Amor pirata

Capítulo 12 ¡Hare lo que quiera!

Anne abrió sus ojos lentamente con la vista aun borrosa pudo divisar una ventana con cortinas color rosa, cerró los ojos nuevamente pensando que todo había sido una pesadilla, los volvió a abrir  vio  en una esquina una silla con funda de rosas rosa, las patas con acabados en baño de oro, unas muñecas de porcelana sobre ella a lado una mesita redonda de madera bañada en oro con un joyero encima, un espejo de mano y un cepillo para el cabello, todo aquello le resultaba familiar pero no podía creer lo que veía, trato de sentarse sobre la cama y un dolor en su hombro derecho se lo impidió, fue cuando recordó el disparo  y lo último que recordaba  era a Juan cayendo desmayado sobre la blanca arena .

>> NOO, ¿Por qué estoy aquí, donde esta Juan?>>

-¡Mi niña, no trates de levantarte!- una mujer algo mayor  ingresaba a la habitación

-¿Nana?- preguntaba asombrada y algo confundida Anne

-¡Sé que me he puesto vieja pero no creí que tanto como para que no me reconozcas!- dijo entre risas la mujer que se acercaba a un lado de la cama colocando en las piernas de Anne una bandeja con comida.

-¡No es eso nana es … han pasado muchos años y sinceramente este es el último lugar en el que creí que despertaría!-  dijo con tristeza y malestar

-No digas eso mi niña tu padre te-

-¡Ese señor no es mi padre!- interrumpió molesta

- ¡Niña, no digas eso!-  regaño

-¿Olvidas acaso que ese hombre jamás me quiso por ser mujer, que me culpaba por la muerte de mi madre y para deshacerse de mí, quiso casarme a los 16 años con un viejo y como me negué mi única opción fue escapar y sus últimas palabras fueron que no regresara, en estos casi 11 años desde ese día nunca me busco es decir a mi como su hija pero si me busco a mi como pirata?- los ojos se le llenaron de lagrimas

-Ay niña… te equivocas, tu padre…-

-¡Donde esta!- pregunto sobresaltada Anne

-¿Quién?-

-Juan, nana, ¿Qué sabes de él, donde esta?-

-¿Quién es Juan?-

-Mi novio, hoy nos…-

-¿Qué día es hoy, cuantos días estuve inconsciente?-

-Estuviste un mes inconsciente mi niña, te trajeron de esa isla sangrando, perdiste mucha sangre en el barco ni bien llegaron un medico te atendió, ahora tienes que recuperar-

-¿Un mes?, Y Juan, ¿Dónde está él?- interrumpió eufórica

-Niña no se de quien hablas, tu papá te encontró así, te rescato de unos piratas-

-¿eso dijo?- pregunto hastía

-Si niña, dijo que ellos te tuvieron secuestrada todo este tiempo-

-¡Ha ha ha!, eso es mentira, ¿Dónde está ese señor?-

-¿Tu padre?-

-Ya te dije nana, el almirante no es mi padre, donde está, deseo hablar con él-

-creo que debe verte el doctor, estás hablando disparates, será mejor que lo traiga-

-No nana no son disparates, por favor tráeme a mi …¡a ese señor!-

-Mejor come algo, no has comido en mucho tiempo y tienes que recuperar fuerzas- dijo la mujer tomando la cuchara con caldo y llevándoselo a la boca de Anne como niña pequeña.

-¡Nana, por favor, quiero hablar con él y yo se comer sola, ahora no tengo hambre!-

La mujer estaba empeñada en no hablar hasta que Anne terminará su caldo a regañadientes Anne lo hizo, comió lo más rápido que pudo, su corazón se estrujaba ansiosa por tener noticias de Juan, ya no podía esperar ni un minuto más

-¡Listo, termine, llama a papá por favor!-

-niña comiste como un animal, seguro son los modales que aprendiste de esos ¡salvajes, filibusteros!-

-Aggg  iré yo mejor- dijo enojada tratando de bajar de su cama pero la mujer se lo impedía

-Nana por favor, déjame-

-No, niña, estas delicada, debes estar en cama orden del médico-

¡Por favor entonces llama a mi…!-

En ese instante la puerta del cuarto se abrió Anne sintió que el corazón se le paraba, unas botas negras hacían eco en cada paso sobre el piso de madera, era imposible no recordar la última vez que estuvo en esa habitación con su padre frente a ella, los horribles recuerdos de aquel día la invadían mientras su padre caminaba hacia el borde de la cama mirándola fijamente.

-¡el medico ordeno que te quedes en cama hasta que venga a verte!- dijo muy serio Rigoberto mirando a su hija

-¡Donde esta Juan!- reclamo

-¿ese filibustero?- dijo con desdén

-¿Dónde eta?- repitió

-Donde debe estar y pronto obtendrá lo que merece, será un ejemplo, un recordatorio para todo aquel pirata que ose venir a mi territorio de nuevo-

-¿Ejemplo?, ¿Qué le hará?- preguntaba aterrada Anne

-¡Ya te dije!, tan solo lo que ese se merece-

-¿lo va a matar?- pregunto Anne con un nudo en la garganta

-Sera colgado en el fuerte de san juan como advertencia para todos los piratas, servirá de ejemplo- dijo severamente

-Noo- grito Anne con lágrimas en los ojos

-¡Eso merecen los filibusteros!- contesto enfurecido

-¡Entonces cuélgueme a mí también, yo soy la pirata a la que puso precio, soy Anne James participe en actos de piratería y combates, cuélgueme también!- dijo parada frente a él, altiva, altanera.

-¡Niña que cosas dices!- dijo horrorizada la nana

-¡No hables estupideces!- dijo el almirante mirándola furibundo

-¡No son estupideces, usted puso un precio por mi cabeza, soy la capitana de…!-

-¡Basta!- interrumpió- ¡deja de decir sandeces, no permitiré que sigas enlodando mi apellido!-

-¿su apellido?, acabo de decirle que mi nombre es otro, porque ese día que salí de aquí, que hui del horrible futuro que me había preparado, yo encontré un nuevo hogar…¡el mar! Y nuevos padres que me enseñaron lo que en realidad es una familia, también me enseñaron a ser pirata-

-¡Esos piratas te secuestraron!-

-¡No!, ellos salvaron mi vida, usted ni me busco, ellos me quisieron como si fuese su hija, me enseñaron a pelear, a manejar un arma, sobretodo el amor, ¡jamás me trataron mal! Y eso que no era su hija-




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.