Amor Marino

Nostalgia

Shura estaba bajo estricta vigilancia por sus padres, ésto le impedía subir a la superficie para ver a su hermoso rubio.

Los días y los meses pasaban en soledad para Shura, soledad y tristeza añorando poder ver a Boris.

Pero cada vez que intentaba ascender a la superficie, Gastón aparecía de repente impidiéndoselo.

No entendía razones, no entendía nada de nada. Solo sabía que su hijo mayor debía obedecerles a ellos, olvidándose de la superficie.

Shura empezaba a pasar el tiempo sentado en una roca mirando la nada con gran tristeza. Cada tanto miraba hacia arriba y suspiraba con infinita tristeza.

Sus amigos, los hipocampos, lo rodeaban intentando alegrarlo sin conseguirlo. Sujetandose sus escamas con sus brazos abrazandose a sí mismo, empezaba a llorar.

Se sentía desfallecer, extrañaba tanto a su amado humado que empezaba a dolerle físicamente. Sus hermanos, Sara y Tomás, en un determinado momento se le acercaron preocupados.

Pero por más que le hablaban nada lograron, Shura no les respondió ni siquiera los miró. Tan mal estaba.

Ellos acabaron dandose por vencidos y se fueron dejandolo solo. Su madre se le acercó luego, a ella Shura sí que le habló contándole todo.

Marina lo abrazó con ternura, él lloró amargamente en su regazo. Cuando se hubo calmado él le pidió ayuda para poder emerger a la superficie.

— Mamá por favor te lo pido, convence a papá para que me permita ir a la superficie. Necesito ver a Boris.

— Hijo, no podrás estar así toda la vida. Si tanto lo amas, proponle formar parte de nosotros y nuestra especie.

— Lo haré
— Si no desea venir aquí ¿qué harás? ¿Lo obligarías con tu poder?
— No, deseo su amor sincero, no su esclavitud.

— Puede no corresponderte hijo. Deberías traerlo usando tu poder, así podrás ir cambiando su corazón.

— Mamá por favor, necesito enamorarlo en serio pero ¿cómo podré lograrlo si me tienen aquí atrapado?

— Tu padre solo quiere protegerte hijo
— Lo sé mamá, lo sé. Pero por favor, no soporto más....

Marina lo abrazó con fuerza intentando calmarlo. Luego de un rato ambos volvieron al recinto donde la familia al completo solía estar.

Shura se limitó a ignorarlos a todos, se alimentó en silencio y luego se fue a nadar por ahí junto a sus amigos, los hipocampos, sabiendo que su padre no le perdía mirada.

Cada vez que intentaba elevarse nadando hacia la superfucie, el poder de su padre, que manipulaba la arena del mar, lo atrapaba trayéndolo nuevamente al fondo del océano.

Cuando se hubo agotado, regresó a su sitio donde solía descansar. Allí se acostó y sin fuerzas ni energías para nada, se durmió. La imágen de Boris nunca abandonó sus pensamientos.

"Te amo Boris, te amo y te necesito"

Shura pensaba en la forma de escapar de su padre y su familia, no quería hacerlo pero necesitaba volver a ver a su rubio amado.

En la superficie, Boris no la estaba pasando nada bien. Extrañaba tanto a su amigo tritón que no paraba se suspirar mirando el mar. Ya no prestaba atención a nada ni a nadie más.

Su padre pudo ganarle el juicio a la familia de su esposa y conservar la tenencia legal de su hija. Ésto era un respiro para Boris y su padre.

Sin embargo Boris no dejaba de pensar en su amigo tritón, quien logró adueñarse de su corazón. Esperaba poder volver a verlo algún día o acabaría enloqueciendo.

No les dijo nada ni a su padre ni a su hermana. Deseaba guardarlo en secreto de momento. Esa noche, Boris desde su habitación miraba el oscuro mar hasta que el sueño lo venció y se acostó.

"Shura, no me abandones por favor. Ven por mí, no soporto más éste distanciamiento".




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