Amor Mortal

2. Chiara

Chiara

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza que va desde mi frente a mi nuca, me giro en la cama y los rayos que se filtran dan directo en mi cara. Me estiro para tomar mi celular de la masita de noche, pero no lo encuentro, abro mis ojos y es hay cuando caigo en cuenta que no estoy en mi habitación, me siento en la cama y comienzo a ver a mi alrededor. Las paredes están pintadas de un color gris, el techo es de color blanco, tiene un ventanal enorme.

Esto es realmente inmenso.

Me levanto para mirar por esta y me percato que tengo un pijama que no es mia, lo dejó pasar y avanzo a la ventana …

—pero que preciso…— digo mirando como cae la nieve y se acumula en los árboles Donde carajos estoy… pienso observando el hermoso paisaje.

Pasan unos cinco minutos cuando alguien abre la puerta, me giro encontrándome con el mismo hombre de ojos azules que mato a Arthur.

—se puede saber que hago aquí? — digo sin titubeos. El solo me mira y la comisura izquierda se le eleva un poco.

—estas aquí porque tu esposo tenia una deuda conmigo y tu serás mi pago— abro los ojos al oír lo último.

—no puedes hacer eso, la deuda era con Arthur, no conmigo— digo enojada y él se acerca a mi y me coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—serás mi esposa— dice y lo miro incrédulo.

—jajaja, que buen chiste—rio y el me mira serio— aparte ni siquiera te conozco como carajos esperas que sea tu esposa— frunzo el ceño— y por otro lado legalmente sigo casada, aunque hayas matado a mi esposo. — termino de decir.

—Lucca Bianchi, tengo 30 años y soy el líder de la mafia italiana negra— dice estirando una mano hacia mí, lo miro dudosa pero la acepto. Cuando nuestras manos se juntas se siente una corriente eléctrica demasiado extraña, cuando nos soltamos de las manos el me mira— con respecto a lo de tu matrimonio con Arthur, ya todo está solucionado— me extiende una carpeta, la tomo y comienzo a leer.

Arthur leonardo cassano, fecha de defunción 10 de mayo del 2024, choque automovilístico…. Chiara marchetti viuda…

Viuda

Esa palabra de repetía una y mil veces por mi cabeza.

Suspire y mire a Lucca.

—para que necesitas que sea tu esposa? —pregunte, podía considerarlo, se lo debía, me había librado de Arthur.

—si quieres te puedes sentar— dice apuntando la cama detrás de mí.

Nos sentamos en la cama a unos metros de distancia.

—mira seré sincero contigo, me pareces una persona demasiado atractiva— se queda pensativo—mi madre ya está algo vieja y bueno mi padre falleció hace 15 años y su más grande sueño era ser abuelo, yo como líder ya tendría que estar casado y como con 3 hijos, muchas veces han querido quitarme el puesto por “no cumplir con los requisitos” — dice y lo quedo mirando.

—no tienes a alguna chica que esté interesada en ser tu esposa y madre de tus hijos? —pregunto y el niega con la cabeza

—ósea las hay, pero so todas unas interesadas, algunas les da miedo ponerse en riego por mi puesto y otras no quieren tener hijos porque según ellas les deformaría el cuerpo— termina de decir y yo rio, Lucca me mira y me sonríe de vuelta

—mira no se si me habrás investigado, pero mi probabilidad de quedar embarazada bajo de un 100% a un 50%— no se cual fue el motivo que tuve para sincerarme con él, ayer no lo conocía y el día de hoy ya ando contándotele casi mi vida.

Lucca me sonrió y me dio un apretón en la mano tratando de darme ánimo.

—quieres contarme sobre eso? — pregunto y por primera vez en la vida me sentí escuchada. Lo mire tan detalladamente que podría describirlo, bueno quizás lo haga, saben que más lo hare.

Él es demasiado guapo, tiene cabello negro, tienes ojos de color azul, pero un azul impresionante, yo mido 1.65 y le llego quizás a los hombros, el medirá 1.80 quizás, por lo que veo en sus brazos gracia a que tiene la camisa arremangada tiene tatuajes en ambos brazos, me detengo a mirar su cuello y allí hay mas tatuajes, de su rostro que puedo decir su es un puto dios, sus labios son gruesos, su sonrisa es perfecta, nariz algo gruesa pero le queda perfecta a su rostro, tiene un cicatriz que cubre desde su ceja a la parte baja del ojo izquierdo, su cuerpo es todo musculo lo puedo decir gracias al puto traje que lleva puesto que seguramente este hecho a medida ya que le queda impresionante…todo un dios griego es este puto mafioso.

Bueno siento que me he tomado demasiado tiempo describiéndolo, cuando subo mi mirada lo veo acotado en la cama con los ojos cerrados.

—Lucca— le digo

—Mmm— me responde

—crees que pueda comer algo, mis tripas están sonando— le digo y veo como comienza a brotarse los ojos para después pararse.

—si quieres puedes ir a ducharte, le pediré a ninoska que te prepare algo de comer— dice

—pero no tengo ropa para ponerme— digo mirando el extraño pijama de unicornio que tengo puesto.

—te puedo prestar algo por mientras, tienes frio? — preguntó

—algo, no estoy muy acostumbrada al frio— digo y el se dirige a un a de las puertas de la habitación

—espera esta es tu habitación? — digo al ver que ingresa a un armario saca algo se de su ropa y me la entrega

—si lo es— dice

—como y donde dormiste anoche? — pregunto y él se queda callado— dime por favor que dormiste en otra habitación.

—porque lo haría, esta es mi cama— dice si darle importancia

—dormimos juntos? —pregunto la cosa más obvia del mundo. El asiente

—pero te juro que o te toque apropósito— dice y yo frunzo en entrecejo

—como es eso? ¿Como que no apropósito? —

—sabias que ocupas gran parte de la cama, y que te gusta dormir abrazando lo que encuentres a tu paso? — dice y no me lo puedo creer, jamás antes abrace a alguien para dormir, bueno quizás será porque Arthur jamás estaba en casa por las noches.




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