CAPITULO XXVIII

Me encuentro tirada en la cama viendo el techo con ganas de hacer nada, simplemente por dos razones, la primera porque es lunes y la segunda por que anoche nos quedamos hasta las dos de la mañana charlando y recordando viejos tiempo, también me enteré de muchas cosas que no sabia por haberme alejado tanto de los muchachos por el estudio.

Hoy no tengo ganas de nada, lo más extraño es que no hay nadie en casa, la dicha no dura mucho ya que me dió hambre, pero me toca levantarme a ver si me dejaron algo para no morir de inanición.

Son las 12 y mi familia no dan señales de vida, a lo lejos escucho mi celular sonar

Llamada telefónico

-Bueno

-Eka ¿cómo estás?

-Hasta que alguien de esta familia se digna a dar señales de vida, estoy bien má

-que exagerada por Dios, estamos acá donde tu tía Xiomara, va a venir o le mando el almuerzo

-Pues la verdad, no sé ya que debo hacer unos trabajos para mandarlos por correo y me demoro bastante

-Entonces ahora le envío el almuerzo, mucho cuidado hija

-Bueno má, nos vemos después

Fin de la llamada

Bueno Eka linda y hermosa, manos a la obra hacer los trabajos para estar la semana libre, Además que esta semana es un momento definitivo de la carrera, ya que estos días son definitivos por que se sacaran las notas finales y nos dirán quien puede seguir y quienes deberán dar un paso al costado por bajo rendimiento lo cual es algo súper grave, no solo por lo monetario sino por el tiempo invertido.

Por fin terminé estos trabajos, ahora a relajarme un poco, donde estará mi celular más bien donde lo dejé mirarlo acá, que raro tengo unas llamada perdidas de Ían que será lo que quiere, voy a mandarle un mensaje

Mensaje

Hola, ví tus llamadas perdidas, ¿sucedió algo?

Como no veo respuesta, mejor me voy a bañar para ponerme a ver una película.