25.

... Pero un día decidió acabar con su dolor. Se suicido en la bañera, aun recuerdo el sonido de la bala salir por el fierro.

Los pelos se me pusieron de punta y mi corazón se detuvo por unos segundos.

Otra vez mi alma se fue y bajo de golpe para quebrarse por completo, me rompí y no podía volver a unirme.

Lo encontré en el baño y una nota en su mano, donde decía: “Gracias por intentar ayudarme, amor, pero estaba bastante hundido y no me podías sacar y no quería ser una carga para ti, te amo amor de mi vida, nunca lo olvides. Nos vemos en otra vida”

Ese fue la aguja que reventó el globo.

Se apunto en el corazón, la sangre chorreaba, tome su rostro entre mis brazos y lo abrace negando el hecho que ya no estuviera aquí.

Un grito desgarrador salió de mi garganta, me ardió tanto pero no podía manejarlo.

Sentí el peor dolor de mi vida, en mi pecho se estaciono como si fuera su casa, llevándose al amor de mi vida.

Sudaba frio, sudaba dolor. Mi alma ya no la sentía aquí.

Me dolió, le llore, sufrí demasiado. La culpa se reencarno como segundo piel, en las venas ya no sentía sangre, mi mente  estaba en todos lados menos aquí.

Su funeral solo fui yo, yo llore sola en el pasto ya que no tenía a nadie más.

Le grite a su tumba, le grite y reclame de cómo me pudo haber dejado, luego me culpe y termine llorando en su foto.

Estar en casa fue lo más triste que he podido pasar.

Ir al baño era llorar todo el día.

No tenía ganas de comer y ya estaba lo suficientemente cansada.

Así que también tomé el camino fácil.

Tome el arma la cual él se disparo y una foto de nosotros juntos, apoye la foto en mi corazón y dije: –nos veremos en otra vida mi amor, prometo no ser tan débil en ella.

Apunte justo en mi sien mientras las lágrimas corrían por mis mejillas y su sonrisa estaba en mi mente y los recuerdos pasaban como película. Y dispare sin pensar en nadie más que él.

Lo siento por no ser tan fuerte.

Pude a ver sido más fuerte, más insistente.

Pero ya está hecho.

Ya me fui....

Con él y con mi familia, juntos. Viviendo nuestro amor muerto. Un amor doloroso, un amor de muertos.