Amor Eterno

Capitulo 10º Almas gemelas

 

Paola decidió seguir el consejo de su nieta, y hablar con Fabio.

—¿Podemos hablar? De algo que llevo en mi interior hace años, necesito aclararlo todo, ya estamos muy mayores para callar—dice Paola.

—¡Si claro dime! —Contestó Fabio.

—El pasado me atormenta, fuimos novios hace muchos años, te ame, más que a nada en el mundo, hubiera dado la vida por ti...

sí me lo hubieras pedido, mi padre me encerró durante semanas, y me obligó a casarme con un hombre que no amaba, no supe más de ti—dice Paola.

—Tu padre me despidió, me dijo que no me querías, y que te habías reído de mí, que estabas prometida con otro, meses más tarde, me acerque para hablar contigo, y me entere que te habías casado, pensé que tu padre, me había dicho la verdad, me habías engañado ,y me fui de Italia a Alemania, no pude olvidarte nunca, no me case aun sabiendo que tú me habías engañado, no pude amar a otra mujer, muchos años más tarde me entere que te habías quedado viuda, y me dio vergüenza acercarme a ti y al mismo tiempo rabia, y ahora con el alma en la mano te puedo decir que te sigo amando como la primera vez que te conocí—dice Fabio.

Fabio cogió las manos de Paola, ella temblaba como una adolescente, las lágrimas caían por sus mejillas...

—¡Cuánto tiempo hemos perdido! Fabio, tú crees que lo podemos recuperar, o será demasiado tarde ya—dice llorando Paola.

—El amor que nos tenemos es tan grande vida mía, que aquí o en otro lugar estaremos juntos eternamente, nuestro amor es tan puro como cuando éramos jóvenes, el amor no tiene edad Paola ni fecha te amo y siempre te amare—dice Fabio.

—Yo también te amo amor, nada ni nadie nos separara nunca más.

Se abrazaron, y se dieron un beso, cogidos de la mano fueron caminando hasta llegar a la casa de Paola.

Al llegar a la casa, los dos se despidieron, dándose un beso...

Paola entro en la casa, más hermosa que nunca, parecía que había rejuvenecido años, contaba con tan solo sesenta y cinco años.

Sofí la estaba esperando sentada en el sofá de la sala, toda entusiasmada...

—¡Abuela siéntate, y cuéntame! ¡Vamos me muero por saber! —Dice Sofí.

—¡Eres un poco chismosa! Hija, está bien te contare, ¿Me estabas esperando? —Pregunto Paola.

—¡Pues claro! Vamos suéltalo todo. —Dice Sofí.

Paola le empezó a cortar, la conversación que habían tenido, ambos se habían sincerado, y habían descubierto que su padre los había mentido a ambos, hemos decidido vivir nuestro amor, como antes no pudimos, me refiero a vivir juntos, aquí en esta casa, si tú también estas conforme del que el venga a vivir aquí, ¿Qué opinas? ¿Te parece una locura, a nuestra edad? —Dice Paola.

—Abuela me parece la mejor decisión, que podías haber tomado, ya es hora que vivas tu vida, te la has ganado, con mucho sacrifico, y ahora tienes la oportunidad, y yo me alegro por ti, no sabes cuanto, quiero que sepas, que te quiero, aunque nunca te lo digo, que eres para mí como mi madre, no perdona más que ella, que eres la persona más importante para mí, y te apoyo en tu decisión, me gusta Fabio y se ve que te ama—dice Sofí.

—¡Muchas gracias! Hija, por entenderme, eres tan joven. pero piensas como una persona de más edad, siempre fuiste una niña muy responsable—dice Paola.

Días más tarde, Fabio se trasladó a vivir con ellas, ahora eran una autentica familia.

Sofí lo empezó a llamar abuelo, tal como lo sentía.

Eso a Fabio le gusta, ahora tiene una nieta, que jamás lo hubiera pensado, tenía todo lo que durante años había soñado por fin era feliz con la mujer que siempre había amado.

 




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