Amor oscuro

Prólogo

Narrador

Esta historia comienza así. . .

En un mundo muy lejano al nuestro, pero más cerca de lo que creen, existe la magia por montón y así ha sido por cientos de años. Aun así, hay un pequeño reino donde sólo habitan humanos, que se encerró entre grandes muros para así no ser lastimados por la magia, ya que al ser diferente que ellos, estaban aterrados y asqueados por su gran diversidad y libertad que sus creencias rechazaban. En este pequeño reino vive nuestra protagonista, una dulce e inocente chica llamada Luna, de 16 años de edad, con un cabello tan oscuro como la noche y un cuerpo tan delgado como las ramitas de los árboles, la cual vive con su madre, una prostituta que, al enviudar, no le quedó de otra más que intentar ganarse la vida como pudo.

- Madre, mi vestido está muy viejo, ya no me queda, se me ven los tobillos, ¿crees que me puedas comprar uno nuevo?

Se sienta en un pequeño taburete para que su madre le cepille el cabello y lo sujete en una larga y gruesa trenza. Su madre toma el gastado y viejo cepillo y comienza a desenredar el cabello rizado de su hija con un poco de agua.

- Oh cariño, voy a ver si puedo arreglarlo, no tengo dinero para comprarte otro, sólo tengo para la comida de esta semana, mejor espera hasta el fin de mes a ver si puedo reunir el dinero.

- ¿Y si yo también trabajo?, así podría ayudarte.

- Que encantadora suenas, pero tengo que negarme, aún eres muy joven para trabajar, mejor ayuda a mami en la casa, te prometo que cuando cumplas 18 te ayudaré a conseguir el mejor trabajo de todos –le da un pequeño beso en la mejilla.

Termina de trenzar y prosigue a servir el almuerzo, dos rebanadas de pan tostado, un huevo y un vaso con agua, para cada una. Era un mañana tranquila, el cielo estaba despejado y casi no se oían caballos ni personas pasar por alrededor, todo era paz y tranquilidad hasta que unos gritos se oyen desde unas cuadras de la pequeña casa.

Ambas mujeres salen a ver el alboroto, hasta que encuentran el causante de tanto ruido, un lobo enorme, marrón oscuro y unos ojos penetrantes que daban pavor estaba destrozando un puesto de frutas, la multitud empezó a correr despavorida, escondiéndose en donde podían, pero, por alguna razón una chica se quedó ahí, mirando con atención a la bestia, ella pensó que si de verdad fuera peligroso ya la hubiera atacado o a alguien más de la multitud que se había formado antes.

De la nada aparecen un chico con una capucha que le prohibía ver su rostro, pero se pudo escapar un mechón rizado de cabello dorado como la mantequilla, y del otro lado apuntando con una flecha al lobo estaba una chica de piel morena, alta y con grandes músculos que se podían apreciar fácilmente pues su ropa no llevaba mangas. Quedó fascinada por la facilidad en la que habían capturado al lobo, pero claro, el animal no había puesto resistencia, más bien parecía que jugaba a dejarse capturar.

- Oye, pequeña, no deberías de estar aquí, es muy peligroso, esta bestia te pudo haber comido entera de una sola mordida –dice el chico de la capucha, que al acercarse se puede apreciar su bello y delicado rostro.

- ¿Si es tan peligroso por qué no me atacó antes?

Ambos chicos se miran a los ojos con algo de intriga y la chica le responde- Bueno, tal vez no te vio o no le pareciste apetitosa.

- Pero ni siquiera tardador en capturar… -le tapan la boca.

- Mira niña, si tú no dices nada, te prometemos que aremos lo que quieras, pero déjanos reclamar la recompensa que nos prometieron.

Y sin más, los chicos se van con el lobo gigante y se pierden entre las casas y puestos, poco a poco la multitud que antes estaba despavorida empieza a salir de sus escondites para seguir con su día normalmente.



#9051 en Fantasía
#13187 en Otros

En el texto hay: lgbt, magia, primer amor

Editado: 19.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.