Sorpresa

Las chicas, mi familia y yo estuviemos todo el tiempo con Yesner y su familia...  

Pasaron los días y nos hacíamos más unidos e inseparables, formabamos un buen equipo los 6; salíamos a comer, al cine; a veces por la noche hacíamos fogata en casa de Yesner, nos acostabamos en la grama a ver las estrellas, Yesner tocaba la guitarra  y
Tamy cantaba la amistad era muy bonita; 
los fines de semana mi mamá hacia asados, el señor Ruiz y mis amigas formaban parte de eso, se estaba volviendo todo rutinario. 
           
     Mes de diciembre... 

La amistad que tenía con Yesner era tan grande que me sentía muy bien a su lado, y podía percibir que él se sentía igual; me estaba enamorado de él con el pasar del tiempo, aunque no sabía si el sentía lo mismo, siempre se portaba cariñoso, amable y sobretodo caballeroso, pero así era con las chicas también, no sentía que había algo especial conmigo. No puedo negar que su sonrisa me encanta, sus ojos negros me enamoran. 
Deseara decirle lo que siento pero me da miedo que no sienta lo mismo y alejarlo de mi, ya me había acostumbrado a él y a su buen trato. 

Estaba en mi cuarto, cuando de repente veo a Yesner entrando por la ventana. 

Yesner— hola Abi, ahaha es un poco difícil subir por acá. (Dijo mientras observaba mi cuarto)

Yo— ¡estás loco! ¿Cómo hicistes para subir? sos terrible, lo sabías.

Yesner— no, soy un experto hahaha; ¿quieres salir a caminar un rato antes de dormir? Quiero mostrarte algo. 

(mostrarme algo! Eso me puso un tanto nerviosa) 

Yo— ok, pero no bajaré por la ventana, en cambio vos tendrás que bajar por ahí (señalé la ventana) 

Yesner— hahaha te veo a bajo.( Cerrando un ojo) 

Anda raro, mmmm que estará pasando! lo sentí un poco coqueto, a parte de eso es la primera vez que entra por la ventana, está desorbitado hahaha o seré yo.  

Al abrir la puerta de mi casa, él ya estaba esperando a fuera. 

Yo— no pierdes tiempo chico. 

Yesner— sabes que eso no es para mí, ven tengo que vendarte los ojos. 

Yo— espera, espera, espera. ¿Cómo para qué? o ¿qué? Andas raro, ¿A dónde me vas a llevar? 

Yesner— haber, tengo que vendarte los ojos. 

(Al vendarme los ojos,Los nervios incrementaron,  no sabía que pasaba) 

Yesner— ven, yo te ayudo. 

Yo— ¿a dónde vamos? Honestamente estoy nerviosa,

 Yesner—tranquila nena  
          

       (era la primera vez que él me decía nena, ¡que está pasando!) 

Yesner— Llegamos, ¿estás lista? Te quitaré la venda!  

Yo— estoy nerviosa, no sé si eso sea lista 

Yesner— solo respira, estás conmigo nada malo pasará. 

Yo— hmmm eso no me ayuda Yesner, rápido quítamela. 
 

Wow! Esto es...

 estoy sin palabras, es sorprendente. 
                     

    ( Yesner había arreglado la parte trasera de su casa; habían globos colgando en un árbol, en una de las ramas estaba colgada una manta blanca con luces de diferentes colores, en la grama habian muchos pétalos de rosas rojas, cerca de la manta había una caja grande,  sobre ella un gran lazo azúl)  
 

Yo— ¿qué es todo esto?  Está precioso. 

Yesner— ve a la caja y ábrela. 

Yo— no sé que decir, estoy sorprendida. 
 

( quité el lazo, al abrir la caja había un cachorro color blanco, con una nota que decía:  ya no quiero ser solo tu amigo, ya no quiero tener excusas para verte o salir al cine o algún otro lugar, quiero tomarte de la mano, quiero dedicarte mis melodías en la noche, en la mañana, a la hora que sea, quiero abrazarte, quiero besarte.
Quiero que seas mi mejor amiga, mi confidente, quiero que seas mi novia ¿Aceptas?)

 
Me acerque a él, lo quedé viendo a los ojos. 

Yo— si quiero, si quiero que me tomes de la mano, si quiero que me abraces, si quiero ser tu mejor amiga y confidente, si quiero que me beses, si, si Yesner quiero ser tu novia. 
       Llevo sus manos a mis mejillas, estaban frías y no sabía si era de los nervios o por el clima. Por unos segundos nos miramos, luego me besó, sentí lo suave de sus labios, su tierna forma de besar me gustaba, como todo él.  

Yesner—  podré dormir tranquilo y pensando en vos.

Yo— yo igual, ¿pero desde cuándo sientes cosas por mi? 

Yesner— desde el día que te ví con ese vestido dorado, aún en medio de mi dolor por la pérdida de mi madre pude ver lo bella que te mirabas ese día, luego de eso la amabilidad con la que tratas a Tamy fue importante ya que ella es todo para mí, de repente llegaba a pensarte  sin querer, tocaba mi guitarra y te venías a mi mente; cuando salíamos los seis me gustaba porque podía pasar horas a tu lado, podía verte reír, ver tus ojos brillar al hablar de lo que te gustaba, verte emocionada por qué ya vas a entrar a la universidad, llegué hasta a enamorarme de lo atenta que eras aún cuando no tenías mucho tiempo para todos,  me llegué a conformar con solo verte desde mi ventana, hasta ayer que pensé en organizar esto y pedirte que seas mi novia.