Amor Imposible

Me Iré De Casa

Ayudarme? Vaya ,eso sí que es estupido. Mi padrastro jamás va a poder ayudarme con ésto y tampoco necesito que lo haga. No es como si tuviera una enfermedad, al menos eso siento yo, tan solo me enamoré de la persona equivocada. Punto. No es algo que él pueda cambiar a su parecer ni tampoco yo. Lamentablemente los sentimientos no se eligen.

— Me iré de casa — anuncie sin pensar, harto de esta situación. No lo dije fuerte ni de mala manera, mi voz se asemejaba más a una solución desesperada y triste ante lo que no puedo controlar por más que así lo quiera.

— ¿Qué? 
— Es lo mejor, que desaparezca de tu vida por completo. Ya no tendrás que lidiar conmigo ni con mis absurdos sentimientos  hacia tí — dije queriendo llorar.

Supe que había captado su atención, me daba cuenta de su mirada puesta ahora sobre mí. Y amo cuando me mira, solo que odio que lo haga de esa forma como si me tuviera lástima. El motor del auto se apagó, miré a través de la ventanilla y noté que ya habíamos llegado a casa. Menos mal, al fin podría alejarme un poco de ésto.

— Yo...yo...no quiero que te vayas — aseguró él con un hilo de voz. Quiso tomarme de la mano, pero se lo impedí alejándola de su lado.
— Esa no es tu decisión

— Si lo es, por algo soy tu padre — ahora sonaba un poco más serio y quizás con una mezcla de miedo por lo que acababa de anunciar. Me llama la atención ya que ¿por qué le importa si vivo con él o no? No es como si nos llevaramos de mil maravillas.

Además se empecinaba en verme como un hijo y no era como yo quería que lo haga, puesto que él no era mi verdadero padre. Era mi más grande amor maldita sea.

— ¿Es que no lo ves? — fue entonces que conecté mi mirada con la suya — Es la única solución, nosotros jamás vamos a poder tener una relación normal. Por más que lo intente, no puedo dejar de mirarte de esta forma que...que tanto desprecias.

Al cabo de unos segundos ví que me padrastro hizo un gesto que interpreté como si me diera la razón, como si no hubiera ninguna manera de "arreglar" lo que estaba mal conmigo y entonces angustiado me baje rápidamente del auto sin importar que aún estuviera lloviendo fuerte después de todo ya me había mojado anteriormente al salir del consultorio.

Nahuel me había querido detener al tomarme del brazo, pero yo me solté bruscamente de su agarre, con la sola idea de correr hacia la casa y preparar mis cosas para irme a donde sea. Cualquier lugar me sería mejor que permanecer aquí con él. Encontré fácil las llaves en el bolsillo de afuera de mi mochila y finalmente abrí la puerta adentrándome en mi casa sin saber con certeza si lo que se deslizaba por mis mejillas eran gotas de lluvia o lágrimas.

— Boris — pronunció y sentí una de sus manos sobre mi hombro, no me alejé pero tampoco giré mi cuerpo para verlo.
— No quiero hablar

— Y yo no quiero que me dejes Boris — susurró con la voz quebrada, me había llegado al alma aquella súplica — ¿A dónde irás? Este es tu hogar, además dices que me amas y ¿me quieres dejar? — cerré mis ojos con fuerza. Si supieras Nahuel lo difícil que me es esto para mí. Yo moría por él y precisamente por eso quería irme, esto no parecía tener solución y me estaba matando por dentro.

— Tengo amigos, ellos podrían dejarme permanecer en sus casas hasta que consiga algún trabajo y pueda sustentarse — respondí con profundo dolor.

Y entonces hubo un silencio, solo podía oír su respiración casi rozándome la nuca, para finalmente sentir sus brazos rodearme desde atrás, pude notar su cuerpo temblar un poco.

Entrecerré levemente mis ojos y supe que definitivamente estaba llorando, no se trataba de gotas de lluvia. Y Nahuel también lo hacía, se había sensibilizado tanto como yo. Eso fue suficiente para mí como para darme vuelta y mirar directamente aquellos ojos cielo que tanto me fascinaban, su mano tocó instantáneamente mi mejilla y la acarició delicadamente con el pulgar, yo me dejé hacer.

— Ya perdí a tu madre — comenzó ahora a musitar afligido mientras apretaba sus ojos, ahora sin poder mantenerme la mirada, apoyando su mentón sobre mi hombro le dolía demasiado pronunciar esas palabras — No quiero perderte a ti también. Boris...por favor...
— Nahuel

— No te vayas, buscaremos la manera de equilibrar todo. Te ayudaré a ser feliz como mereces, pero démonos una oportunidad — añadió enseguida y yo terminé más compungido.

Jamás lo había visto así, de verdad parecía sufrir por mi posible alejamiento.
— Es así como se siente.
Entonces elevó su rostro y me miró entre confundido y desesperado.
— ¿Qué cosa?

Tardé unos segundos en responderle, solo me dediqué a sonreírle con tristeza y a darle unas dulces caricias en la mejilla tal como él lo había hecho anteriormente conmigo.

— Tener miedo de perder a quien amas — dije en tono apagado — Que duela tanto que ya no puedas respirar, como las veces que me aterraba cada vez que te confesaba mis sentimientos, pensé que solo ganaba tu odio y desprecio — entonces él acortó más la distancia entre nosotros y me abrazó fuertemente como si no quisiera soltarme jamás.

— Sabes que pase lo que pase jamás te podré odiar Boris — sentí que me besaba el cuello pero como un gesto cariñoso, sin otras intensiones y luego hizo unas pequeñas caricias a mi cabellera rubia — Así que por favor, solo dame tiempo para pensar en todo esto y tratemos de estar bien. Me esforzaré para entenderte y dejar de juzgarte.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.