Amor Inconcluso

CAPITULO XXXV

Llego a casa sin mediar palabra con nadie, ya que tengo la cabeza un lio tremendo, porque tengo 2 formas de ver las cosas, por un lado quiero ayudarle a superar sus problemas, pero sé que eso me traería otros problemas a nivel familiar, y la otra opción me dejaría destrozada sentimentalmente, se que si me decido por la segunda opción él podría reaccionar de una forma violenta sobre el mismo, ya mañana hablaré y sacaré mis conclusiones, lo fundamental es salir bien de esta situación.

Toda la mañana he estado haciendo unos trabajos de academia, ya que debo enviarlos por correo antes de las 3pm, es tanto lo que me he concentrado que no se ni dónde dejé el celular, ni mis primos ni Fer me han venido a molestar, porque saben que estoy en los finales y tengo un genio que ni yo me aguanto.

-¿Eka ya estás libre?- Escucho como mi prima Aneska me llama solo la miro y le sonrío- es que llegaron ya todos a almorzar, solo faltas tú.

-Ya terminé, por fin, y ahora que decís comida si tengo hambre además de sueño- me para y me dirijo con ella al comedor donde están todos, voy tan sumergida con lo que me cuenta mi prima que no reparo quien está en la mesa, tomo asiento junto a ella, mientras me cuenta sobre una tarea que le dejaron de historia en su escuela, yo le guio en lo que se, cuando oigo que me llama mi abuela

-Ekateriana no piensas saludar?- yo la miro con cara de que pasa, entonces ella me hace seña con los ojos, sigo su mirada y veo a ían con mis primos al otro lado de la mesa, se ve feliz y sonríe mucho, ese chico es un total acertijo para mí, se le ve tan sereno como tan normal, como si no tuviera esa condena que el mismo se auto impuso desde muy pequeño, yo creo que lo mejor que puede hacer es retirarse n poco del pueblo y perdonarse, saber que él no era el culpable de nada.

Cuando él me mira sonríe y me guiña un ojo, yo solo le sonrío, mientras vuelvo a la conversación anterior con mi prima, mi abuela y mis tías sirven el almuerzo a todos los presentes, pasamos un medio día a meno y risible por los diferentes comentarios de la familia por temas tocados de forma graciosa, a eso de las tres de la tarde algunos se fueron para su cuarto a recostarse, otros se fueron al parque y otros están en la play, yo por mi lado estoy en la cocina tomando un poco de limonada, para irme a mi cuarto pero debo hablar con Ían en privado pero mi primo Iker no lo ha soltado para nada, Fernando dijo que iba a invitar a mis primos a jugar futbol cosa que me hizo reír ya que a duras penas sabe patear una pelota, pero le agradezco que quiera ayudarme a solucionar todo mi problema amoroso.

-Aquí estás amor!, te he buscado por la casa, ya me iba a ir por que no te veía-se acerca y me da un beso muy tierno que me llena más de sentimientos, le respondo el beso con todo el amor que puedo darle a este chico que me hechizó, termino el beso y lo abrazo fuerte, tengo un cumulo de sensaciones en mi cuerpo y mente- Amor pasa algo, te siento extraña- me despega del abrazo, me mira fijo en los ojos como buscando una respuesta a su pregunta, yo solo veo sus ojos tan cristalinos que se están poniendo preocupados por mi acción.

-No me pasa nada amor, solo que hoy no habíamos podido pasar un tiempo a solas y quería abrazarte-vuelvo a besarlo tratando de que el sienta todo lo que yo le quiero, además de la promesa silenciosa que hago de ayudarlo a superar todo lo que lo atormenta y no lo deja vivir




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