Amor Intocable

Capitulo 4

Hoy es mi día de descanso, voy con mi brazo esta enlazado al de Maggie, venimos al centro comercial porque quiere comprar un vestido ya que Yves, su novio le pidió matrimonio y él va hablar con los padres de ella y los de él para pedir su mano y quiere verse más linda de lo que es. entramos a una tienda llamada Ma belle,  vamos caminando por los pasillos en busca de un vestido que sea del agrado de Maggie. Ella agarra un montón de vestidos y nos dirigimos a los probadores, me siento en el mullido sillón a esperar a que salga del probador, sale con el primer vestido uno azul de manga larga con una falda tipo lápiz, se da una vuelta mostrando la espalda, donde le vestido es cubierto por encaje, se gira hacia mí y niego en automático y ella vuelve a entrar al probador, después de media hora de estar entrando y saliendo del probador por fin sale con un vestido con el cual se ve bellísima, un rojo de tirantes con corte corazón en la parte de adelante y termina en una falda suelta, se da una vuelta y la miro

- Amiga, ese es el vestido, tienes que llevarlo si o si

- ¿Segura? Quiero verme bien, es un día muy especial

- Estoy segurísima, este vestido es el indicado te ves preciosa, no te imagino en otro vestido que no sea este- me acerco a ella y le doy un abrazo

- Maggie, estoy muy feliz por ti, porque te vas a casar con el hombre al que amas, y estas cumpliendo tus metas, y estoy orgullosa de ti

- Olí, te amo mucho, y me vas a hacer llorar tonta, yo estoy feliz de que estés conmigo compartiendo este gran momento de mi vida- nos abrazamos y la suelto para que pueda cambiarse y pudiéramos ir a la caja a pagar, ya todo listo nos dirigimos a su carro para ir a comer.(***)

Llegue al asilo registre mi llegada, lo primero que hago al registrarme es ir a ver a los cuartos para asegurarme que todo esté en orden con los abuelos y ver los que pueden caminar ya estén despiertos, cambiados y bañados para que se vayan tomado sus medicinas, voy a ver a los abuelos que ya no pueden estar de pie, ver que todo esté en orden con ellos, entro al cuarto de Tobías y lo veo leyendo, me acerco para checar su planilla y ver que esta vez nadie se haya dejado sobornar por el abuelo, tuve que reprender a Lizzie por tomar el dinero que le dio Tobías y tener que asignarle otras tareas- buenos días Tobías- lo saludo, solo me observa de reojo, todavía está molesto con lo del baño

- ¿No vas a contestarme? –le pregunto con una sonrisa burlona en los labios.

- No- me responde frunciendo el ceño

- Acabas de hacerlo- lo molesto veo que pone los ojos en blanco

- Sigo molesto por el baño y porque Lizzie me robo- lo oigo refunfuñar, sonrió mientras me acerco para darle un beso en la frente y dejo su dinero en su buro antes de salir de la habitación – ya hablé con ella y me regreso el dinero y entonces me acostumbrare a que siempre estés molesto conmigo, porque yo personalmente vendré a darte los baños cuando te toquen y veo que te toca mañana, así que lo siento- le digo, me despido de él. ya revisando a los abuelos de los cuartos de mi área.

No piensen que soy la única que se encarga de todos los abuelos, no, hay más enfermeros, pero estamos divididos por áreas y cada enfermero está en su área y cada área tiene un horario para estar en la sala recreativa, en el jardín, no podemos tenerlos a todos en un solo lugar en la misma hora, Rhonda es la encargada de recibir nuevos abuelos y también tiene un área asignada, los demás tienen un área como yo y nos encargamos cada uno de crear actividades para los abuelos, para que su estadía aquí no sea repetitiva, tratamos de que las actividades que les ponemos sean nuevas la que más se repite es el bingo ya que parece que es lo que más les gusta y es por qué ellos apuestan hasta la ropa interior, ya con los abuelos, los llevo al jardín y ellos caminan por todo el jardín otros solo se sientan en las mesas del jardín a jugar con la baraja y otros simplemente se acercan a jugar golf. Observo a la abuela Davies, veo que sonríe de algo que le dice el abuelo Robbie, sonrío y me alegro de ella, ya que no se está quedando estancada en el dolor con la falta del abuelo Hugo, no me acerco para que platiquen a gusto sin ninguna interrupción de mi parte, observo que no todo este bien, me acerco a la mesa donde los abuelos están jugando a la baraja.

- Hola abuelos, ¿creen qué me pueda unir a una partida rápida? - les pregunto con una sonrisa

- Claro qué si nietecita Olí, pero esperamos que tengas mucho dinero en tu bolcillo, porque lo perderás todo- me dice el abuelo Enrique

- Claro que, si tengo, pero ¿quién dice yo voy a perder? Tal vez usted es el que termina pagándome- me sonríe y comienza a barajar las cartas y las comienza a repartir- vamos a ser bondadosos contigo Olí y comenzaremos con cinco dólares la ronda- me dice el abuelo Patrick, saco mis cinco dólares y los pongo en la mesa

- Espero que no comiencen a refunfuñar cuando les gane su dinero- les digo, comenzamos con la partida, la primera ronda la gano y los abuelos no están contentos con eso, así que piden la revancha y sube la cantidad de la apuesta a diez dólares, seguimos jugando, nos reímos a carcajadas cuando el abuelo Patrick ya no trajo más dinero para apostar y se saca la dentadura.

- Patrick, ¿qué crees que haces? Yo no quiero tus dientes hediondos- dice el abuelo Enrique, me rio- abuelo toma tus dietes, yo te presto- le digo al abuelo, observo mis cartas y hago una mueca que el abuelo Enrique no se pierde y su sonrisa se ensancha, el primero en mostrar sus cartas es el abuelo Patrick y las observamos y sabemos que ha perdido, nos observamos el abuelo Enrique y yo, bajo mis cartas y el las observa atentamente me mira y luego brinca de su silla soltando sus cartas y dejando que las observemos, lo vemos gritar y con voz cantarina diciendo que gano, yo solo suelto una carcajada.

- ¡Te gane Patrick, te Gane nieta Olí, les gane! - lo vemos hacer un movimiento con su cadera me paro para tratar de tranquilizarlo antes de que se lastime, logro hacer que se siente y él toma el dinero y lo guarda en sus bolcillos. lo veo tan feliz que siento a mi corazón oprimirse de la felicidad, veo al abuelo Patrick que se ríe del abuelo Enrique- Kike, no cantes victoria, que todavía falta en bingo, y prometo ganarte ahí- Patrick se levanta de la silla para caminar por el jardín y Enrique hace lo mismo, checo la hora en mi Reloj y me giro para decirles a los abuelos que entren para ir a la sala de video para ver una película.  levanto la vista y la veo.




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