Amor Intocable

Capítulo 11

Estamos entretenidos jugando no hemos salido del cuarto, llevamos como una hora sentados, Theo me mira sobre sus barajas. yo hago lo mismo esperando a que muestre las suyas, les diré que él me ha ganado en la mayoría, sí que sabe jugar, pero el abuelo Patrick me enseño y muy bien, así que creo que, en esta partida si le gano, veo cómo va bajando sus cartas hasta ponerlas en la mesa me sonríe con suficiencia. su mano de póker es una escalera, se recarga en el respaldo de la silla cruzando sus brazos esperando a que le muestre las mías.

- Lo siento Theo, pero en esta mano le gano yo- pongo la baraja en la mesa sonrió con suficiencia, él comienza a observar de mis barajas a mi cara y de mi cara a la baraja, comienzo a decir con una gran sonrisa- escalera real de color.

- No, no lo creo, a mí me parece que hiciste trampa, levántate, capaz que te escondiste algunas cartas- comienza a decir.

- Oh, ¿no sabe perder Theo? – comienzo a molestarlo.

- Quiero la revancha- comienza a decir y niego con la cabeza.

- No, se pospone para mañana, es hora de comer

- No tengo hambre, ya comí bastante en la mañana.

- Qué bueno que me recuerda eso, porque le pregunte si llevaba alguna dieta y usted me mintió- comienzo a juntar la baraja y se la entrego- así que ahora a comer.

- No voy a salir de aquí, y mucho menos voy a comer junto a esos ingratos.

- Muy bien, le traigo aquí la comida- salgo del cuarto y me dirijo a la cocina, en esta me encuentro con Bertha hablando con Elizabeth, las dos se giran y me observan, la última me sonríe.

- Hola Olivia, Bertha ya me conto que el abuelo tomo un baño y que desayuno- le sonrió y pienso que Bertha aparte de habladora es muy comunicativa.

- Hola, sí me imagino lo que te dijo Bertha, ¿puede servir la comida del señor Theo? por favor- le digo a Bertha y esta se gira a servir- y quería hablarte de algo ¿a qué hora llegas de trabajar? -le pregunto tomando la bandeja que me tiende Bertha.

- A las siete de la noche ¿el abuelo comerá con nosotros? - me pregunta esperanzadora

- No, él quiere comer en su cuarto, pero no te preocupes no hay que presionar tanto, hoy ya hizo bastante. te parece ¿Qué hablemos cuando llegues? –le pregunto- y que tu hermano y tío estén presentes, lo que les quiero decir lo tienen que escuchar ellos.

Elizabeth me asegura que hará lo posible porque su tío y hermano esté presente en la charla. le agradezco a Bertha, regreso al cuarto veo que Theo sigue sentado, dejo la bandeja en la mesa le pongo su plato, veo que toma los cubiertos y comienza a comer.

- Voy a la cocina a comer, vuelvo cuando termine- me detengo a mitad de camino y me giro para preguntarle- o ¿prefiere que lo acompañe a comer?

- No, vete a la cocina, vuelve cuando termines- lo observo dudando si debo hacerle caso u omitir su orden y venir a comer con él, siente mi mirada, deja de comer y me observa.

- Ya vete o si no voy a dejar de comer- camino hacia la puerta y veo que él todavía está viéndome, esperando a que salga del cuarto.

- Provecho- le digo saliendo cerrando la puerta detrás de mí, me encamino a la cocina y veo a Ed, Regina y Bertha comer, los tres levantan la vista y dejan de comer.

- Provecho, ¿puedo comer con ustedes? - Ed es el que me contesta, se levanta de la silla.

- Claro preciosa, puedes comer con nosotros, ven siéntate y deja que te sirva.

- No te preocupes, yo puedo servirme, no tienes que hacerlo tú- le digo, pero él niega con la cabeza mientras comienza a servirme comida en el plato.

- Siéntate, y deja que yo te sirva

- Gracias- le agradezco cuando deja mi plato enfrente de mí, vuelve a sentarse y comienza a obsérvame fijamente.

- Edmundo, parece que nunca has tenido novia, deja de andar de intenso y deja de mirarla- le dice Regina.

- Veo que no has salido corriendo, parece que le has caído bien al jefe

- No voy a salir corriendo- le digo y ella solo sonríe y niega con la cabeza.

- Ya veremos, ya veremos. –la observo con los ojos entrecerrados.

Mientras comemos, escuchamos algunos chistes que cuenta Ed, me rio en algunos, no son tan graciosos, pero no quiero hacerlo sentir mal por sus malos chistes. parecen personas amables y amigables. Me caen bien, termino de comer ya todos habían terminado, pero esperaron en la mesa a que yo acabara, comienzo a juntar los platos, pero Bertha me los quita enseguida.

- Yo lo hago, tu tranquila

- Bueno, tengo que volver gracias, la comida estuvo riquísima- le digo a Bertha, me despido de los chicos y me dirijo de nuevo al cuarto del señor Theo. Toco la puerta para avisar que voy a entrar.

Veo que sigue sentado, viendo hacia el jardín. Me acerco a él para poner los trastes que utilizo en la charola y llevarla a la cocina.

- ¿quiere salir a caminar al jardín? –le pregunto, pero él no me contesta- ¿le comieron la lengua los ratones de nuevo?

No me contesta, decido no molestarlo ya lo presioné lo suficiente hoy, salgo de nuevo del cuarto y vuelvo a dirigirme a la cocina para dejar la charola en la barra.

(***)

Checo la hora en mi reloj veo que ya pronto darán las siete de la noche, así que me dispongo a acomodar la cama y poner un vaso de agua en el buro cerca de su cama por si en la noche le da sed. Theo sale del baño y se acuesta, comienzo a arroparlo y me arrebata la cobija y aparta mi mano.

- Puedo hacerlo solo, ya te dije que no soy un niño- me dice con el ceño fruncido.

- Perdón, la costumbre, para mí es un niño se comportó como tal, así que lo arropare- le quito de la mano la cobija y comienzo a cobijarlo acomodo la almohada, comienza a quejarse, pero lo ignoro. Cuando termino me despido diciéndole que mañana nos vemos, no espero su respuesta porque sé que no va a llegar. salgo del cuarto dejándole prendida la lámpara que se encuentra a lado de él.




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