-Matt -ella se gira y sus ojos están vidriosos.
-Deberías estar en la cama —ella suspira, mientras levanta la falda de su largo camisón - ¿Qué es lo que pasa?
—Ya te lo dije —baja el rostro y me acercó a ella apoyándome en una rodilla
—No me gusta verte así —una solitaria lágrima recorre su mejilla —por favor, dime como puedo ayudarte
—Está bien, te lo diré —pasó mi pulgar por su mejilla —Matt, yo...
—Creo deberías dormir —aprieto mis puños ante la intromisión de Claude, él ni siquiera se veía preocupado por su madre.
—Claude, creo debería saber...
—Estás cansada mamá —él se acerca a ella y en ningún momento me mira —Descansa
—Deja que tía Gabinia me diga cómo puedo ayudarla
—Te aseguro que no la ayudarás, sólo pondrás un peso más en sus hombros
—No puedes asegurar lo que no sabes Claude —él sonríe con burla
—Eres un maldito orgulloso Matt o mejor dicho Conde Grave, no miras más allá de tu respingada nariz y no entenderás a mamá, mejor deja el asunto por la paz y deja que mamá descanse. Mañana ella será la misma de siempre y tú niña bella, mañana me agradecerás porque no deje que hablarás.
Con molestia me pongo de pie y la veo a los ojos, estos están llenos de tristeza, una muy profunda tristeza. Quería ayudarla y por supuesto que haría hasta lo imposible por ayudarla, pero Claude no lo había permitido.
—Descansa tía —me acercó a ella y doy un beso en su mejilla, la humedad toca mis labios y me doy cuenta que ella está llorando, pero cuando voy a preguntarle, Claude la aparta para estrecharla en sus brazos.
—Mamá necesita dormir —asiento, pero me siento mal dejarla en el estado que se encuentra —Por favor Matt —la mirada de mi primo es de angustia y decido dejarlos solos. Caminó hacia la puerta y salgo de la habitación, al haber caminado medio pasillo, regresó sobre mis pasos, debería recordarles que sea lo que le pase a tía Gabinia, podían contar conmigo.
—"Debería haberle dicho" —tía Gabinia sollozaba
—"Madre, no lo entenderá, aún no. Se lo dirás algún día, pero en estos momentos, no está preparado" —¿qué hacía creer a Claude que no estaba preparado para escuchar lo que le pasaba a tía Gabinia? Ella era mi familia y deseaba con todas mis fuerzas ayudarla.
—"Claude, gracias por entenderme"
—"No debes darles mamá, haré lo que está en mis manos por ti y lo sabes"
—"Lo sé hijo mío, aunque no lo merezco"
—"No vuelvas a decir eso" —se escucha un suspiró —"La baronesa me invitó a tomar el té" —Frunzo el ceño al escuchar que Mabel había invitado a Claude a tomar el té, al parecer ella estaba empeñada en saber si Noelle me era infiel.
—"Espero que no vayas Claude, esa mujer no me gusta" —tía Gabinia había recuperado su voz autoritaria.
—"Decline la invitación, no me gustó la manera en que miró a Noelle, así que asumo, algo trama, pero yo no seré su conejillo de india para sea lo que sea que trame"
—"Matt debería engendrar a su heredero...
—"No" —la voz de Claude fue fuerte y llena de molestia, sentí furia, pero me contuve
—" Claude, no olvides el trato, no puedes...—tía Gabinia es interrumpida
—"No te preocupes mamá, ve a dormir" —me giré al escuchar pasos y me apresuré a mi habitación, estaba confundido por la extraña conversación que había escuchado.
Mi valet estaba en la habitación esperándome para ayudarme a cambiarme, cuando estuve listo para dormir, él se retiró. Caminé de un lado a otro en la habitación y por primera vez miré la puerta que comunicaba con la habitación de Noelle, caminé hacia ella y di vuelta al pómulo de la puerta, al abrirse la habitación de ella estaba iluminada aún por una vela, caminé hacia su cama y me detuve a observarla mientras dormía, su cabello estaba esparcido en su almohada, su pequeña mano descansaba en su regazo, me senté en la cama y extendí mi mano para apartar un mechón de cabello que caía en su mejilla, está se me antojo suave y delicada. Mi dedo recorrió su mejilla y luego su mandíbula, sin pensar delineo sus labios, estos estaban entreabiertos e invitadores. Suspiró y me levantó.
—Milord —me giró y Noelle está sentada en la cama, las sombras que dibuja la poca luz de la vela en su rostro no me permiten ver sus ojos
—Lamentó haberte despertado Noelle, sólo me cercioraba que estabas bien —avanzó hacia ella lentamente.
Al llegar a la cama, sus ojos grandes me miran un poco asustada y recuerdo que ando en mi bata de seda.
—¿Usted vino a.? —desvía la mirada, pero me siento a su lado y colocó un dedo bajó su barbilla para que me mire
—No vine a reclamar mis derechos como esposo Noelle —ella muerde su labio inferior y no evitó imaginar que soy yo quién la está mordiendo, rápidamente me pongo de pie —descansa Noelle
—¿Le parece que no soy apta para ser su esposa y madre de sus hijos? —me detengo ante sus palabras
—¿De qué hablas? —ella estruja sus manos
—Ayer en la cena, escuché que decían que yo no era aceptable para ser la madre del futuro Conde de Grave, que no era ninguna belleza para ocupar el puesto de su finada madre que era una belleza —en un abrir y cerrar de ojos estoy junto a ella.
—¿Quién lo dijo? —la tomó por los hombros
—No vi su rostro, sólo la escuché en el tocador de damas...yo no me quedé a escuchar la conversación.
—Noelle, no debes tomar en cuenta los comentarios malintencionados, muchas mujeres envidian tu título
—¿Mi título o mi lugar? —bajo la mirada y me doy cuenta de mi error, los botones de su camisón están abiertos permitiendo que pueda ver el valle de sus senos, mi cuerpo se ha puesto duro y no debe verme así.
—Tu título —me pongo de pie rápidamente y le doy la espalda, no sé qué rayos me pasaba, actuaba como un adolescente fuera de control —Voy a dormir.
—Buenas noches milord
—Me gustaría que aceptará pasar la tarde conmigo, el día de mañana mi lady
Editado: 15.09.2024