Llegamos al primer mes de gestación, los mareos se fueron pero quedaron las náuseas, el cansancio era insoportable.
No tenía mucho apetito, pero no quería que mi bebé naciera con bajo peso.
Busqué la manera de comer sin que me diera náuseas, quería que mi bebé naciera sano sin problemas de salud.
Recuerdo la conversación que tuve con mi madre.
— Hija yo salí embarazada a temprana edad — aclaro con tristeza Camila
— ¿Mi abuela te corrió de la casa por estar embarazada? Le pregunté preocupada.
— No mi niña tu abuela no me corrió, me ayudó en el embarazo fue tu abuelo mi padre — enojada.
— ¡No puedo creer que fue mi abuelo! —Asombrada.
— Si mi niña fue tu abuelo — llore producto de la rabia.
— No me quería mi abuelo, expresó con desagrado Andrea.
— Me fui de la casa, tu abuela venía a visitarnos me dejaba dinero ahí conocí a tu padre Daniel se hizo responsable de mi embarazo — contándome la verdad.
— Mamá ¿Si yo estuviera embarazada me echaría de la casa? Pregunté avergonzada.
— No me gustaría que estuvieras embarazada, eres tan pequeña y frágil que no quiero que pases lo mismo que yo respondió con mucho dolor.
Aquella conversación me hizo entender que tendría que irme lejos de mis padres ¿Pero a dónde me voy? Pensé.
Decidí contarle a mi tía Madelyn sobre mi embarazo, ya que era la única que podía ayudarme llorando.
Aunque al principio tuve miedo finalmente, le confesé la verdad a través de la carta.
Fecha 9/08/2011
Destinatario: Madelyn Martínez Sandoval
Querida tía, espero que te encuentres bien, hoy me animé a escribirte después de tanto tiempo.
Tía debo contarte algo, necesito tu ayuda.
Fui al médico, para hacerme mi chequeo anual, la doctora Roxana me entregó los exámenes, me realizó una prueba de embarazo, para averiguar si los síntomas que presentaba era porque estaba embarazada.
Luego que salieron los resultados la doctora me comunicó que la prueba de embarazo dió positivo.
Me siento nerviosa, no se que hacer, no he podido decirle a mis padres
¡Espero tu respuesta!
Se despide con cariño tu sobrina
Después de escribir la carta, la mandé al correo, esperé ansiosa su respuesta.
Me sentí aliviada al saber que mis padres, creyeron mi mentira inicial sobre sentirme incómoda en el liceo.
Días después, recibí una llamada de mi tía Madelyn, subí a mi habitación y me disculpé.
Llamada
—Hola tía ¿cómo estás? Dijo Andrea.
—Hola mi niña Dios te bendiga, te llamé preocupada, ¿Es verdad que estás embarazada?
—Sí tía estoy embarazada, no sé qué decisión debo tomar.
—¡Muchas felicidades a mi niña!
— Gracias tía no estoy lista para ser madre.
—Quiero proponerte que nos vayamos para Colombia, allá puedes trabajar y estudiar, evitar las sospechas de mi hermana
—Voy a contarte a mis padres, acerca del viaje deje en espera la llamada.
Bajo de la habitación, le conté a mis padres, sobre la propuesta de mi tía Madelyn para estudiar en Colombia, ella me llevaría.
Mi mamá aceptó la propuesta de irme a estudiar, autorizó el viaje pidiéndome que me comportará bien escuchar a mi tía.
Prometí escribir cartas, para mantenerla informada.
Poco después subí a la habitación agarré el teléfono, para contarte a mi tía
—Tia mi mamá me dio el permiso para viajar
—Muy bien, mañana compraré los pasajes para Venezuela, deja todo ordenado.
Luego de la llamada, preparé mis maletas y me acosté para descansar, antes de viajar con mi tía, para Colombia.
Al día siguiente, me desperté temprano, tomé una ducha, bajé a desayunar, mi tía Madelyn ya había llegado y estaba conversando con mis padres.
Ella al verme me recibió dándome un abrazo, como lo hacía antes cuando era pequeña . Lo recordó con cariño.
Yo le recibí el abrazo , sin entender lo que pasaba pensé.
El ama de llaves nos dijo que fuéramos al comedor, para desayunar respondió amable.
—¡Gracias ya vamos! —contestamos sonriendo.
Fuimos al comedor el ama de llaves sirvió un rico desayuno, preparó un rico postre para acompañarlos.