--- ¡Son gemelos Alexa, serán niño y niña!
--- ¿Niña?
--- ¡Sí! Una niña, mi primera nieta, tu primera sobrina.
--- Eso es... muy bueno. ¿Está Carmina por ahí? Quiero felicitarla personalmente.
--- Claro, espera que ya le hablo.
--- ¿Alexa?
--- Hola Carmina, ¿cómo estás?
--- ¡Muy feliz, tendré mellizos!
--- Lo sé, estoy muy contenta por ti. Por cierto, la próxima semana iré a visitarlos, quiero hablar contigo sobre algo muy importante.
--- Claro, estaré esperándote. Ahora tengo que irme, pero ya te veré, adiós te quiero.
--- Adiós, también te quiero.
5 meses después...
--- Marcelo cálmate. Tienes que calmarte y explicarme que está pasando.
--- Bien. Todo estaba bien, Carmina estaba teniendo un parto normal, tal como lo hizo con Samuel. El niño nació primero, pero después de eso no sé qué pasó con la niña porque Carmina se desmayó y los doctores me sacaron de ahí. Así que no sé nada, no sé si está bien, si la niña nació bien, ni siquiera sé si el niño está bien. Alexa --- dijo Mercello con los ojos cristalizados clavados en los de Alexa --- no quiero que les pase nada a ninguno de los tres.
--- Nada va a pasarles, ya verás cómo los doctores lo resuelven todo --- le contestó Alexa, que se había mantenido fuerte hasta este momento. En ese momento un señor calvo con Bata blanca se les acercaba --- Mira, ahí está el doctor.