Capítulo 4 ( El Cambio).

“El avión había llegado al aeropuerto El dorado. Andrea se despertó al escuchar la voz del piloto.”

Ahora tendría que trabajar para comprar las cosas para su bebé, retomar sus estudios donde lo había dejado.

Será un nuevo reto que Andrea deberá afrontar con valentía y determinación, nuevas experiencias cargada de muchas emociones y grandes lecciones por aprender.

"Madelyn se despertó, abrazando a Andrea; unas pequeñas lágrimas salieron de los ojos de Madelyn; Andrea no entendía por qué su tía lloraba."

—Buenos días, señores pasajeros. Bienvenidos al aeropuerto —anunció uno de los pilotos—. Por favor, permanezcan sentados con el cinturón de seguridad abrochado hasta que el avión haya parado completamente los motores. Le rogamos tener cuidado al abrir los compartimentos superiores, ya que el equipaje puede haberse desplazado. Verifique que lleve consigo su equipaje manual. Buenos días —se despidió.

Luego que le informaron, Andrea acomodó sus cosas para bajar del avión con su tía.

“Aquel sentimiento de miedo volvió aparecer de nuevo en la vida de Andrea.
Su tía Madelyn, la vio tan frágil y débil agarro, su mano para no dejarla sola.”

“Ella sabía que para Andrea todo era nuevo en este país…”

—¡¿Qué haces aquí?!—dijo Emily molesta.

—Vine con mi tía Madelyn, a pasar unas vacaciones—dijo Andrea.

—Disculpa, prima. No ha tenido un buen día mi hermana—se disculpó Anderson.
—Tranquila, sobrina. Luego hablaré con Emily—respondió Madelyn .

“Anderson cargó las maletas, las subió al carro, y luego Andrea y Madelyn, subieron al auto y nos dirigimos a la casa.”
—Sobrina, no te sientas asustada; confía en mí—me abrazo.— Comienzas una nueva vida con nuevas responsabilidades, como trabajar y estudiar al mismo tiempo.

—Gracias tía por tus palabras—sonrió Andrea.—¡Esperó llevarme bien con Emily no le agrado mucho!—triste.
—Hablaré con ella,—hablo molesta Madelyn.

"Al llegar a la casa Anderson, bajo las maletas, las subió al carro; Madelyn, dejó sola a Andrea para que terminará de instalarse en el cuarto, fue a hablar con Emily de malentendido."

Andrea acomodó sus cosas, se acostó a dormir, y se quedó dormida producto del cansancio.

—¿Hija, qué te pasa con Andrea?—enojada Madelyn.
—Disculpa; mamá,—contestó Emily.
—Andrea viene a quedarse con nosotros,—aclaró.
—Disculpa por mi mal comportamiento, mamá—entristecida Emily.
—¡Será la última vez que le faltes al respeto a Andrea!—ordenó.
—Está bien mamá,—murmuró Emily.

“Los primos de Andrea se fueron cada uno a sus respectivos empleos, mientras Madelyn se quedó organizando la casa, ya que pronto empezaría a trabajar en el restaurante.”

Andrea durmió tranquila, sin preocupaciones ni nada que pudiera fastidiar su sueño.

Los primos de Andrea llegaron de trabajar, saludaron a Madelyn, fueron a cenar, y después de la cena subieron a su habitación a descansar.

“Madelyn, en su habitación, agarró un cobre que tenía guardado con unas fotos donde las vio; no puedo evitar llorar.”
Sólo Dios conocía aquel sufrimiento que estaba pasando Madelyn, lo que le producía ver esas fotos.
Limpio sus mejillas, aguardo el cobre, lo puso en su lugar y se acostó a dormir.