Capitulo 8

Iker.

Detalle su rostro una última vez antes de dejarla en su cama y salir de su cuarto, definitivamente , estaba sintiendo algo muy fuerte por ella, por mi niña bonita.

Al verla dormida entre mis brazos, con ese hermoso vestido lila, me hizo sentir como el hombre más feliz del universo...

Vi una pequeña lámpara y la prendí, apague la luz principal y dejé la puerta cerrada.

Baje las escaleras de la enorme casa de Melissa, espero que mi familia y yo podamos tener una casa como está... En fin.

Cuando baje encontré a Isabel la mamá de Melissa le dedique una sonrisa.

--Se quedó dormida--Digo con un poco de pena.

Ella ríe.

--Es normal en ella, sus carcajadas se escuchaban hasta acá abajo--Dice aún sonriendo y yo me pongo un poco nervioso.

--Lo siento.

--No te disculpes Iker, al contrario gracias hace tanto que no escucho reír así a mi hija... Con el paso de los días se vuelve más seria pero pues así es ella.

--Detras de esa cara seria se encuentra su sonrisa llena de alegría, se lo aseguro--Digo sonriendo.

--Lo se muchacho, gracias.

--No tiene que agradecerme nada, hasta luego.

--Hasta luego Iker.

Salgo de su casa y me voy a la mía en mi coche que en realidad es de papá pero me lo presto.

Solo puedo pensar en ella y en contarle a mi mamá sobre quién me a robado el corazón...

Quiero que mi familia la conozca...

Claro si ella acepta.

Estaciono el coche y me dirijo a la puerta para abrirla, en cuanto lo hago encuentro a mi madre en el sofá viendo una película.

--Ya llegué--Digo con una sonrisa.

Me acerco a ella y me siento en el otro sofá.

--¿Cómo estuvo la fiesta?--Pregunta mi madre con emoción.

--Supongo que bien aunque en realidad no estuve mucho en ella.--Agrando mi sonrisa al pensar en Melissa.

--Conozco esa sonrisa...¿De quién se trata?

--Se llama Melissa es una niña muy especial, está noche ví como un tipo le gritaba y la salve, no podía permitir que la tocará de esa manera tan violenta así que lo golpeé--Mi mamá me miro sorprendida--Ya sé madre, eso no está bien pero no podía permitir que le hiciera daño a ella...

--Esta bien hijo, pero cuéntame más de ella, ¿Va en el instituto?

--No como tal, ella estudia en el de a un lado--Me mira con curiosidad--Se lo que estás pensando y no, a ella no le importa que yo no sea de su clase social ni nada de eso, ella es especial siempre busca la igualdad, aparte de que es bellísima, tiene unos ojos que son como de oro, su piel es casi tan blanca como la nieve, es muy divertida y...

--Estas enamorado de ella.

Eso no lo venía venir.

--¿Que?

--Tus ojos brillan cuando hablas de ella--Apaga la tele y camina hacia su recámara me hace una seña para que la siga y yo lo hago.

Llegamos a su cuarto y me pide que entre.

--Oye madre yo no...

--Hijo no me digas que no lo estás por qué así es, la amas, lo puedo sentir, eh esperado darte esto desde que mi mamá me lo dió a mí...

--Ok tu ganas, creo que sí me estoy enamorando...

Rasco mi nuca y ella me enseña una pequeña caja dorada...

--Esto es un anillo..

--Ya lo sé pero ¿para que?

--Para que se lo des tontín, este anillo me lo dió mi madre cuando noto que yo estaba enamorada de tu papá, cuenta una historia que la mujer lo tiene que portar hasta que su pareja y ella encuentren el árbol de el amor, se supone que tienen que ir a el bosque y encontrar un árbol con flores de sus colores favoritos y con muchos nombres escritos en el tronco de dicho árbol, si no lo encuentran su amor no es puro y verdadero...

--¿Mi papá y tú lo encontraron?--Digo muy sorprendido ya que esto parece estar sacado de un cuento.

--Si, si lo encuentras verás nuestros nombres escritos.

--Pero ella y yo apenas  nos conocemos...

--Dale el anillo cuando tú creas que sea correcto, estoy segura que van a encontrar el árbol.

Yo le sonrió.

--Esta bien madre, se lo daré--Digo con una sonrisa.

--Perfecto ahora ve a dormír...

--Espera, ¿Por qué no me lo diste cuando estaba con Jessica?

--Por que ella no te amaba, lo supe desde el principio.

--Wow mamá, gracias, dulces sueños--Digo cerrando la puerta.

Ya le quiero dar el anillo a Melissa solo espero que ella lo acepte y me entregué su corazón, por qué ella ya tiene el mio...

Dejo de pensar en eso cuando escucho como mi celular vibra, veo la pantalla y es Pamela, le contesto de inmediato.

--Hola Pamela.

--Hola Iker solo llamo para invitarte a la fiesta que haré mañana en mi casa te espero a la 6 ¿Va?

--Esta bien.

Cuelgo la llamada para ponerme la pijama.

Me acuesto en mi cama y me quedo profundamente dormido.

Unos movimientos en mi cama me despiertan y cuando abro los ojos encuentro a Edith en pijama saltando en mi cama.

--¡Despierta!¡Despierta!¡Despierta!¡Ya es de día!

Esto pasa cuando tienes una hermana imperativa de 10 años.

Cubro mi cabeza con la almohada para no escucharla.

--¡Iker!¡Iker!¡Despierta!

Empieza a moverme con sus manitas.

Yo me siento en la cama.

--Yo no soy Iker--Digo con una sonrisa en la boca y ella se detiene y se sienta en la cama.

--Yo soy el monstruo de las cosquillas...

Le empiezo a hacer cosquillas y ella no deja de patalear y reír.

--¡Ya Iker me rindo!

Dejo de hacerle cosquillas y la bajo de la cama.

--Dice mi mamá que ya está el desayuno.--Dice sin dejar de sonreír.

--Vamos.--Agarro su manita y nos vamos a desayunar.

Melissa.

Después de comer subí a mi cuarto para ver que me Hiba a poner hoy en la fiesta de Pamela.

Y no encontré NADA no sé que ponerme ni como peinarme, fastidiada bajo a ver a mi mamá para que me ayude.

Pero antes de llegar a su cuarto escuché como tocaban la puerta y Nana la habría.