Golpe tras golpe al yo hablar.
-¡Para!
-Cuando comprendas que lo que hiciste estuvo mal, y aceptes que no le amas.
-Papá... yo si-
-¡No lo termines!- Dijo con una cara de fastidio- Te quedarás aquí hasta que aprendas.
Y seguido salió de la habitación.-
Estaba amarrada de las muñecas, y literalmente guindada.
Por sí preguntan, estoy encerrada en unas de las tantas habitaciones del edificio.
Sé que son curiosos, así que les contaré.
La familia de mi padre a servido por generaciones en el FBI, por lo que pone a mi padre como el jefe de unos cuantos grupos importantes de la institución.
¿Y por qué estoy aquí? Por un Hombre, Para ser más específicos, un Italiano.
No diré nombres por ahora, para poder comenzar contandoles todo desde el principio.