país.

Estefan reservó una habitación en un hotel en la Toscana.

Disfrutando de una céntrica ubicación en Siena en el hotel BNB Recidenza D Época IL Casato.

Quedaban todos los días; cuando salía de estudiar Sofí, le enseñó parte de la Toscana.

Sofí le contó a su abuela Paola que había conocido a un chico que vivía en Mónaco.

—No te hagas muchas ilusiones, Sofí; te brillan los ojos, hija, te estás enamorando de él —dice Paola.

—¡No, abuela! ¿Cómo puedes decir eso? ¡Apenas nos conocemos! —Contestó Sofí.

—Como si no te conociera, olvidas que te he criado, cuando solo eras una niña. No quiero que sufras, mi niña —dice Paola.

—No te preocupes, abuela, solo somos amigos; el tiempo dirá si llegamos a algo más —contestó Sofí.

—¡Está bien! —Sofí —dice Paola.

Sofí salió de la casa, pensando en lo que su abuela le había dicho; en algo tenía razón: Estefan le gustaba, y mucho... No me puedo enamorar de él se dijo para ella misma, había quedado con él.

—¡Hola, Estefan! Perdona por mi retraso, mi abuela ya sabes...Dice Sofí

—¡Hola, preciosa! No te preocupes, estaba mirando unos emails. ¿Cómo te fue el día en la universidad? Se nota que te gusta el arte...

Estefan no le había contado mucho de su vida, ni tampoco a qué se dedicaba. Había sufrido por amor, y ahora iba con mucho cuidado. Sabía que Paola era una chica guapa, simpática y sincera, pero acababan de conocerse.

—¿Me gustaría hacerte una pregunta? —dice Estefan.

—¡Sí, claro, pregúntame! ¿Qué es lo que quieres preguntarme?

—Como una chica como tú, preciosa inteligente, ¿Esta tan sola sin pareja? ¿Es porque tú no quieres? O es por otra cosa... —dice Estefan.

—No he conocido a alguien especial; te parecerá una tontería y creerás que soy tonta, pero todavía pienso en encontrar el amor de mi vida, aunque mis padres no lo consiguieron —dice Sofí.

—Lo entiendo, muy bien, yo también creo en el amor, que es para toda la vida, aunque hoy en día sea muy complicado y difícil. No es fácil encontrar alguien con el que tener algo en común y sobre todo ser sinceros y respetarse. —Le dice Estefan.

—¿Y tú por qué estás solo? —Un chico como tú... —dice Sofí.

—Digamos que no tuve mucha suerte en el amor, y ahí sigo...

—Prefiero estar solo que mal acompañado.

Sofí en ese momento se quedó pensativa, no le contestó… Ese chico le gustaba, y parecía no importarle a él nada; prefirió cambiar de tema.

—¡Ya te quedan pocos días aquí! —Espero que lo hayas pasado muy bien. Vuelves a la rutina de tu trabajo, ¿no? —dice Sofí.

Él se quedó un poco parado; se dio cuenta de que Sofí había cambiado de conversación muy rápido, y a Estefan le gustaba Sofí desde el primer día que la vio, pero se mantenía un poco distante.

—¡La verdad que sí, me queda muy poco, me va a ser duro irme ahora! —contestó Estefan.

Le tiró una puntada directamente, para ver cómo Sofí racionaba.

Estefan es un chico de cabello rubio, de unos ojazos azules como el mar, una mirada intensa, de esas que quitan el sentido, alto atlético y bien definido, una hermosa sonrisa que dejaba ver unos dientes muy blancos y perfectos. Es un chico divertido y muy bromista...

—¡No creo! Allí estarás muy bien, y tendrás alguna amiga especial, cuando te vayas de aquí te olvidaras de mi—contesto Sofí.

—¡No, señorita! —Te equivocas conmigo, no soy de esa clase de chico, no me gustan las amigas con derechos, ni tampoco ir de flor en flor; soy de tener pareja estable —dice Estefan.

—No quería molestarte, lo decía porque hoy en día es así, yo también soy así, esa es una de las razones por las que estoy sola.

—¡No, tranquila! No me molestaste, para nada me voy a olvidar de ti, Sofí. Lo que me gusta de ti es que eres una chica que va de frente, es lo que más me atrae de ti —dice Estefan.

Sofí se le pusieron las mejillas coloradas, le ardía la cara, y lo peor, no sabía dónde meterse.

Estefan la miró, sorprendido... Como una chica tan linda tenía tanta vergüenza, eso significaba que no estaba acostumbrada, y todavía eso le gustaba más; solamente le tendría que expresar lo que sentía.

—¡Sabes una cosa! —Me gustas y de verdad, Sofí, nos podemos ir conociendo más, y quién sabe… —dice Estefan.

—¿Y la distancia? ¿No será un problema? —Tú estás en Mónaco, estás lejos, Estefan —dice Sofí.

—¡No creo! —Que eso sea un problema, cuando alguien ama a otra persona no hay distancia que los separe; el amor es así incondicional, solo tiene que haber confianza, sinceridad y respetarse, poder hablar de todo y no callar cuando haya un problema —contestó Estefan.

—¡Lo sé, Estefan! —Tú también me gustas y mucho. ¡Te tengo que confesar algo! —dice Sofí.

—¡Qué pasa! —Desconfías de mí —contestó Estefan.

—¡Para nada! Estefan, creo que me estoy enamorando de ti...

Estefan se quedó, por primera vez, sin palabras, eso era raro en él, era un chico atrevido, se le acercó, la agarro por la cintura, y la atrajo hacia él, y beso sus labios suavemente...Le susurro al oído ¡Me vuelves loco preciosa!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.