Junto a Ross nos marchamos de la fiesta llegando al hotel donde se hospeda, rápidamente busco las cosas necesarias para curar una pequeña lastimadura aunque Vlard se quedó cortó al lado de Ross.
- Una simple lastimadura.
- Viste como lo deje verdad y eso que se supone que él es un ex campeón.
- Yo creo que se contuvo.
- Yo creo que es un simple fanfarrón. ¡Auch!
- Perdón ja ja me parece que el fanfarrón es otro.
Tomo sus manos buscando su mirada casi desesperado. - Ayla promételo por favor.
- Ross ya no me voy a acercar a Vlard, no soy tan estúpida para ser una simple amante o calentura del momento.
- ¿Quieres algo de beber?
- Claro que sí.
Ross se levanta y trae una botella de tequila junto a dos pequeños vasos listos para emborracharnos como en los viejos tiempos.
Entre copas dejo escapar una que otra lágrima, es tan difícil fingir que eres fuerte y que no duele cuando en realidad las heridas te están matando por dentro. Sin duda alguna la decepción es algo muy difícil de llevar.
- Ya no llores por él Ayla.
- Estás viendo mal porque el alcohol ya está haciendo efecto, no estoy llorando.
- Ayla no llores por él.
Creo que Ross se emborrachó más rápido de lo normal, no me queda de otra que ayudarlo como puedo a llegar a la cama y ea tan pesado que caigo al lado suyo y nos desmayamos a la par...
En casa Vlard llegaba tirando su saco y corbatín al sillón mientras miraba su labio partido en el espejo.
- Maldito mocoso como se atreve a llevarse a Ayla.
La puerta suena y la abro con la peor cara que puedo tener, del otro lado está Mary la última persona que quería ver está noche.
- ¿Cómo sabes donde vivo? Ahora también eres una acosadora.
- No seas tan cruel conmigo, le pedí a Betty que me diera tu dirección porque todos quedaron muy preocupados al verte irte sangrando y sin decir nada.
- Estoy bien así que vete por donde viniste.
- Soy una mujer en medio de la noche sola vestida así. ¿Me vas a correr a mi suerte?
- Yo no te pedí venir en primer lugar Mary, no uses ese chantaje tan barato conmigo.
- Estaba preocupada por favor déjame ayudarte a curar esa herida y luego me pido un auto.
- No quiero.
- Porque eres tan maldito, yo ni siquiera te he hecho nada malo, al contrario, estoy aquí a pesar de todo intentando ayudar únicamente.
- Entiéndelo de una buena vez, no me gustas y que hagas esto no te da puntos a favor al contrario me molesta y no tienes idea de cuanto.
- Está bien, déjame curar esa herida y luego ya no te molestaré más.
- Gracias Mary, pero no lo necesito.
- Entonces cierra la puerta y déjame afuera, no me pienso ir de todas formas.
Le cierro la puerta en la cara mientras me sirvo un trago, esta noche no tiene intenciones de acabar bien y tengo que resistir las ganas que tengo de romper algo por la mitad, las ganas de salir corriendo a buscar a Ayla y matar con mis propias manos a ese tipo.
Una hora después me despierto con el sonar del teléfono, es el guardia del edificio y eso me me resulta extraño
📱 Pasa algo.
📲 Señor Moors hay una mujer sentada afuera de su puerta, los vecinos están preocupados por la situación. ¿Necesita que llame a la policía?
📱 No puedo creer que de verdad todavía esté afuera. Yo me encargo gracias.
📲 Cualquier cosa avíseme. Que tenga buena noche.
Mary de verdad no te vas a rendir tan fácilmente, abro la puerta y la veo entada en el piso, acurrucada en un costado. Entiendo a los vecinos si esto le pasará a otro pensaría que el que la dejo afuera es un maldito desalmado.
- Porque haces esto Mary.
- Te lo dije no me voy hasta que me dejes curarte.
- Mírame ya está todo sano, deja de hacerme ver mal para mis vecinos.
- No quería causar problemas, estaba preocupada.
- No es tan difícil de entender toda causa tiene su efecto y aunque tus intenciones sean buenas ahora mi imagen en este lugar está arruinada porque todos hablaran del mal hombre que soy.
- Yo no quería hacerlo.
- Vete a casa y ya no vuelvas por aquí. Recuerda que tengo un hijo y que tengo una vida no me hagas odiarte.
Antes de cerrar la puerta nuevamente ella me sostiene del brazo suplicando qué la escuche entre lágrimas, incluso se arrodilla ante mí.
- Te lo suplico por favor dame una oportunidad, daré todo de mí para que seas feliz al igual que tu hijo.
- No hagas esto más difícil Mary.
- Puedo ser una buena esposa al igual que una buena madre. Puedo ser todo lo que me pidas con tal de estar a tu lado.
- Si lo que te pido es que ya lo te humilles y te ames más a ti misma que a un hombre al que ni siquiera conoces lo podrás hacer.
- Yo...
- Lo único que provocas con esto es lástima, no cariño, no preocupación y mucho menos interés. Es simplemente lástima al ver una mujer tan débil que no sabe valorarse por sí misma y súplica de rodillas migajas de amor.
- Vlard.
- No me gustan las mujeres débiles y sumisas que dan todo a cambio de tan poco o nada porque yo no tengo nada para ti. Entiéndelo de una buena vez.
Me suelto de su agarre y la veo irse apresurada, sé que la he lastimado, pero es mejor así porque no quiero tener nada que ver con ella y lo peor es la sensación de ya haber vivido algo similar. Mary me recuerda a alguien me gustaría saber a quién.
En lo que queda de noche no vuelvo a consultar el sueño, únicamente Ayla permanece intacta en mi memoria y en como la perdí tal vez para siempre.
#1190 en Fantasía
#733 en Personajes sobrenaturales
amor dolor dulsura, amor tristeza y felicidad, amor eterno traiciones y engaños
Editado: 22.08.2025