Por fin, por fin ha llegado el día de mi partida con destino a Nueva York, las ultimas semanas he estado realmente emocionada por escapar de este caos, pero, en aproximadamente una hora estaré en el aeropuerto para irme muy lejos de aquí, mi madre Katherine Stone, no para de hablar, diciéndome que debo hacer, que no debo hacer, que debo comer, que no debo comer, y blah blah blah.
-Alexandra, ¿estás escuchándome?
-¿Mande?
-Te estaba diciendo que debes mantenerte lejos de esas locas fraternidades y de esas fiestas tan...
-Mamá- la interrumpo- ya lo se, no has parado de repetir lo mismo los últimos días, ya te he dicho que seré cuidadosa, ¿puedes dejar de hablar de eso?
-Lo siento Alex, pero eres mi pequeña y solo quiero protegerte...
-Por favor- la interrumpo de nuevo- te recuerdo que tu nuevo esposo Mike tiene 3 pequeños de los que puedes preocuparte y proteger, yo quede en segundo plano cuando tú y mi padre se separaron- le recriminó.
Es cierto, cuando mis padres se separaron hace aproximadamente 2 años yo quedé en el olvido, mi padre se mudó a Canadá dejándome sola y llamando una vez por semana, solo lo veo cuando es mi cumpleaños o son las fiestas, el tiene una nueva familia con 2 niños pequeños. Y mi madre, ella conoció a Mike hace un año, según ella fue amor a primera vista, 2 meses después nos mudamos a casa de Mike con sus 3 insoportables hijos.
-Alex, eso no es cierto, tú sabes que eres lo más importante en mi vida- dice cabizbaja.
-Si como no- ruedo los ojos- es hora de irnos- le recuerdo, tomo mis grandes maletas y bajo las escaleras dejando a mi madre sola en mi habitación.
Salgo de la gran mansión de Mike y me dirijo a la camioneta para guardar mi equipaje, unos minutos después, mi madre y Mike salen y me ayudan a acomodar todo.
Minutos después subimos al auto y arrancamos directo al aeropuerto, ¡Nueva York, aquí voy!
Media hora más tarde nos detenemos en el estacionamiento del aeropuerto, mi madre y Mike me ayudan a bajar mis maletas y juntos nos dirigimos hacia la puerta de abordaje.
Al llegar me despido de Mike con un abrazo y después de mi madre, esta última me dice:
-Alex, siento mucho que te hayas sentido así, espero que te diviertas, llámame en cuanto llegues, te amo.
-Claro mamá, yo también te amo- digo y le doy un gran abrazo, puede que quiera escapar del caos pero ella no deja de ser mi mamá.
Me separo de ella y tomo mi equipaje de mano, ya que ya había documentado las maletas grandes, y me dirijo hacia la sala de espera.
-Vuelo 508 con destino a Nueva York, favor de abordar en sala 9.
Bien, ese ese es mi vuelo, camino hacia la sala cuando un idiota choca conmigo haciendo que me caiga hacia atrás, cayendo sobre mi trasero.
-¡Mierda! Lo siento mucho, no me fije por dónde iba...
-Ahórratelo imbécil- Lo interrumpo mientras recojo lo que se ha caído, mientras sigo sentada en el suelo- Mejor fíjate la próxima vez.
-Perdona, déjame ayudarte- Me extiende su mano.
Cuando volteo a verlo por primara vez, casi me da un ataque, es uno de los chicos más lindos que he visto en toda mi vida, tiene los ojos castaños, al igual que su cabello qué esta perfectamente desordenado y su sonrisa, esa sonrisa es la más hermosa que he visto, la mano (que sigue extendida por cierto) tiene un lindo tatuaje de un ave (o eso creo).
Sigo admirándolo cuando esa misma mano se mueve lentamente enfrente de mi cara de un lado a otro, haciéndome reaccionar.
-Ey, ¿hola?, ¿ya terminaste de admirarme?- dice con una sonrisa burlona en su cara, claro, idiota tenía que ser.
-¿Perdón? ¿Admirarte?, Ja ja, ya quisieras- digo levantándome, cabe aclarar, sin su ayuda, lo dejo con la mano extendida- Solo miraba la cara del estúpido que me tiro- Digo yo con una pizca de enojo en la voz mientras retira su mano.
-Pero que boquita- dice fingiendo estar sorprendido- no has parado de decir groserías desde que caíste, no es que sean grandes groserías, pero una señorita no habla así.
-Uni señoriti ni habli así- digo arremedándolo con voz de niñita mientras ruedo los ojos- por favor, y ¿quien dijo que yo era una señorita?- le pregunto a la defensiva.
-Pero que madura- dice el rodando sus ojos- y lo dice tu físico preciosa- Me sonríe, pero que linda sonrisa tiene este tipo.
-¿Preciosa? -pregunto de nuevo a la defensiva- Preciosa tu abue...- Me detengo- ¿Sabes que? No tengo tiempo para estupidas discusiones, tengo un vuelo que abordar, así que, con permiso- digo pasando por su lado, pero él me toma de la muñeca y me da la vuelta.
-¿Te vas así sin más? ¿No me dirás al menos tu nombre?
-Mmm nop- respondo soltándome de su agarre- Hasta nunca- Digo volteándome de nuevo para irme a abordar, esta vez no me detiene.
Camino hacia la sala de abordaje, doy mi ticket y me dirijo hacia mi asiento, junto a la ventana, estos son mis asientos preferidos.
Saco de mi pequeña mochila mis audífonos, mi celular y mi hermoso libro "hush hush" admito que lo he leído miles de veces pero esta saga enserio me encanta.
Estoy sumergida en las páginas de mi libro cuando alguien se sienta junto a mi, volteo solo por curiosidad y me encuentro con la sonrisa petulante del idiota que me tiro, y me quita un audífono.