Amor Eterno

Capitulo 7º Es mi destino

Paola salió del hospital; necesitaba reposo y descanso. Sofí la llevó a casa.

Estefan fue a visitar a Paola. Iba a ser la primera vez; estaba muy nervioso, era la primera vez que la veía, y conocería a la abuela de Sofí. Le tenía que gustar, para ella era muy importante.

Compro una cajita de cassatina siciliana de regalo para Paola y un ramo de rosas rojas para Sofí.

Sofí abrió la puerta, y él se le acercó a dar un beso; ella se puso colorada. Su abuela los estaba viendo desde el sofá de la sala.

—¡Hola, amor! ¿Cómo estás, princesa? Tranquila, le susurró: "¡Puedo pasar!".

—¡Sí, claro, perdona! Pasa estas en tu casa. ¡Vamos, entra! —Te presento a mi abuela Paola Caruso Mancini —dice Sofí.

—¡Mucho gusto, Paola! Yo soy Estefan Santoro, su nieta me habla mucho de usted; le he traído un pequeño regalo, espero que le guste —dice Estefan.

—Siéntate a mi lado, joven, para que te vea bien. Gracias por el regalo, mi nieta me habló de ti... —Solo te pido algo, Estefan —dice Paola.

—¡Dígame, señora! —respondió Estefan.

—Quiero que cuides de mi nieta, es lo que más quiero; la he cuidado y protegido de todo en esta vida. Ahora ella está enamorada de ti, y espero que tú la cuides y protejas con tu vida si fuera necesario. ¿Entiendes, hijo?

—¡Por supuesto que sí! —La quiero con toda mi alma, y no permitiré que nada ni nadie le haga daño, eso se lo juro por mi vida, señora Paola Caruso —contestó Estefan.

Las palabras del joven tranquilizaron a Paola; ella es mayor y ahora sabe que el joven la ama y que, cuando ella no esté aquí, su pequeña Sofí estará con alguien que la ama y cuida para siempre. El miedo que tenía Paola ya había terminado...

Al cabo de un rato, Estefan se despidió de las dos.

—Bueno, amore, me voy ya para el hotel; mañana temprano tengo que coger el tren. Ha sido un placer conocerla, señora Paola —dice Estefan.

—Fue un placer, joven —contestó Paola.

Estefan se agachó para dar dos besos a Paola.

—Cuídate, joven, ve con cuidado, acompaña a tu novio a la puerta, Sofí —dice Paola.

—¡Vamos, Estefan! —Le caíste muy bien, a mi abuela —dice Sofí.

—¡No esperaba menos! Jajaja, sí, la nieta me tiene loco... Tu abuela me gusta; se nota una mujer que ha sido luchadora y trabajadora, y eso es digno de admirar. ¡Además te pareces a ella un montón! Y le guiñó un ojo.

Estefan la agarró con sus grandes manos por la cintura y la alzó en vuelo...

—Mi bella princesa, tengo planes para los dos, ahora no te puedo contar, pero pronto, si me sale bien, te daré una sorpresa...

—Porque… —Tu amor me inspira, tu ternura me conmueve y tus besos me enloquecen, amor —dice Estefan.

Sofí lo abrazó y besó sus labios carnosos y sensuales, que la volvían tan loca...

Se despidieron entre besos, caricias y deseos…




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