Amor Mágico

Capítulo 34

Ella suspiró mirando el parque de su infancia. Hace casi cinco años que no ponía un pie en ese sitio y ella rogaba que fuera la primera y última vez que lo hacía. Su corazón se encogió con temor y tristeza pues él le había pedido encontrarse en ese parque porque quería hablar sobre algo importante. Se armó de valor y se acercó al árbol de ellos, habían escrito sus nombres en un corazón hace mucho tiempo atrás y ella esperó que su relación hubiera durado tanto o más que ese árbol, pero eso no sucedió.

Ella cuadró sus hombros y caminó con una misión en mente, escucharía lo que él le diría y saldría de ahí sin mirar atrás, tenía que cerrar la puerta de su pasado y solo pensar en el presente y en el futuro. No podía estar lamentándose por una decisión que no había tomado.

 ─Llegaste ─dijo él saliendo detrás del árbol.

 ─Cala me aviso que querías verme. ¿Qué quieres, Vernon?

 ─Quiero verla, hace cinco años que no sé nada de ella.

 ─Sé que sabes de ella. Tu hermana te da pequeños informes de cómo esta ─murmuró. Cala quería lo mejor para ella y no quería que su hermano se le acercara, así que le daba información para que él estuviera tranquilo.

 ─¿Cómo lo sabes? ─inquirió.

 ─Cala no me miente ─y nunca lo había hecho. Estaba de su lado.

 ─Ella también te informa lo que estoy haciendo para poder conocer a mi hija ─gruñó.

 ─No lo sé ─se encogió de hombros mintiéndole descaradamente.

 ─Mi hermana es una espía.

 ─¿Qué quieres de mí, Vernon? ─preguntó aburrida e impaciente.

 ─Sabes lo que quiero ─dijo mirándola de pies a cabeza─, aunque tampoco estaría mal tenerte a ti desnuda.

 ─Eso no va a suceder ─le frunció el ceño─. Nunca me metería con un hombre casado ─su voz se rompió.

Ella siempre había soñado con ser la esposa de él. Se enamoró cuando apenas era una adolescente intentando entender que era su vida y su mundo. Quería ser la única mujer en su vida, pero como todo cuento de hadas la realidad golpeó demasiado rápido.

 ─¿Segura, Coral? ─preguntó con la voz ronca, esa voz que tenía un efecto en ella─. Sé que si te toco te vas a derretir.

Ella dio dos pasos lejos de él para girarse y darle la espalda porque era verdad, si él la tocaba se convertiría en papilla a sus pies y respondería Sí a cualquier cosa que le pidiera hacer. Él era su kryptonita, él único que podía destrozarla y construirla, él único que había dejado que hiciera con su corazón y su cuerpo lo que quisiera, pero ahora era diferente. Tenía que ser diferente. Las cosas habían cambiado hace mucho tiempo atrás.

 ─Sabes la respuesta a tu petición ─cambió de tema radicalmente.

Si él seguía con sus insinuaciones ella respondería de la única manera que sabía, dándole un derechazo en su bello rostro.

 ─Tengo derecho a verla.

 ─No lo tienes, perdiste ese derecho en el momento que nos diste la espalda.

 ─Sabes porque lo hice.

 ─Lo hiciste por egoísta ─gruñó.

 ─Coral…

 ─No, Vernon. La respuesta siempre será No.

 ─Entonces, la seguiré buscando.

 ─Y yo la seguiré protegiendo ─dijo ella.

 ─¿Cuándo te volviste tan dura?

Él se acercó para colocar sus manos en los hombros de la mujer. Ella no podía dejar que él la tratara como su tapete, que podía volver cuando quisiera y ella estaría esperándolo con los brazos abiertos.

Se soltó del agarré de él y lo encaró, estaban demasiado juntos y los recuerdos de haber estado así de cerca un montón de veces antes la inundaron haciendo tambalear. Dio un paso lejos de él pues necesitaba poner distancia tanto física como emocional.

 ─En el momento que rompiste mi corazón ─dijo ella frunciendo el ceño e irradiando ira.

 ─Lo…

 ─Trágate tus lamentos. Decidiste algo Vernon, ahora vive con esa decisión.

 ─Pero que la alejes de mí no es parte de esa decisión ─murmuró él.

 ─Si lo es. Elegiste la avaricia y una mejor posición por encima de nosotras.

 ─Coral… ─su nombre en sus labios siempre había sido una debilidad, pero ahora debía ser su motor para alejarse.

 ─No quiero saber más ─dijo a la defensiva─. La respuesta es no y siempre lo será.

Ella cuadró sus hombros y se giró para dejar ese parque con todos los recuerdos atrás esperando que fuera la última vez que lo veía, aunque se conocía demasiado bien y eso era casi imposible. Siempre quería saber de él y Cala sería la mejor informante que existía ya que le diría todo lo que él estuviera haciendo, principalmente si quería saber de ella. Él había perdido todo derecho cuando había decidido casarse con otra mujer.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.