Amor eterno

~Capítulo32~

Lucy se encontraba en la cama de Anna mientras veía a su hermana quitándose las horquillas del pelo.

-No puedo creer que haya resultado tan bien la primera parte del plan. -Le dijo Anna mirando por el espejo el reflejo de Lucy.

-Es verdad, ahora hay que esperar que aparezca una vez más y dejarla en evidencia. -Contestó Lucy- Lastima que no dijo el nombre de la persona con la que Clair huyó.

-Ya lo vamos a saber, todo a su tiempo. -La tranquilizó Anna.

Robín, estaba dando vueltas en el cuarto, Frederick le avisó de que había salido a la perfección el plan de esa noche, ya que Lucy se lo contó. Ahora, había que esperar a que Clair apareciera de vuelta para hacerle confesar todo, y luego pondría la segunda parte en marcha.

Comenzó a pensar en Anna, quería que todo aquel asunto se terminara para poder disfrutar de pasar tiempo con ella, se dijo que toda aquella preocupación era para que pudieran estar tranquilos.

Se sentía solo en aquella cama inmensa, si todo salía bien, pronto estaría casado y la compartiría con su esposa.

Se acostó, apagó la vela que estaba sobre la mesa de noche y cerró los ojos imaginando como sería tener a Anna a su lado.

A la mañana siguiente Constance entró en la habitación de Anna hecha una tromba.

-¡Dime ya, que sucedió con el señor Henderson! ¿Cómo es eso de que quiere volver con su antigua prometida después de que vino pidiendo tu mano y pavoneándose como un pavo contigo por todos los salones? -la indagó su madre en exceso ofendida.

-Tranquilízate madre, está todo arreglado. -Dijo Anna desperezándose- No nos peleamos, ni él piensa volver con Clair.

Al ver que su madre se frenaba extañada procedió a contarle del plan.

-Por eso inventamos todo eso para dejarla en evidencia y poder alejarla de Robín. Es que lo ha estado buscando.

-Oh, bueno, no sabía, si me hubieras dicho... Iré a hablar con tu padre ya mismo. -Y así como entró, su madre volvió a salir de su cuarto en busca de Arthur para explicarle todo.

Anna luego de desperezarse una vez más, salió de la cama y se vistió. Bajo a desayunar y comenzó a contarles a sus padres todo lo que había sucedido la noche anterior.

-¿Entonces fue por eso que simularon una ruptura? -preguntó su padre entendiendo como habían sido las cosas.

-Claro, ahora hay que esperar que Robín nos avise. -Contestó Anna- Por unos días no lo veré a Robín, pero sé que es por una buena causa.


-¿Estás segura de que escuchaste bien? -le preguntó Clair con desconfianza a Rubí.

-Por supuesto Clair. La señorita Brighton lo dejó al señor Henderson, por qué él le dijo que aún te ama.

-Me parece imposible de creer. Pero si todo el mundo lo escuchó, debe ser verdad. Voy a tener que tratar de ubicarlo. -Dijo Clair con un atisbo de emoción en la voz.

Aquella mañana, Robín se levantó temprano y salió a cabalgar por el parque.

Mientras cabalgaba por el camino principal iba pensando en Anna, necesitaba verla, estar con ella, sentir su aroma característico a rosas. El recuerdo de tenerla entre sus brazos hacía que la echara de menos el doble.  

Al finalizar el recorrido todas las preocupaciones de los dos últimos días se habían evaporado. Volvió por el camino principal y se dirigió a su casa.

Cuando llegó, se dirigió al comedor. Se encontró con el desayuno listo, el periódico a un costado y las invitaciones en una bandeja.
Eligió una invitación del montón, esperaba verla aunque sea de lejos a Anna y suponía que Clair, también iría ya que se habría enterado por boca de Rubí de la discusión.

Se sirvió una taza de café con tostadas del aparador y se sentó a desayunar. Al terminar, se fue al estudio con el periódico en la mano, se reclinó en el diván y lo comenzó a leer. Cuando finalizó, se quedó ahí recostado mirando por el ventanal inmerso en sus pensamientos.

Philip golpeó la puerta del saloncito y esperó, una vez que le dieran permiso de entrar, anunció que Chloe Bincent y su madre acababan de llegar. Constance las había invitado para el almuerzo.

-Hola, Ann, ¿Cómo estas? ¿Es verdad lo que se rumorea? ¿Qué tú y el señor Henderson no están más juntos? -le preguntó angustiada su amiga, después de hacer una reverencia.

-Hola, Chloe, no, ese es un rumor que hicimos circular, pero no. El marqués y yo seguimos juntos.

-¿Entonces por qué...? -preguntó Chloe sin entender.

-Es que Clair lo fue a buscar el día que hizo la fiesta en su residencia, y quiere saber que pasó para ponerle un fin.

-¿Clair fue a la fiesta? Yo cuando llegue con mi familia y Jona, tú ya te habías ido.

-Robín tuvo la idea de hacer creer que nos peleamos para que Clair piense que él está dispuesto a volver con ella. Quiere saber por qué volvió.

-Ay, Ann, espero que de resultado. -Rogó Chloe.

-Si, seguro que si, porque llegó a oídos de la rubia, Rubí.

-¿La mujer que estaba con ella en lo de la modista?

-La misma. -Respondió Anna.




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