“Andrea se despertó temprano, para acompañar a su tía Madelyn al entierro de la señora Amanda.”
“Poco después llegó la carroza fúnebre para llevar el ataúd de la señora Amanda.
Los trabajadores del restaurante asistieron para acompañar a los hijos de la señora Amanda, junto a Madelyn y Andrea.”
Al llegar al cementerio le prepararon una ceremonia especial de despedida para la señora Amanda.
La tía de Andrea le dedicó unas palabras.
”Señora Amanda, me duele su partida; lamento que se haya ido no esté con nosotros.
Me llevo los mejores recuerdos y los mejores años que trabaje para usted.
Gracias por tanto señora Amanda…”
Luego de la ceremonia, le dieron sepultura a la señora Amanda, Andrea se retiró con su tía Madelyn para la casa.
“Posteriormente, Andrea le preparó un té para su tía Madelyn, ya que se sentía muy mal por la partida de su jefa Amanda. Madelyn se quedó dormida con el té que le dió Andrea.”
Andrea se fue a su habitación, para revisar el correo y ver si tenía mensajes.
Al abrir el correo, tenía un mensaje dirigido para ella.
Para Andrea Martinez
De Esteban Martínez
Fecha 30/11/2011
Buenos días, hermana. Soy Esteban Martínez, tu medio hermano.
Nuestra madre, Diana, me ha hablado de ti.
Te escribo para avisarte que voy a estudiar en el ejército.
Antes de irme, quiero despedirme de ti.
Voy a Colombia.
Te quiero mucho, hermanita.
“Andrea se quedó en estado de shock, al saber de la existencia de su medio hermano. No supo qué responder al momento.”
Andrea tomó un poco de aire, se calmó , le respondió la carta.
Para Esteban Martínez.
De Andrea Martinez.
Fecha 30/11/2011
“Un placer conocerte, no sabía que tenía un hermano; fue una sorpresa enterarme. Diana nunca me habló de ti.
Me alegro que estés estudiando.”
Cuando llegué al aeropuerto del dorado de Colombia, me avisas para buscarte”.
Andrea se cambió de ropa, se acostó a dormir y se despertó al día siguiente.
“Una semana después de la partida de la señora Amanda.”
El sobrino de Amanda, convocó una reunión muy importante con todos los trabajadores del restaurante, incluyendo a Madelyn y Andrea que fueron.
Al llegar, Diego Armando le estaba esperando en la sala de reuniones.
Los trabajadores pasaron a la sala de junta, y tomaron asiento.
—Buenos días—, saludo Diego Armando.
—Buenos días,—contestaron los trabajadores.
—Quiero darle una información muy importante—comentó Diego Armando.
—¿De qué se trata?—le preguntó Madelyn, nerviosa.
—El restaurante queda a cargo de Madelyn. Será la nueva administradora— reveló.
—¡Yo soy la nueva administradora!—sorprendida, Madelyn.
—Si Madelyn, mi tía, antes de morir dejó todo arreglado—mencionó, ella confiaba en ti—respondió Diego Armando.
Diego Armando le entregó los papeles a Madelyn, dónde dejó por escrito, la señora Amanda que es la nueva dueña del restaurante.
Madelyn le firmó los documentos, y sintió una enorme alegría al llevar el legado del restaurante.
Los trabajadores le aplaudieron, la felicitaron.
Diego Armando, vendría al final de cada mes para ver cómo estaba el restaurante.
Luego que se fueron los trabajadores, Madelyn buscó otro lugar donde poner el restaurante.
Ya que, dónde estaba el espacio, era muy pequeño.
Andrea estaba contenta, porque el restaurante estaba en buenas manos.
Esa semana, Andrea volvió al liceo para continuar con sus clases.
Andrea llegó al liceo, saludo a sus compañeros, entró al salón.
—¡Buenos días, jóvenes!—saludó alegré la profesora Virginia.
—Buenos días, maestra—respondieron los alumnos.
—Le traigo buenas noticias—aclaró la profesora.
—¿Qué sucede, maestra?—le preguntó Andrea.
—La directora Lorena me dió el permiso para filmar la película;—sonrió la profesora.
—¡Gracias a Dios tenemos el permiso!—expresó Andrea.
—Andrea, encárgate de buscar un lugar para comenzar con el proyecto—mandó la profesora.
—Si, profesora—dijo Andrea.
Al sonar el timbre, la clase había terminado; Andrea se fue con un grupo de compañeros para buscar el lugar.
Unos minutos después.
Andrea llegó a un auditorio.
—Buenos días—Saludo Andrea.
—¿Buenos días, señorita?—contestó Leonardo.
—El auditorio cuenta con instalaciones para hacer grabaciones—le preguntó Andrea nerviosa.
—Sí, claro que sí; señorita Andrea—dijo Leonardo.Venga conmigo
“Leonardo le mostró las instalaciones a Andrea, y a sus compañeros.”
—El lugar me parece perfecto porque tiene todo lo que necesitamos. —alegre Andrea.
—¿Tiene los permisos?—preguntó Leonardo.
—Si aquí lo tenemos—, respondió Andrea, le enseño la autorización.
—El día que venga a firmar, me avisa para estar pendiente—atento, Leonardo.
—Nosotros le avisaremos—dijo Andrea. Se despidió.
Luego de salir del auditorio, Andrea fue por helado con sus compañeros.
Ese día fue diferente para Andrea, se divirtió, compartió con sus compañeros.
Posteriormente, Andrea llegó a la casa, subió a la habitación, se acostó a dormir, y se despertó al día siguiente.