Amor Forzado

Capítulo 21

Matt se ha quedado en shock ante la pregunta insistente de Claude.

—¿Porqué insistes con lo mismo Claude? ¿Tú buscaste al Duque de Pemberton?

—¡Quiero saber la verdad! ¿Cuál de tus dos hijos es el hijo del Duque? ¿Es Matt o soy yo?

—¿Hijo? —Matt entra a la habitación, Gabinia al verlo lleva sus manos a su boca —¿De qué habla? Mi madre está muerta, yo la enterré junto a mi padre, el Conde de Grave.

—Matt —Gabinia sentía una opresión en el pecho.

—¡Díme! ¿Porqué tu hijo se refiere a mí como si fuera tu hijo?

La mujer se deja caer en el sofá, las lágrimas recorren sus mejillas, ella jamás iba a revelar la verdad, nunca quiso que su hijo mayor lo supiera.

—¡Habla! —Matt estaba sudando, su cuerpo temblaba.

—Deja de gritarle —Noelle ha bajado las escaleras al escuchar los gritos de Matt, lleva su cabello suelto, se ha puesto una bata, se acerca a Gabinia y pone una mano en su hombro.

—Quiero saber lo que acabó de escuchar.

Gabinia levanta la mirada hacia su hijo, sus ojos están húmedos por las lágrimas.

—¿Mi madre murió verdad? —pregunta.

—No —responde Gabinia, baja la mirada hacia sus manos —Yo soy tu madre.

Matt siente que el suelo se mueve debajo de sus pies, su mirada se endurece ante las palabras de la mujer.

—Así que me abandonaste —sonríe llenó de burla.

—No —la mujer seca sus ojos —Me hicieron creer que moriste al nacer.

—¡No lo puedo creer, mi padre jamás haría eso!

—Tampoco lo hubiera creído, hasta que leí su carta, me dejó una carta para que me la entregaran si moría.

—¡Enseñala!

Claude observa a Matt y luego a su madre.

—Así que él es tu hijo mayor —Gabinia asiente —Por un momento pensé que era yo, naci el mismo año que Matt ¿Cómo es eso posible?.

Gabinia no dice nada.

—Iré por la carta.

Claude mira a Matt.

—No somos gemelos, no nos parecemos ¿seremos mellizos?

Matt no responde se deja caer en una silla.

—Iré a preparar té —Noelle se dirige rápidamente a la cocina, desconocía que había pasado para que llegarán a este punto, lleno una olla de agua y la puso en la estufa, miles de pensamientos pasaban por su mente, mientras el agua se calentaba, volvió a la sala.

Gabinia baja, en su mano llevaba un sobre, ella suspira y se la entrega a Matt, el hombre lo toma, al abrirlo reconoce la letra de su padre, el cuerpo de Matt temblaba, su vida fue un engaño, creció creyendo que el hombre que lo crió era su padre, ahora entendía porque muchas veces su madre era fría e indiferente con él, no era su hijo, no había salido de su vientre.

Matt baja la cabeza con la carta en la mano.

—¿Quién es mi padre?

—Matt, él no vale la pena —responde Gabinia

Matt mira a Gabinia.

—¿Pueden dejarnos solos? —se dirige a Claude y a Noelle.

—Prepararé el té y subiré a la habitación.

—Cuéntame todo —ella asiente.

Gabinia le contó lo que Matt quería saber, su rostro tuvo muchas expresiones, de enojo, incredulidad, sorpresa.

Sus manos las volvió un puño.

—¿Él? —Matt estaba asqueado, Gabinia asiente sin mirarlo, las lágrimas corrían por sus mejillas —No soy un Grave.

—Lo eres, mi hermano te crío, eres su hijo legalmente.

Matt pasa una mano por su cabello y luego se pone de pie.

—¿Por eso Volviste? —ella levanta el rostro mojado por las lágrimas.

—Deseaba ver al hijo que por años lloré por haberlo perdido.

Matt asiente.

—¿Él lo sabe? —ella entendió que se refería a su verdadero padre.

—No —Gabinia estruja sus manos.

—No quiero que lo sepa nunca, no lo consideró ni lo voy a considerar mi padre.

—Nunca se lo diré, él simplemente me dio la espalda.

Matt asiente.

—Voy a dormir —Gabinia lo mira marcharse su corazón está afligido.

—Matt ¿Qué harás?

Él se detiene sin girarse.

—Toda la vida te he conocido como mi tía, sólo conocí a un padre y a una madre —sale de la sala sin mirarla.

Gabinia deja salir las lágrimas, era algo que siempre supo que pasaría, él no la miraría como una madre, nunca tuvieron contacto hasta ahora, su hermano jamás lo permitió.

*****

Noella estaba sentada en la cama, esperándolo, él cierra la puerta despacio, no se acerca a ella, camina hacia la ventana, la noche era calurosa, así que habían dejado la ventana abierta.

—Siento que mi vida a sido una mentira —ella se levanta y se pone detrás de él, lo abraza y pega su mejilla a su espalda —Él no era mi padre ¿Cómo podía verme a los ojos todos los días y hablarme de principios, de honestidad, sinceridad? Si me robaron de los brazos de mi verdadera madre.

Ella guardo silencio, él debía sacar toda la rabia que cargaba dentro al saber la verdad.

—Ahora entiendo la frialdad de ella, odiaba que la abrazara cuando estábamos solos, me gustaba su cabello, cuando lo acariciaba ella me daba golpes en la mano, así creci creyendo que ella era así, me amaba porque era su hijo, pero no lo demostraba. Nunca me amó, no me tuvo en su vientre, no teníamos un lazo ella y yo, simplemente era el sobrino de su esposo.

Noelle sentía la pena en las palabras de Matt.

—Emma esta sola, no tiene un hermano.... ella...—Noelle lo interrumpe.

—Eres su hermano, su protector, ella no está sola, nos tiene a los dos, para amarla, cuidarla.

—Está casa le pertenece...

—Aunque no seas el hijo del Conde de Grave, eres su sobrino, el título es tuyo.

Matt se separa de la ventana, se gira y abraza a Noelle, ella acariciaba su cabeza, consolandolo, se preguntó ¿que sería de él en ese momento si ella no estuviera con él? Se habría vuelto loco de cólera, de rabia, furia, enojo.

Ella lo guía a la cama, lo ayuda a acostarse y ella hace lo mismo, se recuesta en su pecho.

*****

—Quiero entender —Claude esta ansioso — ¿Cómo es posible?

Gabinia no tiene fuerza alguna, ella se dirige hacia su cama, se quita los zapatos y se mete bajo las cobijas, su corazón estaba triste, era mejor que Matt no supiera la verdad, ella podía estar junto a su hijo viviendo su felicidad, pero ahora él sabía que ella era su madre, sabía que él no la miraría como tal.




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