Los días siguientes fueron como un sueño, me encantaba llegar al trabajo y lo primero en ver sea Ayla y su hermosa sonrisa que iluminaba todo el lugar. Aunque no estaba en mi división siempre encontraba escusas para verla y poder hablar con ella.
Como esa tarde en los jardines cuando me sorprendió con un café helado y se sentó a mi lado toda curiosa, ya sabía que esto era obra de sus compañeras y aun así me deje engañar con gusto con tal de estar junto a ella.
- Profe como fue que llegó tan lejos siendo tan joven.
- Dedicación, esfuerzo y mucha voluntad. Gane una beca completa gracias a que sabía lo que quería y cuando gane el torneo mundial ya tenía a muchos admiradores dispuestos a patrocinar mi carrera.
- ¿Entonces porque es profesor y no siguió su carrera como atleta?
- Me siento como en una entrevista ja ja. Desde niño siempre fui bueno en los deportes, el taekwondo o artes marciales se me daba con naturalidad, pero al llegar al segundo campeonato mi oponente hizo trampa y me fracturó la pierna en 3 partes dejándome fuera de las grandes ligas. Pero las habilidades no solo se llevan en el cuerpo sino que también en la cabeza así que aquí estoy enseñando lo que yo sé.
- Que fuerte. ¿Le gustaría volver al ring algún día?
- Lo hago de vez en cuando, quieres practicar conmigo uno de estos días Ayla.
- ¿Yo?... Para mí sería todo un honor.
- Que bueno, con gusto te puedo enseñar lo básico y fundamental para que te defiendas.
- Su novia no se enojará con usted.
- Cuál novia, niña yo soy soltero.
-Así que si era verdad el rumor.
- ¿Cuál rumor?
- Ninguno ya me tengo que ir a mi clase, muchas gracias por brindarme su tiempo y por la invitación. Adiós profesor.
Como puede ser posible que yo este viendo de esta manera a una estudiante, eso está mal y me puede costar todo por lo que he luchado por conseguir, incluso puedo perder la oportunidad de adoptar a Pedro y aun así cada vez que la tengo cerca nada más me importa, nada más existe aparte de Ayla.
Pero tengo que detenerme, esto no es algo que me afecte solo a mí así que no puedo dejarme llevar por algo sin sentido. Ella es bellísima y yo soy un don nadie, su profesor y nada más.
Después de esa conversación me mantuve alejado de ella simplemente centrándome en mi trabajo y nada más, había veces en que la podía observar en la distancia y aun así no volví a acercarme. Incluso intenté salir con alguna mujer, pero como de costumbre no podía dar el siguiente pasó. Era como una gran barrera que me alegaba de todos.
Con las vacaciones las cosas no se hicieron más fáciles, Ayla se fue como todos los demás y yo me volví a quedar solo.
- Hey Vlard porque no vamos al cine está tarde.
- No estoy de humor para salir.
- Por favor te lo estoy suplicando, mira una amiga mía está de pasada por aquí y no quiero que seamos nosotras dos solas.
- Que buena amiga eres Betty.
- Te consideré cualquier pedido que me hagas luego. Siii.
- Está bien.
- Eres el mejor, nos vemos a las 19.
Ya que más da de todas formas no tenía nada mejor que hacer, me arreglo y salgo a encontrarme con lo que se suponía sería Betty y su amiga aunque únicamente está una mujer esperando por mí.
- Disculpa eres Vlard.
- Si soy yo.
- Que alivio yo soy Mary la amiga de Betty, ella no pudo venir recién ahora me avisa. Te molesta ir a ver la película juntos es que ya estamos aquí y los boletos fueron comprados.
Maldita sea Betty todo fue una trampa y caí redondo. Pasamos por comida y nos dirigimos a la sala, aunque no puedo quejarme la mujer es tranquila y educada al final si pase un buen día a su lado, pero al salir me topo con alguien a quien no esperaba ver. Es como si el destino se empleará en no dejarme soltarla.
- Profesor que sorpresa verlo aquí.
- Buenas noches Ayla.
- Veo que está acompañado, mucho gustó yo soy alumna del señor Moors y él es Ross mi amigo.
Algo en ese sujeto no me agrada, tal vez es su mirada prepotente o la forma en que coloca su brazo al rededor del cuello de Ayla o simplemente puedo ser maduro y aceptar que estoy celoso.
- Nos vemos Ayla disfruta de tus vacaciones.
Antes de irme ella sujeta mi saco. - Profe yo quería preguntarle algo.
- Que cosa necesitas de mí.
- Sobre las clases me preguntaba si podía dármelas en estos días si no es mucha molestia.
Me había olvidado por completo de esas clases que le ofrecí. Saco mi fragata de presentación y se la entregó. - Mándame un mensaje cuando estés disponible y te voy a ayudar.
- Muchas gracias.
La veo irse junto a ese tipo y este no se ve muy contento con la idea de que ella me sonriera, pero a que hombre le gustaría que su chica le regale algo tan hermoso a otro.
- Veo que te llevas muy bien con tus estudiantes.
- Es mi deber, crear un puente en el que ellos se sientan cómodos conmigo para que todo salga bien.
- Betty tenía razón contigo, eres un increíble hombre y me gustaría poder seguir conociéndote.
- Dime una cosa Mary, esto fue todo planeado por Betty.
- En realidad yo te había visto antes y me moría por conocerte, le supliqué que me ayudará. Por favor no te enojes con ella.
- Agradezco tu sinceridad. Déjame llevarte a casa.
- ¿Nos volveremos a ver?
- Puede ser, también eres una mujer agradable.
Mis palabras la ponen muy contenta, tanto así que no lo puede esconder, pero yo no dejo de pensar en Ayla y cuál es su relación con ese hombre.
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Editado: 22.08.2025