Cuando se fue, Fabio, Paola se quedó pensando qué hubiera pasado si...
—¿Qué pasa, abuela? —Te ha cambiado la cara —dice Sofí.
—¡Nada, hija! —No te preocupes, no me hagas caso, a una vieja tonta —contestó Paola.
Sofí se quedó pensando, ¿qué era lo que le pasaba? Lo tenía que averiguar, nunca había visto así a su abuela...
Fabio siguió visitando a Paola, que ya podía llevar una vida normal; solían salir a caminar los dos juntos.
Cuando Fabio se marchaba para su casa, Sofí lo llamó.
—¿Podemos hablar un momento? ¡Por favor! No te quitaré mucho tiempo —dice Sofí.
—¡Claro! —Por supuesto. ¡Qué pasa, dime! —Contestó Fabio.
—Voy a ser directa, mi abuela y tú, ¿os conocéis de antes, verdad? Me refiero a que para ella eras algo más que un trabajador de su padre —dice Sofí.
—Tu abuela no te ha contado nada, entonces creo que es mejor que se lo preguntes a ella, no me corresponde a mí —dice Fabio.
—Está bien —no te molesto más...
Sofí se subió a su coche, sin dejar de pensar...
Había comenzado a trabajar en el museo y le iba muy bien...
A Estefan le había salido un posible comprador, que estaba muy interesado en el apartamento.
—¿Le importaría que viésemos otra vez el apartamento? Solo será un momento —dice la chica.
El apartamento era muy coqueto, tenía tres habitaciones, cocina-comedor, con unas maravillosas vistas a la plaza. Se lo había decorado un amigo, que era decorador. Lo vendía amueblado; le salía muy caro llevarse los muebles de diseño que había comprado, así lo podía vender bastante más caro.
—Lo hemos decidido ya, ¡Nos lo quedamos!, ¿Cuándo podemos quedar para darte una fianza? —dice la chica.
—¡Avisaré a mi asesor! —Para que redacte un contrato, les llamo hoy para decirles cuándo. ¿Les parece bien? —dice Estefan.
—¡Estupendo! Esperamos tu llamada, nos vamos entonces. ¡Adiós y gracias! —dice la chica.
—¡Gracias a ustedes, adiós! —contestó Estefan.
Estefan llamó a su asesor para que preparara un contrato rápido; no quería perder esta oportunidad tan buena. Por fin todo se está encauzando, se dijo.
Al día siguiente ya estaban firmando el contrato; a partir de ahora solo tenía quince días para recoger sus cosas personales.
Estefan todavía no le había contado nada a Sofí; este fin de semana iría a Florencia a verla y se lo contaría. Además, tenía otra sorpresa más...
Llegó la noche y Sofí llegó a casa, cansada de su trabajo, pero tenía que hacer algo que no podía esperar más...
—¡Abuela, siéntate! —Quiero hablar contigo —dice Sofí.
—¿Qué pasa, hija? Estás muy seria. ¿Has discutido con Estefan? —Esas cosas pasan, hija, no pasa nada, el amor que os tenéis puede con todo —dice Paola.
—De eso mismo quiero hablar, del amor. ¿Qué pasó contigo y con Fabio? —Dime la verdad, abuela.
—¡Está bien, hija! Todo ocurrió hace muchísimos años. Mi padre metió a trabajar a Favio; los dos éramos muy jóvenes. Sin darnos cuenta, nos enamoramos. Mi padre, cuando se enteró, dijo que eso no podía ser, que él venía de una familia pobre y muy humilde, y que yo me tenía que casar con un vecino nuestro que tenía tierras. Él ya me había prometido con él...
Me encerró en casa durante unas semanas, y despidió a Fabio; no supe más de él, y mi padre me casó con tu abuelo, a la fuerza, sin yo amarlo. Con el tiempo aprendí a quererlo, pues él no era malo, hasta que me quedé viuda con tan solo treinta años, que me quedé sola con tu madre, y juré no volverme a casar más, y si... Jamás olvide a Favio; fue mi gran amor y único. Hay amores que se piensan olvidados, pero nunca se olvidan...
Ahora pensarás que tu abuela está loca, pero esa es la verdad.
—Me parece una historia bonita, pero al mismo tiempo triste. Supongo que has debido de sufrir mucho, abuela, pero también creo que ya ha llegado la hora de que seas feliz, con el amor de tu vida; nunca es tarde... Abuela, cuando es un amor verdadero, resiste el tiempo y la distancia y vence cualquier obstáculo —dice Sofí.
Paola abrazó a Sofí; por su cara caían unas lágrimas. Jamás se había sincerado tanto con su nieta, que se había convertido en una mujercita cariñosa y con los pies en la tierra.
Pero tenía razón, ya habían pasado muchos años, sufriendo por amor, y ahora lo había encontrado; por algo el destino los había vuelto a juntar...
¿Será su destino estar con su amado?
#19108 en Novela romántica
#11784 en Otros
#3601 en Relatos cortos
amor, destino. casualidad. diferencias. amor, pasion romance y amor
Editado: 04.02.2023