CAPÍTULO 1

Para todos, una banda de rock podría significar solo ruido sin sentido, pero para Aslan, el vocalista y guitarrista de "Maniac" ser parte de una banda de rock era su mundo entero, Maniac, además de ser una banda de rock altamente famosa, también era un consuelo en sus letras para los adolescentes, con ritmos realmente increíbles para todos.

Camino al ensayo para la preparación de su concierto, Aslan iba rápidamente a abrir el lugar de ensayo que estaba prácticamente escondido del mundo, a pesar de tener una agencia donde ensayar, ellos tenían su propio hogar donde sentirse ellos mismos sin presiones de sus jefes, donde podían gritar o simplemente descansar del mundo.

Iba doblando para llegar a la última cuadra del ensayo pero en ese momento alguien venía en dirección opuesta hipnotizado al teléfono móvil, Aslan que iba apresurado no se fijó en que dirección doblar para evitar a la persona que venía llegando a el, lo que causó que chocarán fuertemente por la velocidad de Aslan.

Lo siento mucho. - Hablo el chico del teléfono

Estaba tan pendiente en comprar unas entradas que no me fijé en el camino... -Hablo nuevamente

Aslan solo se apresuró en tapar su rostro con el cubrebocas y su gorro, cambiando su tono de voz respondió.

No te preocupes, también fue culpa mía por ir apresurado.

Se adelantó en recoger el teléfono móvil del chico delante de el, este se había prendido y pudo notar su fondo de pantalla, lleno de nervios le entregó rápidamente el celular, en su fondo de pantalla estaba el mismo, Aslan el vocalista y guitarrista de "Maniac", se había encontrado con un fan sin querer, respiro y se inclino para despedirse, pero solo en ese momento que lo miro fijamente pudo notar que aquel chico era bastante atractivo, peli rojo y de facciones muy marcadas, totalmente atractivo a la vista ajena.

Dejo de lado sus pensamientos y se marchó mientras que el pelirrojo solo lo miro confundido.

Aslan siguió su camino hasta llegar al lugar de ensayo, abrió las puertas y espero a sus compañeros de banda que también venían bajo camuflaje.

Aslan cerró la puerta tras de sí y apoyó la espalda durante unos segundos, intentando regular su respiración. No sabía exactamente por qué se sentía tan inquieto… solo había sido un accidente, un simple choque en la calle. Sin embargo, la mirada de aquel chico seguía apareciendo en su mente como un pequeño destello que intentaba ignorar.

Sacudió la cabeza y se quitó el gorro y el cubrebocas, dejando que su cabello oscuro cayese en desorden. Caminó hacia el interior del lugar de ensayo, ese espacio semisubterráneo con paredes cubiertas de pósters de conciertos pasados y luces cálidas que creaban una atmósfera íntima. Era su refugio.

Dejó su estuche de guitarra encima del sofá viejo y revisó que todo estuviera en orden: los amplificadores conectados, los micrófonos listos, la batería ubicada en el centro como siempre. Todo estaba exactamente igual que ayer. Todo era lo mismo. Menos él.

Por unos segundos se quedó quieto observando sus propias partituras sobre la mesa. Las letras de la nueva canción, aún incompleta, parecían mirarlo de vuelta. Hablaban de impulsos, de curiosidad… de aquello que despierta sin pedir permiso.

—¿Llegaste muy temprano o te estás escondiendo del mundo otra vez? —sonó una voz a su espalda.

Aslan se giró y vio entrar a Niall, el baterista del grupo, cubriéndose aún con gafas oscuras y una chaqueta con capucha. Parecía agotado pero sonreía con esa calma que lo caracterizaba.

—Solo necesitaba aire —respondió Aslan, evitando contacto visual.

—Estamos bajo tierra, no sé qué tan buen aire encontrarás aquí —bromeó Niall, dejando las llaves y acercándose—. ¿Todo bien?

Aslan dudó antes de contestar. No quería sonar extraño.

—Solo… casi me atropellan ahí afuera.

—Ese "casi" suena más a que atropellaste a alguien —intervino Kai, bajista de la banda, entrando justo detrás. Tiró su mochila en el sofá—. ¿Qué hiciste ahora, As?

—Nada —respondió de inmediato, aunque sus dedos temblaron levemente—. Fue solo un choque pequeño. Un tipo distraído mirando el celular.

Kai frunció el ceño.

—¿Te reconoció?

Aslan dudó un segundo más de lo normal.

—No… creo que no —mintió. Las imágenes del fondo de pantalla volvieron a su mente.

No había tiempo para reflexionar. El resto de los miembros llegó y comenzaron a prepararse. Entre cables, pruebas de sonido y bromas habituales, la tensión de Aslan se fue diluyendo poco a poco… hasta que alguien mencionó lo que no esperaba.

—¿Vieron que abrieron preventa para el Storm Fest? —comentó Kai mientras afinaba su bajo—. Colapsaron los servidores en minutos. Seguro había gente loca intentando comprar hasta en la calle.

Las manos de Aslan se detuvieron sobre la guitarra.

“Estaba tan pendiente en comprar unas entradas…”

La frase del pelirrojo retumbó en su mente.

—¿Estás bien? —preguntó Niall nuevamente, notando que Aslan estaba distante.

El vocalista levantó la vista, tragando saliva.

—Sí… solo… curiosidad —se limitó a decir.

Nadie preguntó más. No era raro que Aslan se aferrara a pensamientos inciertos antes de una práctica importante.

Respiró hondo, se colocó frente al micrófono y miró a sus compañeros.

—Desde el inicio —ordenó.

Y comenzaron.

Las notas del primer riff llenaron la habitación como un golpe de energía. Aslan cerró los ojos y dejó que la música hablara por él. Cantó con intensidad, como si intentara expulsar esa imagen que insistía en permanecer, como si gritara no hacia su público, sino hacia sí mismo.

Pero mientras desplegaba su voz, algo dentro de él lo traicionaba.

La música sonaba con más fuerza que nunca. Sus palabras, sin embargo, parecían tener un nuevo destinatario.

Un desconocido pelirrojo de mirada confundida.

Y por primera vez en mucho tiempo, Aslan sintió que no solo estaba cantando sobre curiosidad.