Al salir del agua aprecio el aire que entraba en los pulmones el chico, contempló el lugar donde estaba que él se encontraba dentro de un agua cristalina reflejando la noche tan clara que pudo apreciar que estabas todo repleto de estrellas, pero por el frío del lago que le produjo un escalofrío tuvo que salir a rastras del agua porque sentía como era jalado hacia la profundidad de un abismo pesado, oscuro y frío. Cuando salió su aliento era pesado por el esfuerzo de salir mientras gotas caían al suelo por lo empapado que estaba, sin percatarse que al fijar su mirada enfrente de él había una criatura peculiar con la cabeza de un humano, cuerpo todo lleno de escamas que al final terminaba en un cascabel de una serpiente y en sus brazos tenía alas de un pájaro pero como no tenía clara la mente no podía orientarse del todo en donde estaba o lo que quería preguntar y la criatura le su mano para poder levantar la cual aceptó sin embargo le costó mucho trabajo el poder hacerlo por el hecho de que no sentía mucha fuerza en su cuerpo.
- ¿dónde estoy? ¿quién eres? ¿qué eres tú? ¿quién soy? -
- tranquilo humano no te alteres, no te puedo contestar todo lo que me dijiste ni darte toda la información de golpe, solo te diré que te llamas Blake Phantom -
- no entiendo, yo... - puso su mano en su cabeza como si tratará de recordar algo, pero al momento la criatura le puso una mano en su espalda dando entender que tenía compasión de él
- tranquilo Blake, solo relájate un poco por ahora mientras aclaras tus ideas si quieres puedes descansar en ese lugar -
Le señalo en donde había un gran árbol majestuoso con las hojas verdes y flores de todos los colores creciendo de ella como si fuera un néctar tan placentero de ver, él solo llegó al árbol con las fuerzas que tenía para acostarse de forma cómoda mientras meditaba y ponía en orden sus pensamientos aunque al poco tiempo por lo cansado de su cuerpo se fue quedando dormido poco a poco sintiendo una extraña calidez que lo envolvía por completo al estar cerca con esa vida tan preciosa en la que se recostaba compartiendo sensaciones tan extrañas, pero a la vez un tanto familiares con sólidos de vientos viajando conforme ocurría los cambios de estaciones. Unos días estuvo dormido en esa posición que al parecer no le afectaba para nada los cambios de temperatura o las gotas de lluvia que habían caído porque el árbol lo protegía de ello sino hasta que lo hicieron despertar el sentir por primera vez el frío en su cuerpo que era acompañado de escalofríos, estornudos, sed y hambre. Haciendo que la criatura se percatara de ello a lo que salió por un momento de ese extraño lugar al cual se podría decir que era un bosque para traerle una manta junto con unos recipientes llenos de comida y una botella de agua, Blake al momento que lo trajo esa criatura dudo un poco en si tomarlo pero cuando le dio una sonrisa ya no lo dudo por lo que se puso la manta encima de todo su cuerpo para de nuevo volver a sentir calor y luego se tomando poco a poco la comida que comido complacido por tal regalo, aunque al sentir el sabor delicioso en su boca empezó a dar grandes bocados lo cual derramó lágrimas sin darse cuenta porque ese sabor le era tan familiar solo que no podía recordar por qué lo era y al acabar la comida terminó de caer las últimas lágrimas inexplicables de constante tristeza de esos bellos ojos verdes que contenían vacío y soledad que aún no lograba comprender lo que sentía en ese momento. Pero después de unas cuantas horas de abrazar sus piernas para calmarse y poder ordenar sus pensamientos para comprender la situación que comenzó a sentir terror por todo su cuerpo ya que sí era lo que sabía desde lo más profundo de su ser, pero que no recordaba de manera exacta lo que había sucedido hace tiempo en esos recursos difusos que había visto en sus sueños que le hacían temblar con lo que sentía que sabía por alguna razón de su ser pero que por esa razón ya no quería saber nada porque si era lo que estaba pensando se sentiría como se derrumbaría todo lo que tenía en sus manos, que era invisible en realidad y tan podrido que no quería admitir, pero aun así quería hablar con esa criatura tan extraña sobre el tema que tenía la sensación de saberlo.
- oye, ¿dónde estoy? - lo dijo de forma calmada mientras con la mi sabana que cubría su cuerpo jugaba con sus manos nervioso
- estás en el origen de todo, donde se recolecta la materia y energía que le da a todo el planeta una vida propia -
- ¿por qué estoy aquí? Se supone que no debe de estar cualquier persona -
- veo que estar recuperando el conocimiento, pero contestando a tu pregunta es para poder restaurar tu cuerpo como era anteriormente de esos sucesos -
- ¿restaurarlo? ¿a qué te refieres? -
Sabía que antes no era normal, pero de alguna forma no lograba creerlo, aunque la voz de su alma y mente le gritaban que era una verdad que debía de enfrentar lo que le incluía era miedo a saberlo porque era algo que no podía recuperar.