Amor Imposible

Partido En Dos

Sé que tenía que elegir pero no quería ni podía hacerlo porque jamás podría dejar de amar a Nahuel, ya que era el amor de mi vida. En cuanto a Sara ¿cómo pensar siquiera en alejarme de ella cuando me hacía sentir tan bien? Nunca.

- Te amo Boris - me decía ella con sus labios sobre los míos - Te amo tanto que....no me importa compartirte, de hecho prefiero eso a perderte....mi amor.

- Sara....mi vida...yo....yo tambien te amo....pero....
-Amas a Nahuel también, lo sé y creeme no me importa. Además él y mi papá....

- Basta - me dolía el corazón de solo pensarlo - No lo digas por favor - El vacío volvía a destrozarme el alma, pero Sara supo serenarme y curarme.
- De acuerdo mi amor, pero recuerda que te amo.

- Ojalá pudieras liberarme Sara mi vida, no me separaría de tí ni por un segundo.
- Te salvaré Boris, no te preocupes mi amor. Lograré liberarte de ese enfermizo amor prohibido.

Al oírla la abracé fuertemente sin poder contener las lágrimas, porque no quería ni podía dejarlo, Nahuel era mi gran amor y mi prisión maldita sea.

Ella volvió a secar mis lágrimas mientras me preguntaba si quería que bajemos a tomar algo. A mi nada me haría más feliz.
- Vamos mi vida - dije sonriendo.

Ambos bajamos y nos adentramos a la confitería donde tantas veces nos juntamos con nuestros compañeros del colegio.

Al entrar vimos a Maxi y Sigfrid quienes al vernos se alegraron. Nos sentamos con ellos. Yo me sentía algo incomodo con Maxi, ya que la última vez que hablamos fuí muy grosero con él. Pero pudimos hablar alli y entendernos, al fin nos reconciliamos.

- Perdón Maxi, yo....
- Eres mi amigo Boris y lo seguirás siendo siempre.
— ¿Amigos? - me dijo extendiendome la mano 
-Amigos - respondi dandole la mano.

Ambos reíamos felices y tanto Sara como Sigfrid sonrieron al vernos.
-Al fin se reconcilian - decía Sara
- Menos mal, ahora podré tener paz ya que Maxi estuvo llorando en mi casa durante todo éstos meses.
- Oye - protestó Maxi y yo lo abracé mientras reía.

En verdad la pasé bastante bien. Incluso cuando Maxi me preguntó por mi relación con mi padrastro sin importar que nos oyeran, ya que Sigfrid estaba al tanto de todo, pude decirle que ya no había nada entre él y yo que no sea una relación de padrastro e hijastro.

Si bien no era cierto pero aproveché para sacarles de su mente esa inquietud a.ambos. Y yo con cada segundo que pasaba me sentía más confundido. Pero en esos momentos estaba tranquilo y hasta feliz como hacia meses no me sentía.

Tomamos un par de cervezas cada uno mientras conversamos hasta altas horas de la noche. Luego nos fuimos. Sara me invitó a pasar la noche en su casa y acepté.

Pero sabía que tenía que avisarle a mi padrastro. Suspirando profundo saqué mi celular comprobando que tenía más de cuarenta llamadas de él y muchos mensajes de WhatsApp. Pero me limité a ignorarlos para llamarlo.

- Boris ¿dónde estás?
- No me esperes, no pasaré la noche en casa 
-¿Qué? Boris...¿dónde....?
- Eso no importa Nahuel, nos veremos mañana en el trabajo
-No, ven a casa...
- Quedate con Sergio

Luego colgué para no oírlo, no quería escuchar sus disculpas o sería mi fin. Miré a Sara sonriendo, ella estaba tan hermosa con esa sensual sonrisa bajo la luz de la luna que de solo verla volví a exitarme. Dios en verdad era hermosa.

-¿Y? ¿Lo entendió?
- No, pero no me importa 
-Así se habla mi amor, vamos a mi casa
- Perfecto

Nos perdimos en la noche bajo la luz de la luna.

 




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