Amor mecánico

Capítulo 12 - Piano

Después de ese suceso, unos días actuaron algo raro en un principio en el trabajo porque cada vez que se miraban recordaban ese comportamiento que tuvieron ambos por lo que trataban de alejarse, pero en la noche aún seguían viéndose dentro de un mundo de ensueños.

- ¿cómo sabías que yo estaría ahí? -

- cuando fui a tu habitación y vi esa libreta de cuero... por alguna razón o sentimientos, sabía que estarías ahí -

- ¿por qué hiciste eso? - se sonrojo al recordar ese tacto en su rostro

- ¿de qué hablas? -

- ya sabes de eso -

- habrá sido tu imaginación tonta- empezó actuar algo infantil - mejor vayamos a la playa a caminar un poco -

Le hizo enojar por eso y Rui le llegó a pegar por tal tontería que había hecho fingiendo que lo había superado, aunque no era asi, pero Blake al apartar la mirada se mostró un pequeño sonrojo por sus mejillas al recordar esas acciones más que nada ni él sabía porque lo había hecho no tenía razón de haberlo hecho porque si sabía que lo había hecho por impulso y a provocación de ella la relación que tenían se rompería. Pero aun asi no estaba bien del todo porque seguía alejándose, encerrándose en su cuarto o el estar caminando sin rumbo alguno y en sus ojos mostraba tristeza por la soledad de la despedida de sus padres. Por otra parte, trataban de mantenerla cerca sus abuelos por el hecho de esa amenaza que un día llego a la casa por parte de orden del rey, aunque no sabían el porqué de ello, pero no lo lograban de manera eficiente. Que un día de ellos por la noche escapó de la casa sin que nadie se percatara que su existencia se lo había llevado el viento, dejando rastro de su escape, pero sin dejar pista alguna hacia donde se dirigía por lo que nadie supo por dónde empezar a buscar por lo que siempre estaban preocupados la familia de Rui de ello. La joven bruja con las ropas bastantes grandes ocultó su figura para que no fuera reconocida entre las calles llenas de gente y los edificios que tanto adoraba ver que eran tan altos como el cielo junto con los decorativos para poder caracterizarlo a su estilo propio, camino sin rumbo alguno en un principio solo está entre calles y avenidas hasta que recordó un solo lugar en el que nadie la había visto visitar porque estaban tan escondido como entre los árboles las flores que están en las copas de los mismos cuando es un día soleado que se fue dirigiéndose hacia ese lugar que sentía propio que nadie la molestaría aunque al bajar la guardia no se percató el hecho de que alguien la seguía por su camino entre las oscuras rupturas del suelo. Aun le afectaba aquello que había ocurrido por sus padres y la destrozaba tanto el hecho de verlos muertos sin poder decirles algo que la hacía sentirse ahogada entre tantas palabras amargas y podridas que guardaba en su garganta que cada vez que pasaba su saliva por la garganta sentía lo áspero de aquello que odiaba y le producía tristeza. Grey y Blake nunca supieron de ello hasta que se los contaron porque estaban tan entretenidos con agregar una parte nueva de ese mundo de ensueños era como un capricho solo para ella para poder animar su estado de ánimo, pero luego de enterarse de eso detuvieron su trabajo para salir a buscarla entre todos los lugares posibles que la joven bruja visitará con frecuencia tanto como los que casi nunca visitaba. Fueron horas las que llevaba en esa biblioteca subterránea llena de libros viejos como nuevos, con los autores reconocidos dentro del reino, de manera internacional, local y los que iban surgiendo apenas o los más desconocidos por cada criatura del rincón de las calles tan oscuras del mismo reino de Rosenly y del mundo. Rui se sentía parte de la biblioteca al leer tantos libros que llevaba en los escritorios apilados a los lados para que nadie la viera leer con esos lentes tan anticuados para su gusto pero tan cómodos como para olvidarlos en casa sin utilizarlos, leía libro tras libro con un sin fin de historias diferentes que relataban como cosas fantásticas, antiguas pero de manera tan extraordinaria y bella que era un arte el poder leerlo, tan poéticas que reflejaban el alma de esos diferentes autores de otros reinos y del suyo propio, otros que tenían verdades de los diferentes puntos de vista de la historia del reino y algunos muy simples pero que la joven bruja consideraba un tesoro único que quería conservar en su corazón por siempre. El hábito que siempre tenía al llegar a la biblioteca iba por los de la parte de arriba de los estantes por lo que tenía que utilizar una anticuada escalera de magia a base de escalones de metal que la podían ayudar a subir y que podían quedarse en la parte superior leyendo unos cuantos libros en las primeras horas hasta que le pedían que se bajará de ahí, las horas restantes de la tarde se la pasaba leyendo entre los pasillos de manera sentada con los pies cruzados, en algunas ocasiones estaba acostada, se recargaba en la pared o de una manera sentada que su espalda estaba en el suelo y sus pies quedaban en los estantes recargados, después en las últimas horas de la noche terminaba sentada en alguno de los escritorios que había en la biblioteca y finalizaba con guardándolos en sus respectivos estantes conforme los había recogido pasando suavemente sus dedos por las tapas y leyendo los títulos para poder recordar el libro que había producido esos sentimientos tan únicos. Esos días no fue la excepción desde que había escapado de casa, solo comía afuera que estuviera cerca de la biblioteca o bebía de las máquinas expendedoras que tenían un precio aceptable en su estancia. Pero en una tarde de esos días fue por una bebida en la máquina que en esos momentos que la sacó esa persona que la estaba siguiendo desde el primer día en las sombras le logró poner un hechizo junto con un polvo experimental sin cambiar el color dando por finalizada la tarea que tenía y yéndose del lugar entre las grietas oscuras de las esquinas del edificio. Otro rato más cuando la bebía se había percatado por un extraño olor muy agudo pero realmente no le dio la importancia por el hecho de haberse metido mucho en la historia que le estaba encantando que de pronto empezó a sentir como sus párpados pesaban mucho y un mareo mientras leía una historia que le estaba haciendo olvidar lo malo de este mundo, tantas cosas cálidas, se sentía tan identificada con lo que sentía el personaje que sintió como propio el libro y la belleza de las palabras que leía ni la hacía despejarse de ello.



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En el texto hay: sentimientos, decisiones, amor tristeza

Editado: 17.07.2018

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