al parecer las cosas iban también con los chicos planeando que ponerse el dia de la fiesta de disfraces, mientras tanto en la cita de Carlos y Axel.
- Te gusto la comida – dice Carlos
- Por supuesto estaba muy buena –
- Que bueno que te haya gustado Axel, es uno de los restaurantes que me ha gustado por su calidad de comida –
- Eso es bueno eh –
- Oye, ¿te molesto algo que dije anteriormente? –
- No, porque lo preguntas –
- Porque no me dirigiste ninguna palabra cuando nos sirvieron la comida
- No es nada Carlos, solo estaba pensando en muchas cosas –
- Esta bien Axel, pero deja de pensar, ven conmigo –
(Lo levanta de la silla donde estaba)
- A donde me llevas – menciona Axel
- Mira esta bonito el atardecer –
- Es increíble – dice muy feliz Axel
- Así es como eres, verdad –
- ¿Cómo? – menciona algo confundido Axel
- Alegre, simpático y una gran compañía –
- No yo no soy así –
-Deja de ocultarlo, eres así, tu no eres frio, o calculador, ni egoísta –
- Yo soy así, no me gusta la armonía –
- Déjate llevar Axel, eres una persona con sentimientos, y eso no tiene nada de malo –
- Lo sé –
- A que le tienes miedo, Axel –
(Le agarra la mano)
- No le tengo miedo a nada Carlos – (lo mira con ojos de ternura )
- Entonces déjate llevar por lo que sientes –
- Yo, yo – responde todo confundido
- Vamos, eres un chico muy admirable y muchas cosas más–
Toma ambas manos y Carlos se acerca para robarle un beso a Axel, pero son interrumpidos por el mesero.
- Buenas tardes caballeros desean algo más – menciona el mesero
- No, no estamos bien, solo la cuenta por favor – dice Carlos
- Creo que deberíamos de ir nos a la casa – menciona Axel
- Si, tienes razón– dice Carlos
Carlos y Axel, se iban a dar su primer beso, pero inesperadamente no se lo dieron, mientras que estos tortolitos se enamoran uno al otro, los demás estaban ansiosos de como ir vestidos a la fiesta. Carlos pago la cuenta, se dirigían a sus hogares. En el camino Axel, se quedó dormido, Carlos solo lo miraba con gran ternura de como dormía. Luego de recorrer tantos kilómetros, llegaron a la casa de Axel.
- Al fin despiertas – dice Carlos
- Me gano el sueño – menciona Axel
- Así veo, ya llegamos a tu casa –
- Enserio –
- Si como estaba dormido, no sentiste el viaje –
- Si creo que eso fue –
- Gracias por haber aceptado Axel –
- No debes de agradecer, soy el que debe de decir gracias por insistir –
- De nada, fue un placer pasar tiempo contigo –
- No fue nada –
- Bueno, nos vemos entonces
- Si, seré tu pareja el día de la fiesta – menciona Axel
- Enserio – responde muy emocionado Carlos
- Si así es –
Axel se baja del auto, mientras que Carlos grita de alegría por lo emoción.