El día de la boda de Katherine, llegó.
Andrea se despertó temprano y fue a la casa de Katherine para ayudarla a alistarse.
Al llegar a la casa, Katherine estaba hecha un manojo de nervios, Andrea le preparó un té, para que se le calmara los nervios.
Katherine se tomó el té que le dio Andrea. Posteriormente, Andrea comenzó a peinar a Katherine, y le realizó un semirecogido; tendría el cabello recogido con la mitad suelta, en las puntas le haría unos bucles, además de ponerle una trenza tejida en forma de corazón.
Después de terminar con el peinado,
Andrea le puso el maquillaje a Katherine, comenzó hidratando su piel, le puso la base, le puso corrector, le aplicó un poco de polvo, además le puso rumor, le pintó las cejas, y pintó sus labios.
Para el vestido de novia, la tía de Andrea le ayudó a Katherine a ponérselo. Pero, en su país, tenía una tradición: regalar algo nuevo, viejo y usado. Madelyn le regaló algo nuevo; le puso un collar sobre su cuello. Andrea le regaló algo viejo, unos sarcillos. El hermano de Katherine, recién llegando de viaje, entró a la habitación y le entregó la medalla de sus padres para que acompañara a Katherine.
Katherine no pudo evitar llorar al ver la medalla, sintiendo tanta nostalgia por la ausencia de sus padres.
Luego que Andrea terminó de ayudar a Katherine a alistarse para su boda, Andrea y Madelyn se fueron a arreglar para acompañar a Katherine como sus damas de cortejo.
Andrea usó un vestido blanco largo, que realzaba su hermosa barriguita. Llevaba el cabello suelto, con pequeñas trenzas tejidas, y se aplicó un poco de maquillaje en los ojos, pintó sus cejas y sus labios.
La tía de Andrea usó un vestido largo, blanco; se hizo un peinado en dona, aplicó un poco de maquillaje en los ojos y pintó sus cejas y labios.
Minutos después llegó el auto que iba a llevar Katherine y Andrea y Madelyn para el restaurante donde iba a hacer la boda.
Katherine, acompañada por su hermano Emiliano, quien la llevaba sujeta del brazo, recibió ayuda de él para subirse al auto. Luego, se subieron Andrea y Madelyn. Andrea no pudo evitar llorar, producto de la emoción, al ver a Katherine con su hermoso vestido. El chófer cerró la puerta del auto, y nos dirigimos al restaurante.
Al llegar, se entonó la marcha nupcial. Entró el novio acompañado por su mamá, luego llegaron sus primos, que serían los padrinos. Después, entraron Andrea y Madelyn, las damas de honor; y, finalmente, entró la hermosa novia, Katherine, acompañada por su hermano Emiliano, quien la llevó sujeta del brazo y se la entregó al novio.
—Te entregó el tesoro de la casa; cuidala bien—dijo Emiliano, besó la frente de su hermana.
Lucas tomó las manos de su amada esposa, Katherine, y le levantó el velo del vestido para que todos lo vieran.
Los invitados tomaron asiento, para escuchar la ceremonia.
Pastor:
Damos gracias a Dios por esta hermosa unión entre Katherine Montilla y Lucas Zambrano, dónde ha venido para unir sus vidas antes el señor, comenzar una nueva etapa.
La gracia de Cristo permanezca con ustedes, el amor de Dios les guarde y el Espíritu Santo les sostenga de tal manera que puedan crecer en amor santo, encuentren la luz y sostén el uno en el otro siempre, y permanezcan fieles hasta que la muerte los separe.
—Señorita Katherine Montilla acepta como esposo a Lucas Zambrano, para amarlo, respetarlo y cuidarlo, en la riqueza, en la pobreza, en la salud y en la enfermedad—dijo el pastor.
—Acepto,—contestó Katherine sonriendo.
—Señorito Lucas Zambrano acepta como esposa a Katherine Montilla, para armarla, y respetarla y cuidarla, en la riqueza, en la pobreza, en la salud y en la enfermedad—dijo el pastor.
—Si aceptó: quiero dedicarle estás palabras a mi amada esposa, Katherine—nervioso Lucas.
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. (Corintios 13:4)
Pastor:
—Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe, porque ya no son dos, sino una sola carne”. Puede besar a su esposa, señorito Lucas—dijo, terminando la ceremonia.
Lucas tomó con cuidado a su esposa, Katherine, y le depositó un cálido beso en sus labios.
Poco después los novios firmaron el acta de matrimonio, el pastor los felicitó.
La tía de Andrea organizó una maravillosa sorpresa para los novios, para que pudieran disfrutar de su íntima fiesta con todos sus familiares y amigos más cercanos.
—Gracias por la hermosa fiesta que nos hiciste y por la boda —contestaron los novios.
—Fue un placer—respondió Madelyn.
Después de la fiesta, Katherine le entregó un cheque con una cantidad de dinero a Andrea, como regalo.
Katherine y Lucas se despidieron de sus familiares y se fueron de luna de miel para celebrar su matrimonio.
Luego que se fueron los novios, los familiares de Katherine y Lucas, se despidieron de Andrea y Madelyn, agradecieron por la fiesta y por la hermosa boda que habían organizado para sus hijos.
Los trabajadores de Madelyn recogieron todo, limpiaron el restaurante, y se fueron a sus casas a descansar. Por otro lado, Andrea y Madelyn también se marcharon.
Al llegar a la casa, Andrea subió a su habitación para cambiarse de ropa, y bajar a cenar con su tía Madelyn.
—Tía, necesito hablar contigo: —dijo Andrea, sosteniendo su foto.
—¿Qué ocurre, mi niña?—le pregunta Madelyn.
—Quiero que me aclare algo, por favor; sé lo más honesta posible—expresó Andrea.
—¿Qué pasó?—preguntó Madelyn, con ternura en la voz.
—El día de la prueba de vestido de Katherine, compré un vestido para ti; hallé mi foto encima de tu cama, porque la tenía —le contó Andrea.