Elene, nace en el templo de Hestia, donde creció rodeada de sacerdotisas devotas. Sin embargo, Elene siempre se sintió diferente, con un corazón lleno de celos y ambición.
Su obsesión por ser la mejor sacerdotisa la llevó a odiar a Chrysa, quien destacaba por su belleza y bondad. Elene se escondió en el templo de Atenea, no solo para escapar de la captura, sino también para evitar que Chrysa la superara.
Mientras Chrysa y Orión viajaban y compartían sus días juntos Elene se unió a las fuerzas de Macedonia, utilizando su belleza y astucia para manipular a los líderes y avanzar en su propio poder, ser así amada y ser mejor que chrysa.
Sin embargo, su sed de venganza y poder la consumió, y Elene se convirtió en una sombra de su antiguo yo. Su corazón se llenó de amargura y rencor, y su alma se perdió en la oscuridad.
A pesar de su caída, Elene nunca olvidó a Chrysa y Orión, y su odio hacia ellos la mantuvo viva. Sin embargo, en el fondo, sabía que había perdido todo lo que realmente importaba: el amor, la amistad y la redención.