─Ella tiene sus ojos ─sollozó mi madre.
Me encontraba en la entrada de la cocina escuchando lo que mi madre decía. Sabía que estaba mal escuchar conversaciones ajenas, pero quería poder llenar algunos de los tantos huecos que tenía sobre mi pasado, mi presente y seguramente mi futuro también.
─Es normal, Coral ─dijo mi abuela─. Es la magia lo que viste, ella no será como él.
─Pero si…
─Cariño, el corazón de Alana es tan bueno que no existe lo negro ni lo blanco en él.
─¿Crees que ella...?
─Lo siento en mi corazón.
Suspiré haciendo notar mi presencia, mi abuela me miró con una pequeña sonrisa de tristeza en los labios mientras mi madre me daba la espalda. Ella disimuladamente limpió sus lágrimas antes de encararme.
─¿Cómo te sientes? ─preguntó
─Lista para saber la verdad.
─Tus ojos volvieron a la normalidad ─dijo mi madre.
─¿En serio? ─pregunté esperanzada.
─Sí, cariño.
Mi abuela y mi madre se sentaron a almorzar. Me dirigí a la sala para sentarme en el sillón individual que estaba cerca de la ventana. Suspiré mirando hacia afuera, el clima no era tan frío ni tan caluroso, era más bien algo intermedio. El comienzo del otoño estaba a la vuelta de la esquina y amaba esa estación, principalmente ver las hojas cambiar de un verde a un rojo o naranja me fascinaba.
Llevé mis piernas a mi pecho para colocar mi barbilla sobre ellas. Suspiré, sabía que debía esperar para que cada cosa cayera en su lugar y poder saber la verdad. Mi madre se sentó en el sofá a mi lado mientras que mi abuela se sentaba frente a mí. Giré mi cuerpo para verlas.
─Quiero que escuches con atención lo que tenemos que decirte ─dijo mi abuela─, no nos interrumpas hasta que hayamos terminado.
─Está bien ─asentí─. Estoy lista.
─Pequeña, averigüe que es lo que tienes ─dijo mi abuela.
─¿Qué tengo? ─pregunté exaltada.
─Antes de eso, tu mamá tiene que decirte algo importante.
─De acuerdo ─murmuré.
─Alana ─dijo mi mamá─, toda decisión que he tomado en mi vida ha sido pensando en ti y solamente en ti, quiero que tengas eso claro antes de empezar a contarte la verdad.
Asentí dándole el valor para que hablara. Abracé con fuerzas mis piernas y me preparé para lo peor, no sabía si había algo bueno que rescatar de lo que ella me tenía que decir.
─Cuando una bruja cumpla la mayoría de edad tiene que elegir una especialización. Su corazón es el encargado de hacerlo. Después de eso el consejo asignará un profesor particular, en el caso de que los padres no puedan enseñarle al adolescente su nueva especialización ─hizo una pausa─, cuando cumplas los dieciocho tendrás que hacer una de las decisiones más difíciles de tu vida. El consejo enviará a un representante esa noche. En unos días, recibiremos noticias de ellos.
─Alana ─murmuró mi abuela─, ahora que sabes esto, te puedo decir lo que tienes. Tu magia está creciendo y estás presentando los síntomas de eso.
─Es parte de quien eres, hija ─dijo mi madre.
─Yo… ─mi abuela alzó la mano para que no hablara.
─¿Te acuerdas cuando me hablaste de este chico? ─asentí pensando en Eliot─. Pequeña, estás conectada a él
─¿Qué? ─fruncí el ceño. «¿De qué estaba hablando mi abuela?».
─Cuando un alma humana es creada se divide en dos para que abarque dos cuerpos diferentes que estarán siempre destinados a encontrarse. Con las brujas el proceso es diferente. El alma de una bruja es creada sin ser dividida. Sin embargo, hay una rara excepción. Cuando una bruja es nacida bajo un eclipse solar al mismo tiempo que un alma humana, ambas se conectarán para siempre. ─Mi abuela se levantó para ir a ver algo─. Esta es tu carta astral ─me enseñó la hoja y la agarré con mano temblorosa─, en ella se ve tu alma rodeada de rojo y eso significa que hay un alma conectada a la tuya. Muchas veces esas almas nunca se vuelven a juntar.
─Pero en mi caso, sí ─murmuré.
─Sí, pequeña ─nos miramos a los ojos─. Debes alejarte de él, Alana. Es un peligro para ambos si las cosas se vuelven más fuerte.
─¿Cómo que más fuerte? ─subí ambas cejas.
─Que se enamoren mágicamente ─dijo.
─¿Qué es eso?
─Sus almas ya están conectadas, pero al enamorarse hacen que se fusionen para siempre. Lo que tú eres, él será y lo que él es, tú eres. Será una sola alma en dos cuerpos diferentes.
─Es decir, ¿qué si nos enamoramos él será brujo y yo seré humana? ─enarqué una ceja, esto sonaba totalmente loco.
─No exactamente de esa manera. Él será brujo, uno no muy fuerte pero capaz de hacer un par de cosas, mientras que tú tendrías un lado humano más fuerte. Ustedes serían la pareja perfecta.
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Editado: 15.05.2021