Capítulo:4 Larga vida a la reina caída.

Muy bien Olivia puedes hacerlo.

Tu puedes.

Entrarás con la cabeza en alto, con una actitud fuerte y caminando por los pasillos como si estos te pertenecieran, sigues siendo una reina, ignorarás cualquier mirada, comentario, palabra, frase o burla de los otros. Nadie puede contra ti. Eres grandiosa, eres hermosa, eres Olivia Marshall y todas las chicas desearían ser como tú.

- ¿De verdad? ¿Desean ser el hazme reír del año? - negué con mi cabeza ahuyentando las malas vibras, tener confianza en mí misma era lo último que me quedaba, no podía dejarme llevar por las palabras venenosas de Bella.

Ella no iba a opacarme, solté la manivela que sujetaba con más fuerza de la normal debido a los nervios, suplicarle a mamá no sirvió de nada y tenía que seguir en esta estúpida escuela, así que no me quedaba de otra más que enfrentarlo como ella quería.

Guardé la llave de mi auto un Toyota gt86 color negro en mi bolso de mano café y saqué mi móvil, lo apagué desde ayer, cuando solo anhelaba desconectarme y desaparecer, pero ya era hora de volver no podía estar así por mucho tiempo y parte de ser valiente es afrontar las cosas.

Ingresé al WhatsApp a causa de las notificaciones de nuevos mensajes, el primero en mis chats era de Freya, enviado hace tan solo cuatro minutos:

''Te veo dentro de cinco en la entrada del colegio''

Faltaba un minuto para eso y no deseaba hacerla esperar, ya le debía bastante. Me hallaba tan agradecida con ella por quedarse conmigo ayer, me distrajo de todo el dolor y traición que sentía, me ayudó a no pensar en lo sucedido y el hecho de que se mostrara tan amable, de que decidiera seguir siendo mi amiga en lugar de darme la espalda e irse con el trio de hipócritas, demostraba la gran persona que era y me alegraba que en esos meses que estuvo con nosotras no se contaminara como Greta y Brianna.

Salí de la conversación y bajé por si había algún otro mensaje de mi interés, la mayoría eran del baile, algunos diseñadores que contacté, maquillistas y demás, los ignoré, en ese momento el baile ya no me importaba, no deseaba ir a ese evento estúpido. Tensé mi mandíbula y cerní mis dedos en el celular cuando mi atención fue capturada por:

 ''Bella te eliminó''

Perra.

Debí salirme de ese grupo ayer con la poca dignidad que me quedaba en alto, por lo acontecido se me había escapado, ahora dudaba que me quedara algo de ella, parecía que se quedó con toda para pisarla con sus tacones caros.

Arrojé el teléfono en mi bolso y me dirigí a la entrada, la pequeña castaña estaba de pie con un vaso verde mente para portar café en una mano y su móvil en otra, usaba unos jeans ajustados y una blusa de tirantes blanca con una bonita trenza que recogía un lado de su cabello, sus labios carnosos se curvaron en el instante que sus ojos verdes me observaron.

-Liv, creí que no vendrías, estaba a punto de ir a buscarte a tu casa y sacarte de las sabanas de una patada.

-No creas que no lo consideré, sin embargo, ese panorama lucía algo difícil, sabía que entre tú y madre me obligarían a salir de allí, además contesté tu mensaje.

-Mi señal es del asco, este servicio apesta, no me deja conectarme- hizo una mueca de disgusto y guardó su móvil- por cierto lamento irme tan temprano hoy, es solo que mis padres no están y el que se está haciendo cargo necesitaba un folleto con las fotos para un proyecto, creo que es de una fragancia masculina de Nurse Gerard que saldrá dentro de dos semanas al mercado- se encogió de hombros- te preparé esto a modo de disculpa- me tendió el recipiente menta- es  mi receta especial para levantar ánimos.

-No tenías que molestarte, aunque hubiera preferido una copia de las fotos- reí- nada como un súper modelo sexy para olvidar a un tarado.

-Papá siempre guarda una copia en su despacho, si quieres puedes ir conmigo después de clases y nos deleitamos la vista un rato, solo si prometes no decir nada se supone que es confidencial y si se enterara me mataría.

-Prometo no decir nada- contesté emocionada- eres la mejor Freya- abrí el envase y bebí un poco- por Dios- hice una mueca- ¿Qué es esto?

-Es una receta secreta- me miró divertida- lo único que te diré es que contiene más alcohol que cualquier otra cosa- susurró mientras pasó su brazo por el espacio que formaba mi codo empezando a caminar.

-Creo que necesitaré otro trago- le di otro más largo conforme ingresabamos al instituto.

Me aferré al brazo de Freya con fuerza tras advertir como las miradas de todos se posaban en mí. Aunque la mía estaba recta, fija en cualquier cosa que no fuesen ellos, podía sentir la burla, escuchar los cuchicheos de como Olivia Marshall había sido destronada, olvidada y avergonzaba por las que decían ser sus amigas, en este momento sentía los nervios doler en mi estomago y mis manos frías como cubos de hielo.

-Tranquila Liv, que nada te afecte, ignóralos, cabeza en alto ¿recuerdas? -artículo en voz baja dándome ánimos.