Un mes después de la boda, Andrea y sus compañeros llevaron a cabo la defensa del proyecto.
Para esa ocasión, Andrea usó un vestido muy elegante y bonito que la tía Madelyn le mandó a hacer con la modista. El vestido era de color rosado con pedrería, se planchó el cabello, hizo unos bucles en las puntas del cabello y se aplicó un poco de maquillaje en los ojos y en sus labios.
Los compañeros de Andrea usaron un esmoquin, mientras que las chicas llevaron sus vestidos.
El primo de Andrea, se ofreció a llevarla en su auto.
Posteriormente llegaron al cine, todas las personas que habían comprado las entradas para ver la película que Andrea realizó con sus compañeros.
Después de que ellos pasaron, tomaron asiento, mientras Andrea terminaba de ajustar todo antes de la presentación.
En ese momento, la directora pasó al estrado. —¡Buenos días! ¡Bienvenido a la presentación de los alumnos!—dijo la directora. Enseguida comenzamos— agregó.
Andrea no podía evitar sentir nervios, al igual que sus compañeros estaban bastante nerviosos.
—Quiero invitar a la alumna Andrea Martínez, junto con su grupo, a que suba al estrado —anunció la directora, mostrando una enorme sonrisa.
Andrea se levantó de la silla, y subió al estrado junto con sus compañeros.
—Los alumnos serán los encargados de presentar la película—informó la directora.
La directora se bajó del estrado, para dejar que Andrea se encargara de presentar la película.
—¡Buenos días! Bienvenido al estreno de la película “Nuestro Amor Es Secreto”, —nerviosa Andrea.
Andrea bajó con sus compañeros, tomaron asiento, y comenzó la película.
“Nuestro Amor Es Secreto”
En la primera escena de la película, se mostró cómo los padres de Ángela discutían por las deudas que no podían pagar; los pocos ahorros que tenían se estaban acabando.
La mamá de Ángela recordó que el señor Diego Ferreira estaba enamorado de su hija. Decidió aprovecharse de esta situación para beneficiarse. Tenía en mente hacerle una propuesta que no podría rechazar; al contrario, sería una gran oportunidad para ella. Le ofrecería la mano de su hija para que se casara con él, a cambio de que él se encargará de sus deudas.
El padre de Ángela dio unos cuantos golpes sobre el escritorio. —¡No podemos casar a nuestra niña con ese hombre! No sabemos si la ama, y menos aún, ¿dónde es?— dijo, enfurecido.
—¡Tenemos deudas! No se van a pagar solas; le diremos a Diego que cuide bien a nuestra hija y le dé todas las comunidades —dijo la madre de Ángela, preocupada.
—Voy a esperar que termine la universidad, se lo diré tú mientras hablas con el Señor Diego Ferreira para ponerlo al tanto—mandó Héctor.
—Está bien, mi amor—dijo Tamara, besando la comisura de sus labios.
"Ángela presentó la tesis y le fue aprobada. Regresó a casa para dar la noticia, sin saber que allí la esperaba algo."
—¡Buenas tardes, mi niña!—sonrió mi padre dándome un abrazo.
—¡Padre, logré, ya soy licenciada!—emocionada Ángela, le mostró el título.
—Me alegro mucho, mi niña, debemos hablar—la voz de Héctor sonó apagada.
—¿Qué ocurre padre?—le preguntó asustada Ángela.
—Tenemos muchas deudas que pagar. Hablé con tu madre acerca de la situación y queremos que te cases con Diego Ferreira; él tiene mucho dinero. No pude ayudar —explicó mi padre.
—¿Que porque no me dijeron antes?—contestó Ángela. ¿Cuándo será la boda? Al menos quiero poner mis condiciones?
—Dentro de dos meses —dijo mi padre—, ¿cuáles serán tus requisitos?
—Me casaré con Diego Ferreira, pero no voy a consumar el matrimonio, solo nos casaremos. Espero respeten mi decisión—dijo Ángela molesta.
—Está bien, hija, gracias por ayudarnos—respondió mi padre.
—De nada, papá—dijo Ángela y se retiró a su habitación.
Unos días después Diego Ferreira vino a la casa para hablar sobre el matrimonio.
—¡Buenos días!—saludó cortésmente Diego Ferreira.
—¡Buenos días, Señor Diego Ferreira!—saludó mi padre, estrechó su mano.
"En ese momento, Ángela usaba un hermoso vestido que resaltaba su hermosa figura; tenía el cabello rizado y llevaba maquillaje en los labios."
Diego Ferreira quedó cautivado por la belleza de Ángela.
—¡Buenos días, mamá! ¡Buenos días, papá! Buenos días, señor Diego, un placer conocerle. Soy Ángela Salvatierra—mostrando una sonrisa.
—Buenos días señorita Ángela el placer es mío—dijo Diego beso su cachete.
—Vine a hablar acerca de la boda—contestó Diego.
—Yo me encargo, padre—dispuso Ángela, déjenos a solas.
Los padres de Ángela, se retiraron y dejaron de hablar.
—¿Se que nuestro matrimonio, es por conveniencia, no por amor?—le comentó Angela.
—No será por conveniencia, porque yo estoy interesado en ti; me enamore de ti.
Espero que algún momento tu me ames—confesó Diego sostenía su mano.
—La boda será en dos meses. Quiero que se celebre en mi casa, con nuestros familiares más íntimos, ya que no tendremos luna de miel —contestó Ángela.
—Está bien, Ángela, pero si no tenemos luna de miel, podemos ir de viaje. Quiero que conozcas la hacienda —respondió Diego.
—Está bien—dijo Ángela.
Posteriormente llegaron los padres de Ángela, trajeron las copas de vino para celebrar.
La madre de Ángela le dió una copa a Diego y otro Ángela, tomaron sus copas.
—Muchas felicidades espero sean muy felices—dijeron mis padres.
Ángela quería irse, no aguantaba estar en ese lugar, solo se casaba para ayudar a sus padres.
Luego del brindis, Diego le dejó el anillo de compromiso, se lo puso en el dedo, le dio un beso en la mejilla y se despidió de sus suegros.
"Al día siguiente comenzaron con los preparativos para la boda. La madre de Ángela buscó una modista para que le realizara el vestido de novia, mientras que Ángela elaboraba la tarjeta de invitación para enviarla a sus invitados."